NEOCLASICISMO
S. XVIII

NEOCLASICISMO

El Neoclasicismo literario fue una corriente estética que dominó la producción artística y literaria del siglo XVIII, en sintonía con los ideales de la Ilustración. Sin embargo, aunque ambos movimientos compartían una profunda fe en la razón y en la educación como motores del progreso humano, el Neoclasicismo tenía una preocupación más específica: la creación de obras armoniosas, equilibradas y sujetas a las reglas del arte clásico.

Inspirado en la literatura grecolatina, el Neoclasicismo defendía la idea de que el arte debía seguir normas precisas y que la belleza residía en la claridad, la simetría y la utilidad moral. La literatura no debía ser un mero vehículo de entretenimiento, sino una herramienta de enseñanza y corrección de costumbres. En este sentido, el teatro se convirtió en uno de los géneros más representativos del Neoclasicismo, con tragedias y comedias que seguían las reglas aristotélicas de unidad de acción, tiempo y lugar. Autores como Molière, Racine y Nicolás Fernández de Moratín crearon obras que, bajo la apariencia de relatos sencillos, contenían una fuerte carga moral y una crítica a las costumbres de su tiempo.

La poesía también reflejó estos valores, con una tendencia a la contención y a la exaltación de la razón sobre la emoción. La fábula, un género breve y didáctico, alcanzó gran popularidad gracias a autores como La Fontaine, quien transformó las enseñanzas clásicas en relatos accesibles y moralizantes.

A diferencia de la Ilustración, que privilegiaba el ensayo, la sátira y la crítica social a través de géneros más flexibles, el Neoclasicismo impuso estructuras rígidas y una clara intención normativa en sus obras. Mientras la Ilustración promovía la experimentación intelectual y la exploración de ideas nuevas, el Neoclasicismo miraba hacia el pasado clásico en busca de modelos de perfección. Mientras los ilustrados debatían sobre los derechos humanos y las reformas políticas, los neoclásicos ponían el énfasis en la disciplina formal del arte.

No obstante, la estrecha relación entre ambos movimientos es innegable. Si la Ilustración representaba el impulso intelectual del siglo XVIII, el Neoclasicismo era su manifestación estética. Juntos, prepararon el terreno para la llegada del Romanticismo, que reaccionaría contra sus normas rígidas y abriría el camino a una literatura más subjetiva y emocional.

Característica Ilustración Neoclasicismo
Naturaleza Movimiento filosófico y cultural Corriente literaria y artística
Objetivo Educar y reformar la sociedad con la razón Crear obras equilibradas con normas clásicas
Géneros clave Ensayo, fábula, sátira, novela epistolar Tragedia, comedia, poesía didáctica
Estilo Directo, crítico, reflexivo Claro, equilibrado, basado en reglas
Ejemplo *Cartas marruecas* de Cadalso *El sí de las niñas* de Moratín

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