ROMANCITISMO
SIGLO XIX
ROMANTICISMO
El Romanticismo fue un movimiento cultural y artístico que surgió a finales del siglo XVIII en Europa y se extendió por todo el mundo durante el siglo XIX. En el ámbito literario, supuso una revolución frente a los principios del Neoclasicismo, que privilegiaban la razón y el equilibrio. Los románticos exaltaron la subjetividad, la emoción, la imaginación y la naturaleza como fuente de inspiración y de lo sublime.
El Romanticismo literario tuvo sus primeras manifestaciones en Alemania e Inglaterra, con figuras clave como Johann Wolfgang von Goethe y su obra «Las cuitas del joven Werther» (1774), que marcó el inicio del Sturm und Drang, un preludio del Romanticismo. En Inglaterra, autores como William Blake, William Wordsworth y Samuel Taylor Coleridge sentaron las bases de una poesía en la que lo espiritual y lo misterioso cobraban un papel esencial.
El movimiento se expandió rápidamente por Francia, donde Víctor Hugo se convirtió en su máximo exponente con «Nuestra Señora de París» (1831) y «Los miserables» (1862), novelas que combinan el drama humano con una visión idealista de la justicia. En España, Gustavo Adolfo Bécquer y José de Espronceda desarrollaron una poesía cargada de melancolía, rebeldía y anhelo de lo inalcanzable, como se refleja en «Rimas y leyendas» o «La canción del pirata».
Los ideales del Romanticismo giraban en torno a la libertad creativa, el rechazo de las normas impuestas y la exaltación del individuo. El amor imposible, la muerte, la naturaleza salvaje y el destino trágico fueron temas recurrentes en la literatura romántica, reflejando el ansia de trascendencia y la lucha contra las limitaciones de la realidad.
A nivel internacional, autores como Edgar Allan Poe en Estados Unidos con «El cuervo» y «Narraciones extraordinarias», o Aleksandr Pushkin en Rusia con «Eugenio Oneguin», contribuyeron a la diversidad y riqueza del movimiento.
El Romanticismo literario dejó una huella imborrable en la historia de la literatura. Su impacto no solo influyó en movimientos posteriores como el Simbolismo o el Modernismo, sino que también sigue vigente en la literatura contemporánea. Al darle prioridad a las emociones humanas y al poder de la imaginación, el Romanticismo reafirmó la importancia de la literatura como expresión de la identidad y los anhelos del ser humano.