JUAN DE VALDÉS

Juan de Valdés (1509-1541)

Juan de Valdés nace alrededor del año 1509 en Cuenca, España. Desde su juventud, muestra una curiosidad insaciable por los textos sagrados, aunque quizá también tuvo un talento oculto para contar chistes que harían reír incluso al más austero de los monjes. Como un verdadero hombre del Renacimiento, Valdés se dedica al estudio de la religión y la literatura, convirtiéndose en una figura clave de la Reforma Protestante.

A lo largo de su vida, Valdés se destaca por su habilidad para combinar la erudición con un toque de humor, lo que hace de sus escritos una lectura tan iluminadora como entretenida. Su obra «Diálogo de la Doctrina Cristiana» es un ejemplo perfecto de esto, donde logra hacer reflexiones profundas sin perder la oportunidad de insertar algún comentario ingenioso. Es conocido por su frase «La verdad siempre triunfa», aunque probablemente también solía añadir: «…y si no, al menos nos echamos unas risas en el intento».

Aunque nunca alcanzó la fama de Lutero o Calvino, Valdés dejó una marca indeleble con su crítica mordaz al dogmatismo y su defensa del libre examen de la Escritura. Su estilo, una mezcla de rigor intelectual y sutil ironía, lo convierte en una figura única en el panorama religioso de la época. Las reuniones en su casa de Nápoles debían ser un verdadero festín de ideas y risas.

Juan de Valdés muere en 1541 en Nápoles, Italia. 

El «Diálogo de la lengua» es una obra característica del humanismo, tanto por su forma como por el asunto que trata. El Diálogo es un buen ejemplo del género importado de Italia. En cuanto al tema, la lengua castellana y su uso correcto, es un reflejo del sentir humanista de la época. En este siglo se intenta dotar de importancia y personalidad propia a la lengua nacional, independiente del latín.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

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