GUY DE MAUPASSANT

Guy de Mupassant (1850-1893)
Henri René Albert Guy de Maupassant nació el 5 de agosto de 1850 en Tourville-sur-Arques, Francia, en el seno de una familia aristocrática venida a menos. Su madre, Laure Le Poittevin, influyó profundamente en su vida, inculcándole el amor por la literatura y presentándole a Gustave Flaubert, quien se convertiría en su mentor.
A los 13 años fue enviado a un internado religioso, experiencia que aborreció profundamente. Luego estudió en el Lycée de Rouen, donde destacó en literatura. En 1870, con la guerra franco-prusiana, se alistó en el ejército. Al finalizar el conflicto, se trasladó a París, donde trabajó como burócrata mientras escribía en su tiempo libre.
Gracias a la tutela de Flaubert, entró en contacto con escritores como Émile Zola, Alphonse Daudet y los hermanos Goncourt. En 1880 publicó el cuento «Bola de sebo», que lo catapultó a la fama. A partir de ahí, escribió más de 300 cuentos, seis novelas y varios libros de viajes. Su estilo, marcado por un realismo incisivo y un pesimismo profundo, lo convirtió en un maestro del cuento.
Hacia el final de su vida, sufrió los efectos de la sífilis, que lo sumió en la paranoia y la locura. Intentó suicidarse en 1892 y fue internado en un sanatorio. Murió el 6 de julio de 1893, con apenas 42 años.
Curiosidades de Guy de Maupassant
Desde joven, Maupassant tuvo en Gustave Flaubert a un mentor exigente que lo introdujo en la disciplina de la escritura. Sin embargo, su verdadera obsesión era su madre, Laure, una mujer de carácter fuerte que influyó enormemente en su vida.
Flaubert, amigo de la familia, asumió la figura de padre literario para Maupassant, dándole consejos y corrigiendo sus textos. Fue él quien le presentó a Zola y lo introdujo en los círculos literarios naturalistas.
Curiosamente, Maupassant mantuvo una relación distante con su propio padre y vivió toda su vida afectivamente ligado a su madre, hasta el punto de que algunos biógrafos han señalado que esta dependencia emocional podría haber afectado su visión de las mujeres, reflejada en sus cuentos con un fuerte tono misógino.
Su cuento más célebre, «Bola de sebo», publicado en 1880 dentro de la antología de Zola Las veladas de Médan, fue un ataque feroz contra la hipocresía social.
Ambientado en la Guerra Franco-Prusiana, el relato sigue a una prostituta que sacrifica su dignidad para ayudar a un grupo de viajeros aristocráticos, quienes luego la desprecian.
Maupassant, que había combatido en la guerra de 1870, odiaba el militarismo y el nacionalismo exacerbado. En sus obras, denunció la crueldad del ejército y la inutilidad de la guerra, algo que lo distanció de la corriente patriótica francesa de la época.
Desde joven, Maupassant tuvo un pánico obsesivo a la locura y a la muerte, temores que se reflejan en muchos de sus relatos, como «¿Él?» y «El Horla», donde describe personajes perseguidos por alucinaciones y entidades invisibles.
Este miedo se hizo realidad cuando la sífilis, enfermedad que contrajo debido a su vida libertina, le causó paranoia, depresiones y episodios de esquizofrenia. En 1892 intentó suicidarse cortándose la garganta con un abrecartas. Sobrevivió, pero fue internado en un manicomio, donde pasó los últimos meses de su vida en un estado lamentable.
Maupassant fue un adicto al sexo y un visitante asiduo de burdeles, lo que le valió numerosas enfermedades venéreas. Se dice que tenía una «colección» de amantes y que jamás mantuvo una relación estable.
Era habitual que escribiera relatos inspirados en sus experiencias con prostitutas, muchas de ellas representadas en sus cuentos con una mezcla de desprecio y compasión.
Un dato curioso es que Maupassant odiaba a las mujeres que leían, porque las consideraba «peligrosas». Creía que una mujer instruida era «incontrolable» y prefería las relaciones con mujeres «sencillas».
Aunque en muchos de sus relatos describe con precisión el mar, Maupassant detestaba el océano y tenía pesadillas recurrentes con olas gigantes y naufragios.
Sin embargo, amaba los ríos y pasaba horas remando en canoa por el Sena, actividad que le permitía aislarse del mundo y encontrar inspiración.
Era tan obsesivo con su novela «Bel-Ami» que llegó a bautizar un barco con ese nombre, asegurando que así «el éxito siempre lo acompañaría».
Maupassant era uno de los intelectuales que odiaban la Torre Eiffel. La consideraba una monstruosidad arquitectónica y, junto con otros escritores y artistas como Zola y Dumas hijo, firmó un manifiesto contra su construcción.
Lo curioso es que solía almorzar en el restaurante de la Torre Eiffel, argumentando que era «el único lugar de París desde donde no se veía la maldita torre».
En sus últimos años, la sífilis le afectó gravemente. Sufría alucinaciones y ataques de paranoia, creyendo que alguien lo perseguía. Se encerró en su mansión, obsesionado con la idea de que una entidad invisible lo atormentaba.
Finalmente, intentó suicidarse en 1892, pero falló. Fue internado en un sanatorio psiquiátrico, donde pasó su último año balbuceando incoherencias y escribiendo textos enigmáticos sobre «seres invisibles».
Así relataron su muerte en la gran Enciclopedia de la Literatura del siglo XX:
Su aspecto físico había cambiado en muy poco tiempo; el deterioro había llegado a límites casi en intolerables. Sufría terribles insomnios y se manifestaba en él una clarísima manía persecutoria; los médicos recomendaron hacer curas en los Alpes y en la Costa azul pero nada daba resultado y el primero de enero de 1892 intentó suicidarse abriéndose la garganta con un cortaplumas. Había perdido hasta el último vestigio de lucidez cuando sus amigos le internaron en una clínica parisiense del famoso doctor blanche y allí murió tras crisis periódicas de violencia que obligaban a los enfermeros a poner en la camisa de fuerza sin haber recobrado la razón dieciocho meses más tarde. Era el 6 de julio de 1893 cuando le faltaba un mes para cumplir los cuarenta y tres años.
OBRAS
Un joven apuesto llega a París procedente de Argelia, donde ha pasado dos años movilizado con el ejército. Su buena fortuna le proporciona un encuentro casual con un amigo de la infancia que trabaja como periodista y le introduce en su círculo. El encanto personal de Duroy, el protagonista, comienza a abrirle puertas… Pronto verá que la lealtad no es el camino más rápido para ingresar en la aristocracia; la maquinación y la seducción lo elevarán hasta las más altas esferas de París.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
Las relaciones con la prensa de Guy de Maupassant (1850-1893) le sirvieron de experiencia para el argumento de «Bel Ami», publicada en 1885 y provocadora de una intensa polémica pública. Aunque el relato se centre en la rápida ascensión social del periodista George Duroy, de origen humilde e instrucción mediocre, tras haber pasado unos años como suboficial en el norte de África, la novela no se limita, sin embargo, a historiar el triunfo de un antihéroe, intrigante y desaprensivo, que apoya sus ambiciones en sus dotes de seducción.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.