DUQUE DE RIVAS

Duque de Rivas (1791-1865)

Ángel de Saavedra y Ramírez de Baquedano, más conocido como el Duque de Rivas, nace el 10 de marzo de 1791 en Córdoba, España, en el seno de una familia aristocrática con una larga tradición militar y política. Su infancia transcurre en un ambiente marcado por la educación ilustrada, la disciplina y el patriotismo, valores que influirán profundamente en su obra literaria y en su vida pública.

Desde muy joven muestra una inclinación por la poesía y la historia, pero su destino parece estar ligado a la carrera militar. Durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), se une a las tropas que combaten contra la invasión napoleónica, siendo herido en varias ocasiones y capturado brevemente por los franceses.

Finalizada la guerra, Saavedra se involucra en la política como defensor del liberalismo, lo que le cuesta la persecución durante la restauración absolutista de Fernando VII. En 1823, tras la caída del gobierno constitucional, se ve obligado a exiliarse en Londres, Malta y Francia, donde entra en contacto con el Romanticismo europeo, especialmente con las ideas de Chateaubriand y Lord Byron.

Este período de destierro resulta clave en su evolución literaria. Pasa de una poesía neoclásica, rígida y académica, a una visión más libre, apasionada y heroica, propia del Romanticismo. Además, sufre una transformación personal: de soldado y político se convierte en un intelectual comprometido con la historia y la literatura.

Regresa a España en 1834, tras la muerte de Fernando VII y la llegada del régimen más moderado de la regente María Cristina. En estos años, consolida su carrera literaria y política. Su gran éxito llega en 1835, con el estreno de su obra «Don Álvaro o la fuerza del sino», considerada la primera gran tragedia romántica española.

La obra revoluciona el teatro español al introducir: El destino trágico e ineludible como eje central, el héroe romántico, rebelde y marcado por la fatalidad, la ruptura de las unidades clásicas (espacio, tiempo y acción), el uso del verso polimétrico, que da mayor musicalidad y dinamismo.

También se dedica a la historia, escribiendo las «Historias de los templarios», y promueve el estudio del pasado medieval español, lo que refuerza su visión romántica de la patria.

En sus últimos años, el Duque de Rivas sigue escribiendo, pero su actividad política se reduce. Muere el 22 de junio de 1865 en Madrid.

OBRAS

El estreno en 1835 de «Don Álvaro o la fuerza del sino» supuso el triunfo definitivo del Romanticismo en el teatro español y el alejamiento de las estrechas normas neoclásicas. Este drama complejo y variado funde acciones violentas y escenas costumbristas, el estilo elevado y el llano, el verso y la prosa, todo en rápida sucesión y de la mano del hado fatal que empuja a don Álvaro, paradigma del héroe romántico, a su angustiada destrucción. Es, en suma, un grito de libertad artística.

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