MIGUEL DE MOLINOS

Miguel de Molinos

Miguel de Molinos nace el 30 de junio de 1628 en Muniesa, un pequeño pueblo de Aragón, España. Es hijo de una familia acomodada, lo que le permite acceder a una buena educación desde temprana edad. Desde joven, Molinos demuestra una inclinación profunda por la espiritualidad y el estudio de la teología, lo que lo llevará a convertirse en una figura clave del misticismo cristiano.

Tras su ordenación como sacerdote, Molinos se traslada a Roma, donde se convierte en un confesor muy solicitado por la aristocracia y la curia. En la Ciudad Eterna, establece relaciones con cardenales influyentes y se adentra en los círculos intelectuales y religiosos que debatían sobre la espiritualidad y la relación del alma con Dios. Es en este contexto donde desarrolla el quietismo, una doctrina que enfatiza la entrega absoluta a la voluntad divina y el abandono de los esfuerzos humanos en la vida espiritual.

A lo largo de su vida, Molinos se dedica a la escritura teológica y la dirección espiritual. Su obra más famosa, «Guía espiritual» (1675), es un tratado que propone el quietismo como camino de perfección, argumentando que el alma debe alcanzar un estado de quietud total para unirse con Dios. El libro tiene un éxito inmediato y es traducido a numerosas lenguas, convirtiéndose en un referente de la espiritualidad cristiana en toda Europa. También destaca su correspondencia con discípulos y seguidores, en la que profundiza en sus ideas místicas y en la necesidad de abandonar los deseos y esfuerzos propios para alcanzar la unión con Dios.

En 1685, la Inquisición lo arresta y lo somete a un largo proceso. Tras dos años de interrogatorios, es declarado hereje y condenado a cadena perpetua. A pesar de las presiones, Molinos nunca reniega de sus enseñanzas, aunque se ve obligado a firmar una retractación pública. Pasa sus últimos años recluido en la prisión de la Inquisición en Roma, donde muere el 28 de diciembre de 1696.

Curiosidades de Miguel de Molinos

Molinos es conocido por su visión radical de la espiritualidad, en la que sostiene que incluso las prácticas externas de devoción pueden ser obstáculos para la verdadera unión con Dios. Esta postura lo enfrenta con sectores poderosos dentro de la Iglesia, especialmente con los jesuitas, quienes ven en el quietismo una amenaza para la ortodoxia católica.

Molinos estudia en la Universidad de Valencia, donde se forma en teología y filosofía. Durante estos años, entra en contacto con corrientes espirituales que enfatizan la contemplación y el recogimiento interior. Su formación está influida por la tradición mística española, representada por Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, aunque su pensamiento evolucionará en una dirección propia.

Aunque Miguel de Molinos fue perseguido y condenado, su influencia se extendió por toda Europa. Su «Guía espiritual» fue leída y seguida por místicos y pensadores como Fénelon y Madame Guyon en Francia, quienes adoptaron y adaptaron sus ideas al contexto francés. Curiosamente, durante sus años en Roma, Molinos contó con la protección de influyentes cardenales que, en un principio, apoyaron sus enseñanzas antes de que se convirtieran en objeto de controversia.

Se dice que su condena fue también resultado de maniobras políticas dentro del Vaticano. Algunos historiadores sostienen que su caída fue promovida por los jesuitas, quienes veían en su doctrina un desafío a su autoridad en cuestiones espirituales. Además, su gran número de seguidores en la nobleza romana preocupaba a sectores de la Iglesia que temían una excesiva independencia en la vida espiritual.

Molinos pasó sus últimos años en completa oscuridad, pero sus ideas no murieron con él. Su pensamiento influyó en la espiritualidad de los siglos posteriores y sigue siendo objeto de estudio en la historia del misticismo cristiano.

OBRAS

La Guía Espiritual de Miguel de Molinos es un compendio, un camino y un método de la vida espiritual. Escrita sin otra lectura ni estudio que la oración, desembaraza, al decir de su autor, el alma y la conduce por el interior camino. Su objetivo es ayudar a aquellos que quieran saborear la vida espiritual, conducir a las almas que buscan en su peregrinar. Fruto de una larga experiencia personal que en ningún momento Molinos intenta imponer a sus lectores, es este un libro que apela a la libertad interior y a la experiencia directa de lo divino, lo cual le costó a su autor la muerte en las cárceles de la Inquisición.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.