LUIGI PIRANDELLO

Luigi Pirandello (1867-1936)
Luigi Pirandello nació el 28 de junio de 1867 en Agrigento, Sicilia, en el seno de una familia burguesa con raíces en la industria del azufre. Durante su infancia, Sicilia vivía los efectos de la reciente unificación italiana, un contexto que marcaría su visión del mundo. A pesar de que su padre esperaba que siguiera con el negocio familiar, Pirandello mostró desde joven una inclinación por la literatura y los estudios humanísticos.
Tras estudiar en Palermo y Roma, completó su formación en la Universidad de Bonn, Alemania, donde obtuvo su doctorado en Filología Románica en 1891. Su tesis versó sobre el dialecto siciliano, reflejando su interés por la lengua y las identidades culturales. A su regreso a Italia, comenzó a dar clases de literatura italiana y a publicar relatos y poemas.
En 1894 se casó con Antonietta Portulano, con quien tuvo tres hijos. Sin embargo, la quiebra de la empresa familiar en 1903 y la crisis mental de su esposa marcaron un punto de inflexión en su vida. Durante años, Antonietta sufrió celos delirantes y paranoias que la llevaron a ser internada en 1919, mientras Pirandello se volcaba en la escritura como una vía de escape.
Pirandello se hizo célebre como dramaturgo con Seis personajes en busca de autor (1921), una obra revolucionaria que desafiaba la estructura tradicional del teatro y exploraba la naturaleza de la realidad y la ficción. También escribió novelas notables como El difunto Matías Pascal (1904), que cuestiona la identidad y la percepción de uno mismo.
En 1934 recibió el Premio Nobel de Literatura en reconocimiento a su contribución al teatro moderno. Falleció el 10 de diciembre de 1936 en Roma, en plena dictadura fascista, dejando instrucciones para que su funeral fuera sencillo y sin honores oficiales, aunque sus deseos no fueron completamente respetados.
Curiosidades de Luigi Pirandello
Uno de los temas recurrentes en la obra de Pirandello es la locura, un reflejo de su propia experiencia con la enfermedad mental de su esposa. Antonietta, tras la ruina económica de la familia, comenzó a desarrollar paranoia extrema, llegando a creer que Pirandello la engañaba y que sus hijos conspiraban contra ella.
Este episodio marcó profundamente al escritor. Se dice que escribía de madrugada para evitar sus arrebatos y que en varias ocasiones tuvo que huir de casa para refugiarse en la calle. Antonietta fue finalmente internada en un sanatorio en 1919, pero Pirandello nunca dejó de visitarla ni de sostener su cuidado económico.
La experiencia de convivir con la locura se trasladó a sus personajes. Muchas de sus obras presentan protagonistas atrapados en un conflicto entre la percepción y la realidad, como en Enrique IV (1922), donde un hombre finge estar loco hasta que la actuación se convierte en su única realidad posible.
Aunque hoy es considerado uno de los grandes renovadores del teatro, Pirandello no fue comprendido en sus inicios. Seis personajes en busca de autor fue estrenada en Roma en 1921 y generó una auténtica revuelta en la sala: el público, indignado por su estructura fragmentaria y su metateatralidad, interrumpió la representación con abucheos y gritos de “¡Locura! ¡Locura!”.
Sin embargo, el mismo año la obra se estrenó en París con gran éxito, lo que llevó a una revalorización de su teatro en Italia. Pirandello afirmaba que el teatro debía abandonar la idea de representar una realidad objetiva, porque la realidad misma era incierta y subjetiva.
Uno de los aspectos más polémicos de Pirandello fue su relación con el fascismo. En 1924, se inscribió en el Partido Nacional Fascista de Mussolini y llegó a escribir textos favorables al régimen. Sin embargo, su adhesión fue más pragmática que ideológica: buscaba apoyo para su teatro y la financiación de la Compañía del Teatro de Arte de Roma, que dirigió entre 1925 y 1928.
No obstante, su relación con el fascismo fue ambigua. Aunque Mussolini lo admiraba, Pirandello nunca escribió obras de propaganda y mantuvo una postura individualista. En entrevistas afirmaba que no le interesaba la política y llegó a declarar: “Soy fascista porque no puedo ser otra cosa”.
En sus últimos años, el régimen dejó de considerarlo un aliado confiable, y su teatro no encajaba con la narrativa heroica del fascismo. Tras su muerte, fue enterrado sin grandes honores, aunque en 1938 el gobierno trasladó sus restos a Sicilia en una ceremonia oficial.
Pirandello murió de una pulmonía en 1936, pero su testamento dejó instrucciones muy precisas para su entierro: quería ser incinerado sin ceremonia y sin lápida, en un funeral modesto. Sin embargo, sus deseos fueron ignorados.
Al morir, fue velado en Roma con honores de Estado. En 1947, sus cenizas fueron trasladadas a Agrigento, pero en el proceso ocurrió un episodio grotesco: el coche fúnebre se averió en plena carretera siciliana y el ataúd quedó abandonado en la cuneta durante varias horas. Cuando finalmente llegó a su destino, sus restos fueron enterrados en un monumento, en contra de su voluntad.
Pirandello y el poeta Gabriele D’Annunzio mantuvieron una rivalidad intelectual durante años. Mientras D’Annunzio representaba la literatura grandilocuente, estética y heroica, Pirandello defendía un arte más introspectivo y crítico con la sociedad.
En una ocasión, D’Annunzio despreció a Pirandello llamándolo “un escritor menor”, a lo que este respondió con ironía: “No todos podemos ser profetas de nuestra propia estatua”. Pirandello despreciaba el narcisismo de D’Annunzio y su teatralidad, mientras que D’Annunzio veía en él a un “existencialista frustrado”.
Pirandello fue un precursor del teatro del absurdo y un gran innovador de la dramaturgia contemporánea. Autores como Samuel Beckett, Eugène Ionesco y Jean-Paul Sartre reconocieron su influencia. La idea de la fragmentación de la identidad y la ruptura con la lógica teatral convencional en su obra anticipó la crisis del teatro tradicional.
Incluso en el cine su huella es evidente: el cine de Fellini, Bergman y Buñuel recoge su exploración de la subjetividad y la percepción de la realidad.
OBRAS
Uno, ninguno y cien mil, la última novela de Pirandello, es una obra breve, no menor ni secundaria, pero total y absolutamente lateral y discursiva: una circunstancia casual lleva a un personaje —Vitangelo Moscarda— a preguntarse quién o qué es realmente. El descubrimiento de que su nariz está inclinada hacia la derecha lo lleva a interrogarse sobre su identidad: si nunca, en sus veintiocho años de vida, había caído en la cuenta de que tenía la nariz inclinada, un número impreciso de hechos no ha de ser como él los creía.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
Pirandello supo romper con el teatro naturalista de la época y marcó una nueva línea en la manera de concebir el teatro. En la edición definitiva de su teatro, de la que él mismo se encargó, reunió en el primer volumen tres obras unificadas bajo la etiqueta de «teatro en el teatro». Son éstas las tres obras incluidas en esta edición.
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Publicada en 1904, esta novela narra la historia de un hombre común que lleva una vida monótona y aburrida en una pequeña ciudad del sur de Italia, hasta que su existenciada da un giro inesperado cuando gana una pequeña fortuna y una muerte anónima le permiten adoptar una nueva identidad en Roma. Luigi Pirandello, siempre atento a los absurdos de la vida y las vueltas del destino, reflexiona con humor e ironía sobre la naturaleza humana y las convenciones sociales de una Italia en vías de modernización
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Publicada en 1921 y representada desde entonces incontables veces en todos el mundo, Seis personajes en busca de autor presenta a un grupo de personajes que irrumpen en el ensayo de una obra teatral en busca de un autor que pueda contar su historia completa y darles un sentido y un final. Exploración de la teoría clásica de la representación, la obra cuestiona la idea misma de la verdad en el arte y desafía las convenciones teatrales tradicionales.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.