LEV TOLSTOI

Lev Tolstoi (1828-1910)

Lev Nikoláyevich Tolstói nace el 9 de septiembre de 1828 en el rancho de Yasnaya Polyana, en la provincia de Tula, Rusia, en el seno de una familia aristocrática. Fue el cuarto hijo de los condes Nikolái Tolstói y Maria Volkónskaia. A los dos años, sus padres mueren, lo que deja al joven Lev bajo el cuidado de parientes cercanos. A pesar de su origen noble, su infancia estuvo marcada por la tragedia y las dificultades emocionales, y su formación académica fue irregular, recibiendo educación en varias instituciones.

Tolstói se matricula en la Universidad de Kazán, pero abandona sus estudios de Derecho para regresar a su hogar en 1847. Durante esta etapa, se dedica a una vida de lujo y disfrute superficial, pero su personalidad cambia cuando se ve confrontado con la insatisfacción de los valores de su clase. La toma de conciencia de su vacuidad y la búsqueda de un propósito moral marcarán su vida y su escritura.

A los 23 años, Tolstói se alista en el ejército y participa en la Guerra de Crimea, experiencia que tendrá un impacto profundo en su visión del mundo. Su vivencia como soldado y la observación de la dureza de la guerra influyeron en sus primeras obras, como La guerra y la paz (War and Peace, 1869) y Ana Karenina (Anna Karenina, 1877), ambas consideradas dos de las grandes novelas de la literatura mundial.

La guerra y la paz, una obra monumental sobre la historia rusa y la vida durante las guerras napoleónicas, destaca por su exploración profunda de los personajes y su relación con la historia. Por otro lado, Ana Karenina, una tragedia sobre la infidelidad y las consecuencias de las decisiones personales en el contexto social, ha sido reconocida como una de las mejores novelas jamás escritas.

Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, Tolstói atraviesa una crisis espiritual que lo lleva a abandonar su vida aristocrática y adoptar una forma de vida ascética. Se convierte en un ferviente cristiano, adoptando ideas no convencionales sobre la religión, la moral y la ética, y entra en conflicto con las autoridades de la Iglesia ortodoxa rusa. Su última etapa de vida está marcada por un deseo de vivir de manera más simple y honesta, lo que lo lleva a renunciar a sus bienes materiales y tratar de vivir como un campesino común.

Tolstói muere el 20 de noviembre de 1910 en la estación de tren de Astápovo, en Rusia, tras abandonar su hogar y su familia en busca de una vida más austera.

Curiosidades de Lev Tolstoi

La juventud de Tolstói fue una de disonancia con su entorno social. Creció en la aristocracia, disfrutando de una vida de lujo, pero con el tiempo, comenzó a cuestionar los valores y el materialismo de la nobleza rusa. A pesar de tener una familia acaudalada y ser dueño de grandes tierras, Tolstói aborrecía el lujo superficial que caracterizaba a la clase alta. En su madurez, desarrolló una profunda aversión a los privilegios de su clase, lo que lo llevó a adoptar una forma de vida ascética, renunciando a la propiedad y el confort. El cambio que experimentó lo hizo profundamente crítico con la aristocracia, la religión organizada y el gobierno zarista.

Su dilema existencial se refleja en sus obras, particularmente en La muerte de Iván Ilich (1886), una obra que aborda la muerte de un burócrata que vive una vida vacía. La obra fue escrita como un reflejo de la propia angustia de Tolstói respecto a la vida, la muerte y la moralidad. La búsqueda de la verdad y la necesidad de una vida más auténtica fue un tema recurrente en sus últimos años, y se puede ver tanto en sus obras como en sus decisiones personales.

Uno de los giros más sorprendentes en la vida de Tolstói fue su conversión a una forma de cristianismo no institucionalizada, conocida como tolstoísmo, que rechaza la doctrina oficial de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Esta transformación fue provocada por una crisis espiritual que vivió en sus años 50. Después de una profunda reflexión sobre la vida y la muerte, Tolstói adoptó una visión de Cristo que era más ética que teológica, enfocada en la pacifismo, la pobreza y la no violencia. La creencia en el amor y la hermandad universal lo llevó a rechazar las riquezas materiales y a vivir de manera austera, de acuerdo con los principios de pobreza y humildad.

Su postura religiosa fue controversial en su época y lo llevó a ser excomulgado por la Iglesia Ortodoxa Rusa. Sus enseñanzas influenciaron a muchos pensadores y líderes sociales, incluidos figuras como Mahatma Gandhi, quien se sintió profundamente atraído por la ética cristiana no violenta de Tolstói.

El matrimonio de Tolstói con Sofía Behrs, una joven de 18 años, fue una de las relaciones más complejas de su vida. Se casaron en 1862, y tuvieron 13 hijos. A pesar de esta aparente felicidad, la relación fue problemática, especialmente en los últimos años de su vida. La gran diferencia de edad, el carácter dominante de Sofía y la creciente insatisfacción de Tolstói con su vida familiar generaron una tensión constante.

Sofía, que era una mujer culta y dedicada a su marido, le ayudó en la transcripción de sus obras, pero el distanciamiento emocional de Tolstói hacia ella fue progresivo. A medida que su vida espiritual se radicalizaba, Tolstói consideraba su vida familiar como un obstáculo para su crecimiento moral, y finalmente, intentó escapar de su hogar, buscando una existencia más austera en el campo. En sus últimos años, Tolstói se distanció tanto de su esposa que abandonó la casa familiar en secreto, algo que fue un gran golpe emocional para Sofía, quien sufrió mucho con la partida de su esposo. Aunque Tolstói vivió unos días en una estación de tren, fue allí donde falleció, agotado y alejado de su familia.

Tolstói ha dejado una huella indeleble en la literatura mundial, no solo con La guerra y la paz y Ana Karenina, sino también con sus cuentos filosóficos y sus reflexiones sobre el sentido de la vida. Su enfoque hacia la literatura se caracteriza por una profunda atención a los detalles psicológicos y sociales, además de su capacidad para crear personajes multidimensionales.

Su influencia se extiende más allá de la literatura, pues su filosofía de vida ha tocado la vida de muchos pensadores y líderes a lo largo de los años. El pacifismo, la autocrítica y el cuestionamiento profundo de las estructuras sociales y religiosas presentes en su obra continúan siendo estudiados y admirados. Su vida misma se convirtió en un ejemplo de la lucha por la verdad y la búsqueda de una vida más justa y genuina.

La visión que Tolstói tenía de la muerte cambió completamente a lo largo de su vida. En sus últimos años, cuando se enfrentó a la inminencia de la muerte, escribió varios ensayos y tratados sobre el tema, en los que reflexionó sobre la vida después de la muerte y el sentido de la existencia. En La muerte de Iván Ilich (1886), Tolstói presenta una poderosa reflexión sobre el miedo a la muerte y el sufrimiento humano, mostrando la profunda transformación que sufrió el protagonista, que comienza a ver la vida de una manera más auténtica y significativa solo al enfrentarse a la muerte.

OBRAS

En esta bellísima historia, Tolstói nos habla del amor y del matrimonio a través de la historia de Masha y Serguéi. Contemplamos su enamoramiento, el candor de los primeros momentos, la dicha de la intimidad compartida, así como las tempranas decepciones que dan paso al verda dero amor. Un texto sobre la generosidad y la ternura que subyacen en toda unión profunda.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

Obra cumbre de Lev Tolstói (junto a Anna Karénina) y de la narrativa del XIX, Guerra y paz constituye un vasto fresco histórico y épico. Con la campaña napoleónica -Austerlitz, Borodinó o el incendio de Moscú- como trasfondo, se narra la historia de dos familias de la nobleza rusa, los Bolkonski y los Rostov, protagonistas de un mundo que empieza a escenificar su propia desaparición.

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La sola mención del nombre de Anna Karénina sugiere inmediatamente dos grandes temas de la novela decimonónica: pasión y adulterio. Pero, si bien es cierto que la novela, como decía Nabokov, «es una de las más grandes historias de amor de la literatura universal», baste recordar su celebérrimo comienzo para comprender que va mucho más allá: «Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su modo».

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La obra de Tolstói reflejó toda una época de la vida de Rusia: para él «la novela tiene como finalidad la descripción global de la vida humana»; y los sucesos que se desarrollan en «Anna Karénina» revelan una observación atenta y directa de un ambiente del que el propio autor fue partícipe. Aunque desde su aparición fue acogida como una reacción contra el movimiento naturalista francés, sigue en esta obra los modelos del naturalismo hasta superarlos.

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Perteneciente a la más antigua nobleza rusa, Lev Tolstói (1828-1910) adquirió fama tempranamente con los tres relatos autobiográficos que se reúnen en este volumen. Publicados todos ellos por la revista Sobremennik de San Petersburgo, «Infancia» vio la luz en 1852, «Adolescencia» en 1854 y «Juventud» en 1857, aunque este último, por problemas de censura, no se editó íntegro de hecho hasta 1928, de forma póstuma. Escudándose bajo un nombre supuesto, el autor relata en primera persona los más diversos acontecimientos de su peripecia vital a partir de los diez años y sus conflictos íntimos. 

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