San Isidoro de Sevilla nace alrededor del año 560 d.C. en Cartagena, en tiempos en los que los libros eran tan raros como los días sin problemas técnicos en Zoom. Desde joven, Isidoro muestra una voraz sed de conocimiento que lo lleva a convertirse en una de las mentes más brillantes de la Edad Media.

A lo largo de su vida, Isidoro se dedica a la enseñanza y a la escritura, y es conocido por su obra «Etimologías», una enciclopedia que abarca prácticamente todo el conocimiento de su época, desde teología hasta botánica. Si alguna vez hubo un hombre que pudiera ganarle a todos en el juego de trivia, ese sería Isidoro.

Es famoso por su frase: «El que sabe más, sufre más», lo que sugiere que quizás la ignorancia no sea tan mala después de todo. Sin embargo, Isidoro creía firmemente en el poder de la educación y dedicó su vida a compartir su vasto conocimiento con el mundo.

En el año 636 d.C., San Isidoro fallece en Sevilla, dejando un legado intelectual que perdura a lo largo de los siglos. Su vida es un testimonio de la dedicación al aprendizaje y a la enseñanza, incluso cuando los tiempos eran tan inciertos como una conexión a internet en medio de una tormenta.