MINAMOTO NO SHITAGO

Minamoto no Shitago (911–983)

Minamoto no Shitago fue un poeta, erudito y cortesano japonés del período Heian, recordado tanto por su refinada poesía waka como por su profunda erudición en la literatura china y japonesa. Aunque su figura ha quedado algo ensombrecida por contemporáneos más famosos como Fujiwara no Michinaga o Murasaki Shikibu en generaciones posteriores, Shitago fue una de las mentes más influyentes en la transición literaria del siglo X, y uno de los pioneros en fijar el canon clásico del Japón imperial.

Nacido en una prestigiosa rama del clan imperial Minamoto (descendiente directo del emperador Saga), recibió desde joven una formación exquisita en los kangaku (estudios chinos) y los textos clásicos. Su inteligencia precoz y su talento para la poesía le valieron pronto un lugar en la corte, donde ejerció funciones de secretario y consejero. No solo fue un burócrata brillante: fue uno de los cinco poetas elegidos para compilar el Gosen Wakashū (Recopilación posterior de poemas japoneses, 951), una de las colecciones imperiales más importantes.

Su poesía waka destaca por su sobriedad y profundidad emocional. Cultivó los temas tradicionales —el paso del tiempo, la melancolía del otoño, la soledad— con una elegancia contenida, casi estoica. Pero Minamoto no Shitago fue más que un poeta: fue también filólogo, historiador, lingüista y traductor. Se le atribuyen varias glosas y comentarios sobre textos antiguos, así como una de las primeras traducciones y anotaciones del Kojiki, lo cual demuestra su interés en la tradición japonesa incluso cuando los modelos chinos dominaban el panorama intelectual.

No buscó jamás el protagonismo político y prefirió una vida intelectual retirada, aunque dentro del entorno cortesano. Su estilo de vida discreto, su dedicación al estudio y su capacidad para moverse entre mundos —entre lo chino y lo japonés, entre la burocracia y la poesía— lo convirtieron en un referente para los eruditos de su tiempo. Murió en 983

Curiosidades de Minamoto no Shitago

Minamoto no Shitago formó parte del selecto grupo de cinco poetas designados para compilar el Gosen Wakashū, la segunda colección imperial de poesía después del Kokinshū. Los otros miembros eran grandes nombres de su tiempo, como Ōnakatomi no Yoshinobu y Kiyohara no Motosuke. Su inclusión confirma el altísimo prestigio poético de Shitago, aunque su estilo fue siempre más sobrio que ornamental. Se dice que su intervención aportó una dimensión reflexiva y contenida a la antología, en contraste con el lirismo florido de otros cortesanos.

Aunque no hay pruebas concluyentes, muchos estudiosos han sostenido que Minamoto no Shitago podría ser el autor del Taketori Monogatari (El cuento del cortador de bambú), considerado el primer relato de ficción en prosa del Japón. Esta historia mítica sobre la princesa Kaguya, un ser celestial criado por un humilde campesino, es una fábula poética sobre el deseo, la belleza inalcanzable y la caducidad de la vida. El uso sofisticado del lenguaje, el dominio de los temas clásicos y la estructura narrativa culta han llevado a atribuirle la autoría a Shitago, aunque el texto fue escrito de forma anónima.

Minamoto no Shitago compiló el Wamyō Ruijushō, el primer diccionario de caracteres chinos (kanji) clasificados por significado y con lecturas en japonés (kun-yomi) y chino (on-yomi). Esta obra, escrita hacia 938, fue fundamental para la comprensión y enseñanza del idioma, especialmente en un momento en que el uso del chino clásico seguía siendo el estándar para la escritura oficial. Este glosario no solo muestra su erudición lingüística, sino también su compromiso con la transmisión del conocimiento de forma accesible y estructurada.

Durante su vida, Minamoto no Shitago fue respetado por sus pares, pero no celebrado como un genio romántico. Sin embargo, a partir del periodo Kamakura, su figura fue recuperada por los antólogos como ejemplo de poesía depurada, sobria y cultivada. Su sensibilidad discreta fue vista como modelo de yūgen (profundidad misteriosa), ideal estético muy valorado en la tradición japonesa. Así, su obra aparece en múltiples antologías posteriores, incluida la famosa Hyakunin Isshu, donde figura con un solo pero significativo poema.

Se conservan fragmentos de sus cartas a otros eruditos de la corte, en las que combinaba reflexiones filológicas con poesía improvisada. Esta correspondencia revela una mente curiosa, refinada y profundamente interesada en los procesos del lenguaje. Uno de sus pasatiempos era discutir con otros cortesanos sobre los significados arcaicos de palabras del Man’yōshū, el uso de términos chinos en la poesía japonesa y la métrica ideal para evocar la tristeza otoñal. Estas cartas, que mezclan lo técnico con lo emocional, son pequeñas joyas de sabiduría literaria.

OBRAS

«El cuento del cortador de bambú» es una creación de un autor concreto que busca la creación artística y que quiso dejar claro su mensaje a través de un lenguaje personal. Este relato constituye un material interesante para atestiguar el problema de las formas literarias en la literatura japonesa y su interrelación y desarrollo. Deja entrever los prototipos de cuentos y leyendas tradicionales que constituyen su marco fundamental. La historia de la princesa que vino de la Luna ha sobrevivido hasta nuestros días como uno de los cuentos populares favoritos de la población japonesa.

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*