VIRGILIO

Virgilio (79 a.C. - 19 a.C.)

Virgilio nace el 15 de octubre del año 70 a.C. en Andes, cerca de Mantua, en lo que hoy es Italia. Desde joven, muestra un gran interés por la literatura y la filosofía, lo que lo lleva a convertirse en uno de los poetas más importantes de la literatura romana.

A lo largo de su vida, Virgilio se dedica a escribir poesía épica y bucólica. Es conocido por su obra maestra, «La Eneida», un poema épico que narra las aventuras de Eneas y que se convierte en una pieza fundamental de la literatura occidental. También escribe las «Geórgicas» y las «Bucólicas», que tratan sobre la vida rural y el trabajo en el campo.

Virgilio es famoso por su frase «Audentis fortuna iuvat» («La fortuna favorece a los audaces»), que refleja su creencia en la importancia del valor y la determinación. Su vida está marcada por su dedicación a la poesía y su deseo de glorificar la cultura romana.

En el año 19 a.C., Virgilio cae gravemente enfermo durante un viaje a Grecia y muere en Brindisi. Su obra, especialmente «La Eneida», deja un legado perdurable que sigue siendo estudiado y admirado por generaciones de escritores y lectores.

Virgilio muere el 21 de septiembre del año 19 a.C., dejando un legado literario que ha influido profundamente en la poesía y la cultura occidental.

Las «Bucólicas» de Virgilio han sido la piedra angular de un género de gigantescas proporciones en el ámbito de la literatura occidental. Estos diez poemas son la obra modélica de la literatura pastoril, un género que teniendo numerosos cultivadores en la Antigüedad y la Edad Media, brotó con renovados bríos en el renacimiento, diversificándose en poesía, teatro y novela, y se mantuvo durante toda la Edad Moderna hasta el siglo XVIII. Un género en el que sobresalen nombres tan significativos como los de Boccaccio, Sannazaro, Tasso, Garcilaso, Cervantes, Lope de Vega, Spenser, Milton y Bernardin de Saint-Pierre. Las «Bucólicas» son cronológicamente el primer peldaño del conjunto de la obra de Virgilio. El título quiere decir propiamente «poemas de boyeros» o, generalizando, «poemas de pastores». Sus temas son el paisaje silvestre, el canto o música de los pastores, el amor de éstos, la mitología y el atardecer. A pesar de tal comunidad tópica, se hace también notorio en cada uno de los diez poemas el afán de variación en cuanto al estilo y tratamiento que anima al poeta.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

La composición de las Geórgicas se produce en el punto culminante de las capacidades artísticas de su autor, en la rara conjunción de inspiración y oficio que sólo la madurez serena es capaz de propiciar. Virgilio, instalado como paladín poético de la «revolución», instaura el predominio de los valores de la «romanitas» sobre todo el orbe. Con el poema geórgico se propone Virgilio la recuperación del agro itálico, el renacimiento de una ética enraizada en la tierra, el retorno a las virtudes y costumbres ancestrales sobre las que se había fundamentado la añorada grandeza de la antigua Roma. Una composición de intencionalidad social y política, que reencontrándose con las esencias patrias trata de responder al mismo tiempo a las necesidades económicas de la Italia del momento. Una obra que para el experto merece la categoría de obra maestra y que para cualquiera posee el atractivo de descubrir un mundo de sensibilidad ante la naturaleza y de respeto hacia las formas de vida que ella genera y nutre.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

En la «Eneida» los designios de lo alto impiden a Eneas morir por su ciudad o quedarse junto a la mujer que ama e impulsan al héroe hacia lo desconocido, imponiéndole una carga de obligaciones trascendentales en la que se reconoce la finalidad histórica del poema: la gloria del pueblo romano y la exposición de las virtudes que lo han hecho grande. Virgilio logra un ejemplo perfecto de épica literaria, universal.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

Hasta el final de su vida, y durante más de diez años, Publio Virgilio Marón (70-19 a.C.) estuvo dedicado a la composición de la Eneida, unánimemente reconocida como el más perfecto exponente del clasicismo romano. Virgilio pretendió con ella ofrecer al público romano la gran epopeya de sus orígenes, que sirviera al tiempo como justificación y exaltación del nuevo régimen impuesto por el emperador Augusto. El resultado sería esta magistral combinación entre el pasado legendario de Roma y su historia reciente

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

OBRAS