SOREN KIERKEGAARD

Søren Kierkegaard (1813-1855)
Søren Aabye Kierkegaard nació el 5 de mayo de 1813 en Copenhague, Dinamarca, en una familia profundamente religiosa y de clase alta. Su padre, Michael Pedersen Kierkegaard, un hombre muy devoto y pesimista, influenció de manera decisiva la vida de Søren. A lo largo de su infancia, Kierkegaard experimentó una tensión constante con su padre, quien constantemente hablaba de la culpabilidad y la condena de la humanidad, una visión que marcaría la obra del filósofo.
Kierkegaard estudió teología en la Universidad de Copenhague, pero pronto se interesó por la filosofía, la psicología y la literatura. Aunque su carrera académica fue sobresaliente, nunca se sintió plenamente integrado en el mundo académico, prefiriendo la soledad de su pensamiento y sus escritos. En 1840, después de una serie de encuentros amorosos fallidos y su ruptura con su prometida Regine Olsen, Kierkegaard se sumergió aún más en su trabajo filosófico, al que dedicó el resto de su vida. Su relación con Regine, que terminó en un compromiso no consumado, se convirtió en un tema recurrente en su obra, simbolizando los dilemas existenciales entre el amor, el compromiso y la renuncia.
A pesar de su impacto posterior en la filosofía, Kierkegaard fue un autor muy polarizado durante su vida. Su estilo, a menudo fragmentado, y su enfoque poco convencional de la religión y la moralidad generaron críticas tanto de los teólogos como de los filósofos contemporáneos. A lo largo de los años, su salud física y emocional se fue deteriorando, y sus trabajos empezaron a reflejar una creciente angustia existencial. La intensificación de su crítica a la iglesia luterana, a la que él veía como una institución que diluía la verdadera fe, y su constante preocupación por la relación entre el individuo y lo divino fueron algunos de los ejes de su obra filosófica.
Kierkegaard murió el 11 de noviembre de 1855, a los 42 años, tras una larga lucha contra una enfermedad física y mental que lo había dejado incapacitado. Aunque no fue ampliamente reconocido durante su vida, su influencia se incrementó enormemente en los siglos posteriores, convirtiéndose en un pensador central en la filosofía existencialista.
Curiosidades de Kierkegaard
La figura de su padre, Michael Pedersen Kierkegaard, tuvo una influencia determinante en la vida y el pensamiento de Søren. Su padre, quien había vivido una vida llena de remordimientos, había hablado con una gran carga religiosa sobre el pecado original y la condena divina. Este clima religioso, combinado con la sensación de culpa y la angustia existencial, marcó profundamente la filosofía de Søren. A lo largo de su vida, Kierkegaard luchó con la idea de la fe, el pecado y la salvación, temas que ocuparon un lugar central en sus escritos.
Kierkegaard estuvo comprometido con Regine Olsen, una joven de la alta sociedad danesa, pero decidió romper el compromiso en 1841, lo que marcó un punto de inflexión en su vida personal y filosófica. Esta ruptura afectó profundamente a Kierkegaard, quien pasó el resto de su vida explorando las implicaciones de esta decisión en su obra. La angustia, el arrepentimiento y la soledad de la vida sin Regine se convirtieron en un tema recurrente en sus textos, reflejando su visión de la vida humana como una lucha existencial entre el deseo y la renuncia.
Kierkegaard introdujo el concepto de «angustia» (o «anhelo existencial») en su obra filosófica. Según él, la angustia no es simplemente un sentimiento de miedo o ansiedad, sino una sensación profunda que emerge cuando el individuo se enfrenta a la libertad de tomar decisiones. La angustia, en lugar de ser algo negativo, era una señal de que el individuo se encontraba frente a la posibilidad de autodefinirse y decidir su propio destino. Esta idea se convirtió en uno de los cimientos de la filosofía existencialista, que más tarde sería desarrollado por pensadores como Jean-Paul Sartre y Martin Heidegger.
Uno de los temas más controvertidos en la vida de Kierkegaard fue su crítica feroz a la iglesia luterana, que él veía como una institución complaciente que había diluido la esencia de la fe cristiana. Kierkegaard argumentaba que la verdadera fe no era algo que se pudiera enseñar en una iglesia institucionalizada, sino una experiencia profundamente personal y subjetiva. En sus escritos, instaba a los individuos a tomar una decisión consciente y arriesgada por la fe, algo que contrastaba con la actitud conformista y mecánica que él atribuía a la iglesia oficial. Esta visión de la fe como un acto de voluntad individual sería uno de los pilares del pensamiento existencialista.
Kierkegaard es conocido por su división de la vida humana en tres «estadios» o «etapas»: la estética, la ética y la religiosa. En su obra O lo uno o lo otro (1843), Kierkegaard explica que la vida estética está marcada por la búsqueda del placer y la evitación del sufrimiento, pero que es vacía e insatisfactoria. La vida ética, por otro lado, se basa en el compromiso con los valores y las responsabilidades sociales, pero sin la profundidad de la fe religiosa. La etapa religiosa, según Kierkegaard, es la más alta, ya que involucra un salto de fe, una decisión radical de seguir a Dios, sin garantías o certezas.
Aunque Kierkegaard no fue un filósofo existencialista en el sentido estricto del término, su trabajo influyó profundamente en el desarrollo de la filosofía existencialista. Su énfasis en la libertad individual, la angustia existencial y la necesidad de un compromiso personal con la fe y la vida llevó a la creación de la filosofía existencialista moderna. Pensadores como Jean-Paul Sartre, Martin Heidegger y Albert Camus tomaron muchos de sus conceptos y los desarrollaron en sus propios trabajos, haciendo de Kierkegaard una figura clave en el pensamiento contemporáneo.
Kierkegaard fue un autor prolífico, pero sus obras son muy complejas y a menudo adoptan diferentes estilos literarios. Para explorar sus ideas, utilizó múltiples pseudónimos, cada uno representando una faceta diferente de su pensamiento. A través de estos pseudónimos, como Johannes Climacus o Vigilius Haufniensis, Kierkegaard podía presentar diferentes perspectivas filosóficas, lo que permitía una exploración más profunda de los temas sin comprometer su propia voz. Esta técnica de escritura única también reflejaba la complejidad de su pensamiento y su lucha por comprender la naturaleza humana.
Kierkegaard no solo influyó en la filosofía, sino también en la psicología y la literatura. Su exploración de los dilemas existenciales, la angustia y la libertad personal resonó con figuras como Sigmund Freud, quien tomó muchos de los conceptos de Kierkegaard para desarrollar su teoría de la psique humana. Además, su obra ha influido profundamente en escritores como Franz Kafka, Albert Camus y otros autores existencialistas, quienes tomaron su idea del individuo aislado, angustiado y frente a la libertad, y la desarrollaron en sus propias narrativas literarias.
OBRAS
La angustia se relaciona con el pecado y con la libertad. Engendrada por la nada, alimentada por la impaciencia, surgida como «realidad de la libertad en cuanto posibilidad», la angustia es «el vértigo de la libertad» y al mismo tiempo un medio de salvación que conduce a la fe, a la verdad que años antes de escribir este libro el autor, en su diario íntimo, confesaba buscar como sentido definitivo de su existencia: «Es preciso encontrar una verdad, y la verdad es para mí hallar la idea por la que esté dispuesto a vivir y morir»
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*
Obra de claro sustrato autobiográfico, «La repetición» (1843) retoma y redondea, al menos en su primera parte, el análisis que hiciera Sören Kierkegaard (1813-1855) de la compleja relación que sostuvo con su novia Regine Olsen y que tan decisiva resultó a la postre en su trayectoria existencial y filosófica. En efecto, si en «Diario de un seductor» examinaba las artes con que se ganó el afecto de la muchacha y en «Temor y Temblor» el «salto al vacío» que supuso la ruptura de su relación, «La repetición» (obra recompuesta tras llegar a conocimiento de Kierkegaard el nuevo compromiso de la que fuera su amada) consolida y explica la decisión del autor de dejar atrás definitivamente la condición de «hombre estético»
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*
Perteneciente a los textos «estéticos» del filósofo danés, «In vino veritas» -‘en el vino está la verdad’-, obra en la que cinco «estetas» hablan del amor, pero sobre todo de la mujer, durante una velada de mesa y mantel, es una provocadora pieza de inspiración socrática, tanto por su paralelismo formal con «El banquete» de Platón como por su utilización del método de la comunicación indirecta.
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*