GRAHAM GREENE

Graham Greene (1904-1991)
Graham Greene nació en una familia acomodada de clase media en Hertfordshire, Inglaterra. Su padre era director del colegio donde el propio Graham estudió, experiencia que dejó una marca profunda en su carácter y lo empujó desde temprano hacia el mundo interior de la literatura y la introspección. Tras una infancia difícil y una juventud marcada por episodios de depresión (incluido un intento de suicidio), estudió Historia en el Balliol College de Oxford, donde publicó sus primeros textos y trabajó en el Oxford Outlook.
Comenzó su carrera como periodista y crítico cinematográfico en The Times, y más tarde en The Spectator. Su primera novela, The Man Within (1929), tuvo cierto éxito, pero fue Stamboul Train (1932) la que marcó el inicio de su reconocimiento como novelista. Desde entonces, Greene desarrolló una vasta producción que se movía entre la novela de espionaje y el análisis ético y religioso, en obras como El poder y la gloria (1940), El tercer hombre (1949, escrita como guion antes que novela) o El americano impasible (1955).
Convertido al catolicismo en 1926 tras enamorarse de Vivien Dayrell-Browning (con quien se casó y tuvo dos hijos), la tensión entre fe y escepticismo permeó su obra. Greene viajó extensamente por África, Asia y América Latina, y muchas de sus novelas se ambientan en países lejanos en situaciones políticas o morales límite.
Murió en Suiza en 1991, en la localidad de Vevey, a los 86 años, por complicaciones cardíacas. Está enterrado en el cementerio de Corseaux, a orillas del lago Lemán, en un sencillo rincón que pasa desapercibido, como deseaba.
Curiosidades de Graham Greene
Greene trabajó para el MI6 británico durante la Segunda Guerra Mundial, en una época en que varios escritores (como Somerset Maugham) hacían lo propio. Fue asignado a Freetown (Sierra Leona), donde su misión consistía en supervisar actividades de inteligencia en África Occidental. Esta experiencia le sirvió de materia prima para novelas como El ministerio del miedo o Nuestro hombre en La Habana, donde satiriza los entresijos de la burocracia del espionaje británico.
Uno de los aspectos más polémicos de su vida fue su cercanía con el agente doble Kim Philby, quien traicionó al Reino Unido al pasar información a la Unión Soviética durante décadas. Greene trabajó brevemente bajo su dirección y, cuando Philby fue descubierto y se exilió en Moscú, Greene le mantuvo la amistad. Incluso lo visitó en la URSS, defendió su figura públicamente y escribió el prólogo de sus memorias, algo que generó una gran controversia en el Reino Unido.
Su conversión al catolicismo no fue ni fervorosa ni convencional. Greene estaba obsesionado con el pecado, la gracia y la redención, pero se declaraba escéptico, e incluso blasfemo, en muchos aspectos. Su visión de la religión es compleja: veía la fe como una fuente de sufrimiento y verdad al mismo tiempo. En novelas como El poder y la gloria o El fin del romance, la lucha entre el deber religioso y el deseo humano se vuelve el núcleo dramático. Los sectores conservadores de la Iglesia llegaron a denunciar sus novelas como heréticas.
Greene se sintió atraído por los lugares en conflicto: visitó la Indochina colonial, el Haití de los Duvalier, el Congo tras la independencia, el México de Plutarco Elías Calles, la Cuba de Batista y la Revolución. Le gustaba viajar a zonas peligrosas y no escondía su fascinación por las revoluciones, las dictaduras y la ruina moral. Decía que prefería «los países donde no se puede beber agua del grifo».
Aunque se casó con Vivien Dayrell-Browning, su matrimonio fue un fracaso. Vivió múltiples aventuras amorosas, algunas intensas y duraderas, como la que tuvo con Catherine Walston, esposa de un noble británico. Su novela El fin del romance se inspira directamente en esa relación. Greene confesaba que la pasión era para él inseparable del tormento moral, y que el amor sólo le interesaba cuando traía consecuencias devastadoras.
Pese a su fama y prestigio, Greene se mantuvo a distancia de las instituciones oficiales. Rechazó varios honores, entre ellos el título de Sir, y criticó abiertamente la política británica, sobre todo en Vietnam, donde denunció el intervencionismo de EE. UU. en El americano impasible. Fue un crítico incómodo y una figura admirada tanto por la izquierda como por sectores del catolicismo progresista.
Aunque era profundamente moral, Greene se rehusaba a ser moralista. En sus novelas los héroes son débiles, adúlteros, traidores, bebedores, cobardes… y sin embargo humanos, complejos, capaces de un acto de gracia o de redención. Su escritura rechaza los juicios simplistas y prefiere el matiz, la ambigüedad, lo inestable. Fue uno de los grandes retratistas del alma en conflicto del siglo XX.
En sus últimos años, Greene vivió en Suiza por razones fiscales, pero también para evitar el ruido mediático y la política británica de Thatcher, que detestaba. Aunque seguía escribiendo y recibiendo visitas, se volvió cada vez más melancólico. En una entrevista confesó: “He perdido el interés en todo salvo en la muerte. Es lo único que me queda por descubrir”.
OBRAS
El final del affaire es la mejor novela de Greene y también una de las más autobiográficas. Su meticulosa indagación sobre las luces y sombras de una relación sentimental, sobre los mecanismos del deseo y de la fe, y sobre los estrechos vínculos entre el amor y el odio conserva hoy la misma fuerza que cuando fue publicada en 1951. Traducido de nuevo por Eduardo Jordá, El final del affaire es sin duda uno de los grandes libros del siglo xx.
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*
Henry scobie y su mujer Louise viven desde hace años junto a otros funcionarios en un olvidado enclave colonial de África. Un lugar que todos están deseando dejar atrás para volver a Inglaterra, especialmente Louise, que no duda en dar continuas muestras de su desagrado. Henry, por su parte, es un hombre Reintegro en su trabajo y en su vida privada que acepta su cometido profesional y su matrimonio con una mujer a la que siempre procura hacer feliz pero por la que siente, más que cariño, una especie de lástima piadosa.
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*