LEWIS CARROLL

Lewis Carroll (1832-2898)

Charles Lutwidge Dodgson, conocido mundialmente como Lewis Carroll, nació el 27 de enero de 1832 en Daresbury, Cheshire, Inglaterra. Fue el tercero de once hijos en una familia profundamente religiosa y con inclinaciones intelectuales. Su padre, un clérigo anglicano, le proporcionó una educación sólida que combinaba religión, matemáticas y literatura.

Desde joven, mostró un talento excepcional para las matemáticas y la lógica, lo que lo llevó a estudiar en el Christ Church College de Oxford. Allí se convirtió en profesor de matemáticas y se destacó como un brillante lógico y fotógrafo aficionado.

Carroll es mundialmente conocido por su obra más famosa, «Alicia en el país de las maravillas» (1865), seguida por su secuela «A través del espejo y lo que Alicia encontró allí» (1871). Estas historias, inspiradas en su amistad con la niña Alice Liddell, combinan fantasía, juegos de lógica y una sátira sutil de la sociedad victoriana. También escribió obras matemáticas y lógica simbólica, aunque estas fueron menos populares.

Murió el 14 de enero de 1898 en Guildford, Surrey, dejando un legado literario y matemático que sigue fascinando a generaciones de lectores. En su testamento, pidió ser enterrado en Guildford y prohibió la publicación de su diario personal. Su familia destruyó muchas de sus cartas, alimentando aún más el misterio en torno a su vida privada.

Curiosidades de Carroll: el Amante de los niños

El nombre «Lewis Carroll» no fue una elección casual. Dodgson creó su seudónimo jugando con su propio nombre en latín:

  • «Charles Lutwidge» se traduce como «Carolus Lodovicus».
  • Al invertirlo y adaptarlo, se convirtió en Lewis Carroll.

Curiosamente, nunca se sintió completamente cómodo con su identidad literaria. En sus cartas, evitaba referirse a sí mismo como Lewis Carroll y rechazaba entrevistas sobre su obra de ficción.

El personaje de Alicia nació de una tarde de verano. El 4 de julio de 1862, Dodgson realizó un paseo en barca por el río Támesis con Alice Liddell, hija del decano de Christ Church, y sus hermanas. Durante el trayecto, Carroll improvisó un cuento fantástico sobre una niña que caía en una madriguera y vivía aventuras absurdas.

Alice Liddell le pidió que escribiera la historia, y en 1864 le entregó un manuscrito titulado «Las aventuras subterráneas de Alicia». Un año después, con ilustraciones de John Tenniel, el libro fue publicado y se convirtió en un éxito inmediato.

Más allá de la literatura, Carroll fue un brillante matemático. Publicó tratados de álgebra, lógica y teoría de juegos. Inventó acertijos matemáticos y dispositivos mnemotécnicos, y su interés por los números influyó en su narrativa:

  • El Sombrerero Loco y su enigma sin respuesta («¿Por qué un cuervo se parece a un escritorio?») es un reflejo de su amor por los juegos lógicos.
  • En A través del espejo, toda la estructura de la historia sigue el desarrollo de una partida de ajedrez.

Carroll fue un apasionado fotógrafo y realizó más de 3.000 fotografías, de las cuales muchas se han perdido. Su tema favorito eran los niños, y en especial Alice Liddell y otras niñas de la alta sociedad victoriana.

La figura de Lewis Carroll (seudónimo de Charles Lutwidge Dodgson) ha sido objeto de controversia debido a su estrecha relación con niñas, en particular Alice Liddell, la inspiración para Alicia en el país de las maravillas. Dodgson mantenía una amistad cercana con la familia Liddell y solía fotografiar a Alice y sus hermanas, al igual que a otras niñas, en retratos que a veces las mostraban en atuendos clásicos de la época, incluso en algunas ocasiones con poca ropa.

Algunas interpretaciones modernas han sugerido que Carroll podría haber sentido una atracción inusual por las niñas. Esta idea se basa en su afición por fotografiarlas y en cartas en las que expresaba su predilección por su compañía. Sin embargo, no hay evidencia concreta que sugiera una conducta inapropiada. En la época victoriana, la fotografía infantil semidesnuda no tenía la connotación que se le daría hoy y era vista en ciertos círculos como una expresión de inocencia.

Otra fuente de especulación es la repentina ruptura de la relación entre Carroll y la familia Liddell en 1863. No se conocen las razones exactas, ya que algunas páginas de su diario de esa época fueron arrancadas por sus familiares tras su muerte. Esto ha dado pie a numerosas teorías, aunque sin pruebas concluyentes.

Las ilustraciones de John Tenniel fueron clave para la fama de Alicia, pero Carroll y Tenniel chocaron constantemente. Carroll, perfeccionista, daba instrucciones detalladas sobre cada dibujo, lo que Tenniel encontraba exasperante.

Cuando Carroll publicó Silvia y Bruno (1893), otro libro infantil, Tenniel rechazó ilustrarlo, declarando que no quería repetir la experiencia.

Su obra ha inspirado términos en la ciencia:

  • El «Síndrome de Alicia en el país de las maravillas», una condición neurológica donde los objetos parecen cambiar de tamaño, se nombra en su honor.
  • El «Gato de Cheshire» se menciona en física cuántica en relación con el «fenómeno de la desaparición de partículas».

OBRAS

Escrito para la niña Alicia Liddell, de diez años de edad, «Alicia en el País de las Maravillas» (1865) es un delicioso entramado de situaciones verosímiles y a la vez absurdas, metamorfosis insólitas de seres y ambientes, juegos con el lenguaje y con la lógica y asociaciones oníricas que hacen de él un libro inolvidable. Seis años más tarde halló una secuela equiparable, cuando no superior, en A través del espejo y lo que Alicia encontró al otro lado, que cuenta entre sus personajes con algunos de los más citados y conocidos de este peculiar universo, como Tararí y Tarará (Tweedledee y Tweedledum) o el oviforme Zanco Panco (Humpty Dumpty).

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

Esta edición comentada de «Alicia en el País de las Maravillas» y «A Través del Espejo» es la primera en español que acentúa el punto de vista lógico y lingüístico. La evidencia de que la lógica de la imaginación implícitamente contenida en los cuentos de Alicia es la misma que el autor hizo explícita en sus ensayos lógicos quizá ayude a atisbar algo más el misterio de ese fascinante genio creador del disparate lógico y lingüístico que, para intriga y deleite de niños y mayores, fue Lewis Carroll.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.