Contenidos

El Purgatorio de Dante
El Purgatorio actúa como una antítesis del Infierno, pues su topología es contraria. En concreto, es representado como una montaña, en una isla, en el hemisferio contrario a Jerusalem. Tiene forma de cono truncado y en su cima, llana, se encuentra la terraza del paraíso terrenal.
En la primera sala, o terraza, se encuentra la playa del purgatorio, o el Antepurgatorio, donde Dante y Virgilio se encuentran con Catón, quien gritaba aquella divisa tan manida: “Cartago ha de ser destruida”.
“Los condenados todos le he mostré
Y ahora mostrarle quiero los espíritus
Que bajo tu dominio están purgándose” (Purgatorio I, p.304 64-66)
En el Antepurgatorio descansan los que, en vida, dejaron de arrepentirse y esperan la purificación completa. Esta terraza está dividida en cuatro repechos. En el primero esperan, avanzando lentamente aquellos que murieron excomulgados pero arrepentidos. En el segundo repecho esperan las almas que fueron perezosos en vida y que tardaron demasiado en arrepentirse. El siguiente nivel del antepurgatorio lo ocupan los pecadores de una muerte violenta. Y por último, los príncipes negligentes que en vida no se preocuparon de la misión política.
“Hay quien, cuando al vecino gane, espera
Su encumbramiento, por lo cual tan solo
Lo quiere ver caído de su altura;
Hay quien favor, poder, honor y fama,
Teme perder porque otro lo supere,
Y tal pena le da que ama lo opuesto;
Y hay quien por las injuruas se exaspera,
De la venganza se hace deseoso,
Y urdir el mal ajeno necesita. (Purgatorio XVII, p, 417, 115-123)
EL ANTEPURGATORIO
Ante la puerta del Purgatorio, al que Dante asciende como embebido en un sueño, se encuentra con el ángel protector que graba en su frente siete “p”, por los siete pecados capitales que Dante ha limpiado en su descenso por el infierno. Este viaje iniciático se convierte paulatinamente en una evolución gnóstica del personaje, que es conducido hasta su aprendizaje inmaculado y su desarrollo completo.
“Antes de que llegaran a ese monte
Las almas dignas de subir a Dios
Les dio a mis huesos sepultura Octavio.
Yo soy Virgilio, y por ninguna culpa,
Salvo el no tener fe, perdí los cielos.
Así repuso mi maestro entonces.
(Purgatorio VII, p.342. 4-9)
LAS TERRAZAS DEL PURGATORIO
Terraza primera: los orgullosos y soberbios
Avanzan lentamente cargados con peñascos, expiando sus pecados. Dante repite los humildes ejemplos de María y recuerda a Casella, un amigo personal que murió durante la escritura de la obra.
“No tengas miedo —mi señor me dijo—
Tranquilo que a buen puerto hemos llegado;
No mengües, mas alarga tu coraje.
Al Purgatorio acabas de llegar:
Ve a la pendiente que lo cierra en torno
Y ve a la entrada en donde se interrumpe”
(Purgatorio IX, p. 358, 46-51)
Terraza segunda: la envidia
Las almas envidiosas vistan de púrpura, y cargan con el cilicio, arrodilladas. Dante habla con Sapia, una envidiosa. Continúa su ascenso.
“Luego empujó la puerta sacrosanta
Diciéndonos: Entrad, pero os advierto,
Que vuelve fuera aquel que atrás mirase”
[quien aún tuviese nostalgia del pecado]
(Purgatorio X, p. 362. 130-132) 378.
Terraza tercera: Ira
Caminan los iracundos por densa niebla, tan profunda como la noche. Conoce a Manfredo, que le cuenta su historia de redención.
“Creada el alma para amar dispuesta,
Se mueve hacia cualquier cosa que gusta,
En cuanto el gusto la provoca al acto.
La percepción, de seres verdaderos,
Extrae la imagen, que os despliega dentro,
De modo que hace que a esta tienda el alma;
Y si al tender, hacia ella se doblega,
Amor se llama ese doblegamiento,
Que por gustar primero entra en vosotros.
Después, igual que el fuego va a lo alto,
Porque al subir su esencia fue creada,
Adonde más perdura en su materia.
(Purgatorio XVIII. P. 419, 19-30)
La «Divina Comedia» es la relación de un viaje en que, en su tránsito desde el Infierno hasta el Cielo, el autor encuentra su propia identidad. En esta obra de enorme fuerza expresiva Dante fundió el pensamiento filosófico con las ideas políticas y los conocimientos literarios. En ella, cada personaje, cada episodio, tiene un profundo significado que va más allá de la simple anécdota. La versión poética de Abilio Echeverría ha logrado respetar plenamente el sentido, el metro y el ritmo de la obra, sin despojarla de su grandeza. Completa la presente edición un prólogo a cargo de Carlos Alvar que recrea la biografía de Dante e ilustra el proceso de creación que alumbró la obra.
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*
Terraza cuarta: Pereza y avaricia
“El mundo está privado por completo,
Cual tú me dices, de cualquier virtud,
Y grávido y cubierto de malicia;
Mas la razón te pido que muestres,
Tal que la vea y la trasmita, porque
Hay quien lo achaca al cielo y quien al hombre” (Purgatorio XVI p. 407, 58-63)
Terraza quinta: la gula
Los golosos están tumbadas en el suelo y son alimentados con manjares. Hablan con Forese Donati y se encuentran con Bonaguinta.
“Ahora, hijo mío,
Se acerca a la ciudad de Dite,
Con grande acopio de habitantes grave.
Yo vi a más de un millar sobre la puerta
Llovidos del cielo, que con rabia decían:
¿Quién es este que sin muerte
Camina por el reino de los muertos?.
Y señas hizo mi maestro sabio,
Que quería con secreto hablarles. (p. 129 Infierno VIII, 67-89)
Terraza Sexta: la lujuria
Las almas lujuriosas están purificando sus pecados en una llamarada de fuego. Se habla sobre el amor y la pasión. Están envueltos en un mar de fuego, divididos en dos grupos que caminan en sentidos opuestos; una fila contiene a los pecadores según la naturaleza y a otros a los contra natura).
“Y luego comenzó: si mis palabras,
Hijo, en la mente guardas, y recibes,
Darán luz a aquel “cómo” que mencionas.
La sangre superior, que por las venas
Sedientas no se absorbe, y permanece
Cual alimento que sobrase, toma
Dentro del corazón a cualquier miembro
El poder de dar forma, como aquella
Que a hacerse aquellos por las venas va. (PurgatorioXXV, p. 470 34-42)
En este sentido, surge la idea de la Teoría de reproducción humoral, planteada por Aristóteles y perfeccionada por Galeno en el siglo III después de Cristo. Según Aristóteles, el proceso de reproducción estaba determinado por dos principios: un principio activo masculino y un principio pasivo femenino. Aristóteles creía que el semen masculino contenía el «alma» o «forma» que, al combinarse con el fluido menstrual de la mujer, le daba una «materia» para que el embrión se desarrollara. En este modelo, el hombre era quien proporcionaba la fuerza activa y determinante, mientras que la mujer actuaba como el recipiente que aportaba la sustancia pasiva.
Según Galeno, quien perfeccionase esta teoría posteriormente, la sangre «excedente» de los órganos pasa por el corazón y adquiere la capacidad de generar nueva vida. Luego, esta sangre se transforma en semen en los testículos y, al unirse con la «sangre perfecta» de la mujer en el útero (es decir, el flujo menstrual), da lugar al proceso de generación. Este proceso refleja la creencia en que la mujer aportaba la materia necesaria para formar el cuerpo del feto, mientras que el hombre aportaba la fuerza formativa y activa, con el semen actuando como el motor que desencadena el desarrollo.
FIN DEL PURGATORIO
Tras despertar del ensueño, Dante y Virgilio asisten a una procesión religiosa, que carga un profundo simbolismo. Al final de ella, aparece Beatriz, justo cuando desaparece Virgilio.
“Pero Virgilio me había privado
De sí, Virgilio, mi tan dulce padre,
Virgilio, a quien salvífico me dieron;
Ni aun todo aquello que perdiera Eva,
Valió para que, limpias, mis mejillas
No se volvieran negras por el llanto.
“Dante, porque Virgilio se haya ido
No llores tú, no llores todavía,
Pues te ha de hacer llorar aún otra espada””. (Purgatorio XXX. P.505.49-57)
Dante se sumerge en el Leteo y bebe de las aguas del Eunoé para reavivar su recuerdo del bien cumplido. Dante ha expiado sus pecados y puede ascender al Paraíso. Ahora bien: “el proceso de catarsis que se realiza primero con la expiación directa, por el contacto con varias formas de purificación en las cornisas, necesita un acto excepcional, un sobreabundante donde la gracia, de manera que el peregrino escatológico pueda estar completamente salvado y, por tanto, en condiciones de conocer la beatitud del Paraíso. Ahora él está finalmente puro y dispuesto a subir a las estrellas.
“De aquella agua santísima volví,
Como una planta nueva reformada
Con un nuevo follaje, transformado,
Puro y dispuesto a alzarme a las estrellas”.
Purgatorio XXX, p.530, 142-145)
FUNDAMENTALES DE DIDEROT (Divina Comedia)
Ítem | Calificación |
---|---|
1. DESCRIPCIÓN | 8/10 |
2. MADUREZ NARRATIVA | 10/10 |
3. RIQUEZA LINGÜÍSTICA | 8/10 |
4. DESARROLLO DE PERSONAJES / PLANTEAMIENTO DE LAS TESIS Y/O PROTAGONISTAS | 7/10 |
5. HISTORIA / TRAMA / CONDUCCIÓN DEL ENSAYO | 9/10 |
6. DESENLACE / FINAL DEL ENSAYO | 10/10 |
7. DIÁLOGOS / RELACIÓN ENTRE PERSONAJES / CALADO DE LOS PERSONAJES | 6/10 |
8. PROFUNDIDAD Y SIMBOLOGÍA | 9/10 |
9. UNIVERSALIDAD / IMPACTO EN UNA SOCIEDAD | 10/10 |
10. RELEVANCIA HISTÓRICA EN SU CONTEXTO | 10/10 |
Total | 87/100 |