JACK KEROUAC

Jack Kerouac (1922-1969)

Jean-Louis Lebris de Kérouac, más conocido como Jack Kerouac, nació el 12 de marzo de 1922 en Lowell, Massachusetts, en el seno de una familia francocanadiense profundamente católica. Desde joven vivió entre dos mundos: el inglés, idioma que no dominó bien hasta la adolescencia, y el francés que hablaba en casa; entre la tradición religiosa de su familia y la pulsión de libertad que marcaría toda su obra.

La muerte de su hermano Gerard, cuando Jack tenía solo cuatro años, lo afectó profundamente y reaparece simbólicamente en muchas de sus novelas. Fue un adolescente introvertido y sensible, apasionado por la literatura y por el deporte. Una beca de fútbol americano lo llevó a la Universidad de Columbia, pero su carácter rebelde y el desinterés por la vida académica lo apartaron pronto de ese camino. En Nueva York conoció a Allen Ginsberg, William S. Burroughs y otros futuros miembros de la Beat Generation, con quienes entabló una hermandad de vida y escritura.

Kerouac escribió compulsivamente desde joven, obsesionado con encontrar una “prosa espontánea” que emulara el flujo del jazz bebop. Tras años de trabajos ocasionales, viajes, borracheras y escritura febril, logró publicar su obra más emblemática: On the Road (1957). Escrita en tres semanas sobre un rollo continuo de papel, y tras siete años de rechazos editoriales, esta novela se convirtió en el manifiesto literario de una generación desencantada, nómada, hambrienta de experiencias.

Kerouac escribió más de una docena de novelas, como Los subterráneos, Los vagabundos del Dharma o Big Sur, todas parte de lo que él llamaba “la leyenda de Duluoz”, una autobiografía ficcionalizada. Pese a su fama, sufrió por el peso del mito beat. Reaccionario en lo político, contradictorio en lo personal, se refugió cada vez más en el alcohol y en una melancolía casi mística.

Murió a los 47 años, el 21 de octubre de 1969, por una hemorragia interna provocada por décadas de alcoholismo. En su última etapa, se había recluido en Florida con su madre y su tercera esposa, tratando de reconciliarse con su fe católica y con la poesía.

Curiosidades de Kerouac

Para no interrumpir el flujo de escritura, Kerouac mecanografió la novela en un rollo continuo de papel que él mismo empalmó con cinta adhesiva. Esa versión original, escrita en tres semanas en abril de 1951, fue rechazada por editores durante años por su estilo libre, sin signos de puntuación tradicionales ni estructura convencional.
La llamada “prosa espontánea” de Kerouac imitaba la improvisación del jazz bebop, como el de Charlie Parker. También estudió profundamente el budismo zen, que influyó en novelas como Los vagabundos del Dharma, donde mezcla espiritualidad y vida errante.
Kerouac soñó con ser jugador profesional. Su beca en Columbia fue precisamente por fútbol, pero una lesión en la pierna truncó esa posibilidad. El deporte, el esfuerzo físico y el compañerismo forman parte también de sus textos.
Aunque símbolo de una generación rebelde, Kerouac nunca abandonó del todo su catolicismo. En su última etapa, volvió a escribir oraciones, letanías y reflexiones místicas, convencido de que su vida errante había sido una búsqueda de Dios.
Gabrielle-Ange Lévesque, madre de Jack, fue su gran protectora y compañía constante. Vivió con ella la mayor parte de su vida y Kerouac confesó que solo se sentía realmente seguro a su lado. Le escribía cartas con ternura infantil, incluso en sus últimos años.
Aunque ídolo de la contracultura, Kerouac era conservador en muchos aspectos. Simpatizaba con el pensamiento católico tradicional y, hacia el final de su vida, se declaró partidario de la guerra de Vietnam, lo que lo distanció de otros beats como Ginsberg.

Nunca se sintió cómodo con la fama. El éxito de On the Road lo catapultó a la portada de revistas y a giras por universidades, pero Kerouac odiaba esa atención. Se sentía incomprendido, acosado por periodistas que lo encasillaban como “el rey de los beats” cuando él solo quería escribir y beber en paz.

Tenía un método de escritura riguroso, pese a su estilo libre. Aunque su prosa parece improvisada, Kerouac revisaba, reescribía y trabajaba los textos durante años. On the Road tuvo varias versiones antes de publicarse. También anotaba ideas constantemente en cuadernos y libretas de bolsillo.

Fue un gran lector y admirador de escritores franceses. Kerouac leyó con pasión a Céline, Rimbaud, Proust y Baudelaire. Esa herencia francesa, reforzada por sus raíces quebequenses, aportó un lirismo particular a su obra y lo distinguió dentro de la literatura estadounidense.

Su legado sigue vivo y en debate. Kerouac inspiró a escritores, músicos y cineastas, desde Bob Dylan hasta Gus Van Sant. Pero también ha sido criticado por su machismo, su visión idealizada de la marginalidad y su incapacidad de autocrítica. Hoy se lo relee con más matices, como un autor trágico, contradictorio, pero fundamental en la historia de la literatura del siglo XX.

OBRAS

Con un inconfundible estilo bop, que consiguió para Kerouac el título de heredero de Charlie Parker, en esta novela se narran los viajes enloquecidos, a bordo de Cadillacs prestados y Dodges desvencijados, de Dean Moriarty (el mítico hipster, el héroe de todos los beatniks: «un demente, un ángel, un pordiosero») y el narrador Sal Paradise, que recorren el continente, de Nueva York a Nueva Orleans, Ciudad de México, San Francisco, Chicago, y de ahí a Nueva York de nuevo.

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*

La sed vital insatisfecha, la búsqueda de horizontes de sentido, de dicha y de conocimiento y los atisbos místicos se estrellan contra una realidad inhóspita y desesperanzada. Un vívido compendio de los grandes temas, y al tiempo una apasionante aventura humana y una metáfora de la existencia. «El rollo original de On the Road es una de las más veneradas y enigmáticas reliquias de la literatura moderna… Un texto fascinante» (James Campbell, The Times Literary Supplement).

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*

Los Vagabundos del Dharma expresa la comunión con la naturaleza en la cima de altas montañas, la fraternidad y la poesía. Y todo entre vino, marihuana y orgías, donde Kerouac aparece como Ray Smith, aunque el auténtico protagonista sea el poeta y budista Gary Snyder, que figura bajo el nombre de Japhy Ryder. También puede identificarse fácilmente a Allen Ginsberg y Lawrence Ferlinghetti, entre otros participantes en el llamado «renacimiento de San Francisco», narrado con suma brillantez en el libro.

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*

En 1956 Jack Kerouac era un escritor poco conocido que solo había publicado una novela de estilo convencional que no había satisfecho sus ambiciones. Había enviado a varios editores otra novela, titulada En el camino, y había conseguido que se la aceptaran, aunque el editor quería purgarla para hacerla presentable para el público. En verano de 1956 solicitó un puesto de vigilante de incendios forestales en lo alto de un monte (Pico Desolación) del estado de Washington. Tenía casi dos mil metros de altitud, y Kerouac lo convirtió en una atalaya del universo. 

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*