HORACE WALPOLE

Horace Walpole (1717-1797)
Horace Walpole nace el 24 de septiembre de 1717 en Londres, Inglaterra. Es el hijo menor de Sir Robert Walpole, considerado el primer ministro de facto de Gran Bretaña, y de Catherine Shorter. Su origen aristocrático le permite recibir una educación privilegiada: estudia en Eton College y más tarde en el King’s College de Cambridge, donde entra en contacto con la literatura clásica y los ideales estéticos de su tiempo.
En 1764, Walpole publica El castillo de Otranto, subtitulada en su primera edición como «una historia traducida del italiano». En la segunda edición, sin embargo, confiesa su autoría y la define como «una historia gótica», inaugurando así un nuevo género literario. La novela combina elementos del romance caballeresco medieval con lo sobrenatural y lo macabro, estableciendo muchos de los tropos que caracterizarán la literatura gótica posterior: castillos encantados, profecías misteriosas, damiselas en peligro y villanos tiránicos.
Si bien la obra recibe críticas mixtas en su época, su influencia es incuestionable. Autores como Ann Radcliffe, Mary Shelley y Edgar Allan Poe beberán de su estilo, consolidando la literatura gótica como un género propio.
Walpole se distingue no solo por su contribución a la literatura, sino también por su fascinación por la arquitectura y el diseño. Su residencia, Strawberry Hill House, se convierte en un modelo del revival gótico y en un lugar de peregrinación para intelectuales y artistas. Allí establece una imprenta privada, la Strawberry Hill Press, con la que publica obras raras y ediciones cuidadas de autores clásicos.
Horace Walpole muere el 2 de marzo de 1797 a los 79 años en Berkeley Square, Londres. Su legado perdura en la literatura gótica, el arte neogótico y en sus vastas correspondencias, que ofrecen un testimonio invaluable del siglo XVIII inglés.
Curiosidades de Horace Walpole
A pesar de su escepticismo político y su desinterés por la vida pública, Walpole mantiene amistad con figuras destacadas de su tiempo, como el historiador Edward Gibbon y la novelista Frances Burney. Su estilo de vida excéntrico y su aguda pluma lo convierten en un personaje influyente en los círculos literarios y aristocráticos.
Horace Walpole es recordado como un excéntrico y refinado diletante. Una de sus anécdotas más curiosas es que creía en la existencia de lo sobrenatural hasta cierto punto, aunque solía ridiculizar las supersticiones. En una de sus cartas, relata haber experimentado un «sueño vívido» que lo inspiró a escribir El castillo de Otranto, lo que lo llevó a defender la idea de que la literatura debía despertar emociones intensas en el lector.
Su relación con el poeta Thomas Gray es fundamental en su juventud, aunque su amistad se ve empañada por diferencias temperamentales y una disputa durante su viaje por Europa. Sin embargo, Walpole nunca dejó de admirar el talento de Gray, y su elogio póstumo hacia él es una de sus cartas más emotivas.
A pesar de su influencia en la literatura gótica, Walpole no tuvo una gran opinión sobre sus propios méritos como novelista. Consideraba El castillo de Otranto un experimento literario, sin imaginar que daría origen a una tradición que influiría en el Romanticismo y más tarde en la literatura de terror moderna.
Además de su incursión en la narrativa, Walpole es un prolífico epistológrafo. Sus cartas, dirigidas a figuras como Horace Mann y Thomas Gray, ofrecen una visión detallada de la vida cultural y política del siglo XVIII. Su correspondencia, llena de ironía y observaciones agudas, es considerada una de las mejores de la literatura inglesa.
Walpole demuestra un gran interés por la historia, el arte y la arquitectura. Durante sus años universitarios, forma parte de un círculo de intelectuales y estetas que influirán en su visión literaria y artística. En 1739, emprende un extenso Grand Tour por Europa en compañía de su amigo Thomas Gray, futuro poeta de «Elegy Written in a Country Churchyard». Aunque su relación con Gray se deteriora con el tiempo, este viaje le permite profundizar en su conocimiento de la cultura renacentista y el arte gótico, dos elementos fundamentales en su obra posterior.
Tras regresar a Inglaterra, Horace Walpole se involucra en la política, ocupando diversos escaños en la Cámara de los Comunes entre 1741 y 1768, aunque su temperamento inclinado al ocio y a la erudición le impide desarrollar una carrera política destacada. Su verdadera pasión reside en el coleccionismo y la escritura, actividades a las que se entrega en su residencia de Strawberry Hill, una mansión que transforma en el primer ejemplo del neogótico británico.
OBRAS
«El Castillo de Otranto», escrita por Horace Walpole (1717-1797), está considerada como la obra inaugural de la novela gótica y de terror que llegaría a popularizarse tanto a finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX. Nacida de la gran fascinación que sentía su autor por lo medieval, la novela emplea la técnica del “manuscrito encontrado” y traslada al lector a la Italia de la Alta Edad Media, para narrar la historia de Manfred, señor del castillo de Otranto, en su lucha personal por mantener vivo su linaje, a pesar de los obstáculos que se le presenten.
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