Estamos ante uno de los libros más importantes de la cultura occidental: El Nuevo Testamento. Compone la segunda parte de la Biblia, la más actual, redactada entre el siglo I y el IV de nuestra era. Es decir, que el Antiguo Testamento narra la historia del pueblo israelita desde la creación del mundo, hasta Noé, Abraham y Moisés, el Éxodo y la llegada a tierra Prometida.

En contrapartida, el Nuevo Testamento está compuesto por cuatro partes fundamentales, y otras derivadas de ellas, que describen las acciones de Jesús, Mesías y carne de la Palabra de Dios, en la Tierra.

Estas son las cuatro partes del Nuevo Testamento: 

• Los Evangelios (San Marcos, San Lucas, San Mateo y San Juan) 
• Las Cartas o Epístolas (Romanas, Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, Tesalonicenses, Timoteo, Tito, Filemón, Hebreos, Santiago, Pedro, Juan y Judas)
• El libro de los Hechos del Apóstol San Lucas.
• El Apocalipsis de San Juan que contiene el enigma de los Siete Sellos. 

A través de los siguientes volúmenes, conoceremos cómo se expandió la palabra de Dios gracias a la presencia de Jesús. Ya lo saben, siempre desde una perspectiva literaria y nunca litúrgica, pues no hay componente que se aleje más de la libertad que aquel relacionado con la religión. Investiguen, a continuación, los Evangelios, Las Cartas, El libro de Hechos y el Apocalipsis de San Juan.