MAX AUB

Max Aub (1903-1972)
Max Aub nació el 2 de junio de 1903 en París, Francia, en el seno de una familia de origen alemán. Su padre era un comerciante judío de nacionalidad alemana, y su madre, de origen francés, fue quien se encargó de su educación en sus primeros años. A los pocos meses de su nacimiento, la familia Aub se trasladó a España, país que se convirtió en su hogar y donde desarrollaría su vida y carrera literaria. Max Aub fue, por tanto, un escritor de identidad múltiple, marcado por el crisol de influencias culturales que componen su historia personal.
En su juventud, se trasladó a Madrid, donde estudió en la Escuela de Bellas Artes. Fue en la capital española donde comenzó a relacionarse con importantes figuras literarias y culturales de la época. Su primer contacto con el mundo de las letras fue a través del teatro, aunque pronto amplió su horizonte literario, abrazando la poesía y la narrativa. Sin embargo, su vida y su obra quedaron profundamente marcadas por los dramáticos sucesos de la Guerra Civil Española.
Max Aub se alineó con la República y luchó en las filas republicanas durante la Guerra Civil, lo que lo llevó a convertirse en un testigo directo de los horrores del conflicto. Al terminar la guerra con la victoria franquista, Aub se exilió en Francia. Fue en el exilio donde la mayor parte de su obra se gestó, aunque también fue en esos años cuando escribió algunas de sus obras más conocidas, como la famosa trilogía El laberinto mágico (1943-1960), una serie de novelas que abordan los temas de la guerra, el exilio y la condición humana.
Durante su estancia en Francia, Max Aub vivió con dificultades económicas, pero continuó escribiendo, publicando y colaborando en diversas revistas literarias. Su literatura, de tono humanista, se caracteriza por su enfoque en la memoria histórica y en la reflexión sobre el sentido del sufrimiento, la esperanza y la identidad. A lo largo de su vida, Aub también mantuvo una relación cercana con otros exiliados españoles, como Luis Cernuda, y se convirtió en una figura representativa de la literatura del exilio.
A lo largo de su carrera, Max Aub cultivó diversos géneros: narrativa, poesía, ensayo, y especialmente el teatro. Sus obras teatrales son una muestra de su profunda preocupación por la condición humana y la sociedad, y sus relatos reflejan una visión crítica y pesimista de la historia. Entre sus obras más destacadas se encuentran El laberinto mágico, La calle de Vallehermoso y La verdadera historia de la muerte de Francisco Franco.
Aub murió el 22 de julio de 1972 en la ciudad de Niza, Francia.
Curiosidades de Max Aub
Aub fue un escritor marcado por su doble identidad: por un lado, su herencia alemana, por el otro, su formación española. Su obra refleja esta compleja amalgama de influencias culturales, lo que le permitió tener una mirada crítica y profunda sobre la realidad española, pero también sobre la historia universal. Su doble perspectiva le permitió abordar temas como el exilio, el destierro y la lucha por la libertad, con una mirada más amplia y reflexiva.
El exilio fue un tema central en la obra de Max Aub, especialmente después de la Guerra Civil Española. Tras la victoria franquista, Aub se vio forzado a abandonar su patria y vivir en Francia, lo que influyó enormemente en su producción literaria. Sus textos reflejan la tristeza y la desolación del exiliado, pero también la necesidad de construir una identidad nueva en tierras extranjeras. Esta experiencia de destierro fue clave no solo en su vida personal, sino en su escritura, que se convierte en un vehículo de memoria histórica y de lucha por la justicia.
Una de las obras más importantes de Max Aub es su trilogía El laberinto mágico (1943-1960), que consiste en tres novelas que abordan la Guerra Civil Española y sus secuelas. Esta obra se ha considerado una de las más completas y profundas sobre el conflicto, abordando tanto las vivencias de los combatientes como los efectos de la guerra en la sociedad española. El laberinto mágico es una serie de relatos entrelazados que exploran la guerra desde distintas perspectivas, mostrando el sufrimiento de los exiliados, el trauma de los perdedores y la tragedia humana inherente a los conflictos bélicos.
Max Aub también destacó como dramaturgo, y sus obras teatrales reflejan su preocupación por el absurdo de la vida humana y la injusticia social. Su obra La muerte de un viajante es uno de sus trabajos teatrales más conocidos y trata sobre la muerte y la incomunicación entre los seres humanos, temas recurrentes en su producción. En su teatro, Aub se muestra profundamente influenciado por el surrealismo y el simbolismo, lo que le permitió crear obras con una gran carga de simbolismo y reflexión filosófica.
Aub fue un firme defensor de la memoria histórica, sobre todo en lo relacionado con la Guerra Civil Española. Su obra es una llamada a recordar los horrores del conflicto y a no olvidar las luchas de la República. En el exilio, se dedicó a escribir y a difundir la memoria de los derrotados, denunciando las injusticias del franquismo y de la dictadura. Para él, la memoria histórica no solo era una forma de rendir homenaje a los caídos, sino también una manera de luchar contra el olvido y la impunidad.
Max Aub se caracteriza por un estilo narrativo muy particular, que mezcla la crónica histórica con la ficción. Su prosa tiene una gran capacidad para crear atmósferas de angustia, desesperación y, al mismo tiempo, de esperanza. En sus relatos, el tiempo se diluye y los personajes se encuentran atrapados en situaciones absurdas, lo que le da a su obra una profunda carga existencial. Este estilo, combinado con su mirada política, le permitió crear una literatura de gran densidad emocional
Al igual que muchos de sus contemporáneos, Max Aub fue influido por las vanguardias europeas, especialmente por el surrealismo y el dadaísmo. Su obra tiene una clara influencia de estos movimientos, que se reflejan en su uso del absurdo y en su ruptura con las convenciones narrativas tradicionales. Esta influencia es especialmente evidente en sus primeros trabajos, que muestran una gran libertad formal y una búsqueda constante de nuevas formas de expresión.¡
A pesar de su importancia literaria, Max Aub no recibió el reconocimiento que merecía durante su vida. Fue un escritor que se mantuvo al margen de los grandes círculos literarios de la España franquista, debido a su compromiso con la República y su exilio. Sin embargo, su obra fue reconocida por un círculo selecto de intelectuales y escritores del exilio, como Luis Cernuda, y en las décadas posteriores, su figura ha ido creciendo en importancia, siendo considerado uno de los grandes escritores del siglo XX en lengua española.
Max Aub fue un escritor profundamente comprometido con su tiempo. Su obra refleja su lucha constante por la libertad, la justicia y la democracia. A lo largo de su vida, se posicionó abiertamente contra la dictadura de Franco y denunció las atrocidades de la guerra. Este compromiso político no solo se reflejó en sus textos, sino también en su vida personal, ya que Aub participó activamente en actividades políticas y en la defensa de los derechos humanos.
OBRAS
«Toda la experiencia vivida por Max Aub en los años centrales de su vida, los de la Guerra Civil española, los trasladó al inmenso corpus narrativo al que llamó El laberinto mágico. Lo componen seis novelas, Campo cerrado, Campo de sangre, Campo abierto, Campo del moro, Campo francés y Campo de los almendros, y un gran número de cuentos.»
Instituto Cervantes
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*
Aparecida por primera vez en México en 1945, continúa el devenir de la contienda, tras «Campo cerrado» y «Campo abierto», situándose en el periodo de tiempo que abarca desde la Nochevieja de 1937 al Día de San José de 1938. Barcelona y la batalla de Teruel son los escenarios donde Aub, con la fuerza magistral que mantiene de principio a fin, nos relata la sórdida y angustiosa atmósfera que se extiende a cada paso en el conflicto, una violencia que contamina a sus personajes y que se refugia en la traición, la voracidad o la muerte.
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*
Concebida como continuación de Campo cerrado, que inicia el ciclo, la novela abarca tres momentos decisivos de los meses posteriores a la sublevación del ejército, situados en Valencia, Burgos y finalmente en MadridDe la misma manera que en el resto de las entregas, Aub no elude la parcialidad ni el punto de vista humano, sino que los sitúa como ejes de una narración que gira entre la realidad y la ficción y que nos muestra el perfil contradictorio, lleno de luces y sombras, de sus personajes y los acontecimientos en los que se vieron inmersos.
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*
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