DÁMASO ALONSO

Dámaso Alonso (1898-1990)
Dámaso Alonso nació el 22 de octubre de 1898 en Madrid, en el seno de una familia intelectual. Desde joven mostró un notable interés por la literatura y el arte, lo que le llevó a estudiar Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid. Fue allí donde entró en contacto con la poesía modernista y simbolista, pero también con los movimientos más vanguardistas de la época, como el ultraísmo y el surrealismo.
A lo largo de su vida, Dámaso Alonso cultivó una carrera académica y literaria que lo situó entre los grandes nombres de la poesía española del siglo XX. Fue un destacado miembro de la Generación del 27, y su obra reflejó la evolución de la poesía española a través de los años. Su primer libro de poesía, Ensayos (1921), mostró sus inquietudes modernas, pero fue con Poemas puros (1936), donde se consolidó como un poeta que se alejaba de las formas tradicionales para experimentar con el verso libre y las estructuras más innovadoras de la vanguardia.
Además de su faceta de poeta, Alonso fue un brillante ensayista, traductor y crítico literario. A lo largo de su vida, trabajó como profesor de literatura en diversas universidades españolas, y su influencia en la crítica literaria y en el estudio de la poesía fue crucial. Fue también miembro de la Real Academia Española, donde desempeñó un papel importante en la modernización de los estudios filológicos y literarios en España.
Dámaso Alonso también se destacó como traductor de obras de autores clave en la literatura europea, como William Blake, John Milton, T. S. Eliot y Ezra Pound, lo que le permitió incorporar influencias internacionales en su obra y pensar la poesía española desde una perspectiva global. Su trabajo en la poesía fue, sin duda, uno de los más significativos de su tiempo, siendo uno de los poetas más admirados por sus contemporáneos y por las generaciones posteriores.
A lo largo de su vida, Alonso fue un firme defensor de la poesía como una forma de conocimiento profundo y complejo, alejada de los simples juegos formales. Para él, la poesía debía ser un acto de revelación, de comprensión de la realidad a través de la palabra. Su poética siempre estuvo vinculada a la exploración del sufrimiento humano, las tensiones existenciales y las contradicciones de la vida.
Dámaso Alonso falleció el 25 de enero de 1990 en Madrid
Curiosidades de Dámaso Alonso
Aunque su estilo evolucionó con el tiempo, siempre mantuvo un profundo compromiso con la experimentación formal y con la reflexión filosófica sobre el lenguaje poético.
Después de la Guerra Civil Española, Dámaso Alonso se convirtió en una figura clave en la poesía de la posguerra. Aunque su posicionamiento político fue complejo y no exento de controversia, su obra fue un referente para los poetas que, bajo el régimen franquista, buscaban renovar la poesía y buscar un sentido trascendental y existencial en su escritura. El poema Hijos de la ira (1944), considerado su obra más importante, refleja la angustia y el dolor de la época, así como la búsqueda de una redención espiritual.
Además de su labor literaria, Dámaso Alonso fue un gran estudioso de la lengua española. Su trabajo como filólogo fue fundamental para el desarrollo de los estudios lingüísticos y literarios en España. Se le recuerda especialmente por sus investigaciones sobre la poesía medieval española y su enfoque filológico sobre la obra de poetas como Garcilaso de la Vega y San Juan de la Cruz.
Dámaso Alonso fue un prolífico traductor, y su obra de traducción le permitió acercar a los lectores españoles a autores clave de la literatura universal. Tradujo a poetas como T. S. Eliot, Ezra Pound, y William Blake, lo que no solo enriqueció su obra personal, sino que también influyó en la forma en que los poetas españoles contemporáneos abordaron la poesía moderna.
Hijos de la ira es uno de los libros más emblemáticos de la poesía española de la posguerra. La obra refleja el clima de desesperanza y sufrimiento que dominaba la España de la dictadura franquista. El poema es una meditación sobre la angustia existencial y la incapacidad de encontrar consuelo en las tradiciones religiosas o culturales. Su estilo es de gran intensidad emocional, con una fuerte carga de desesperación, pero también de búsqueda espiritual.
Si bien fue uno de los más representativos de la Generación del 27, Dámaso Alonso también estuvo vinculado a los movimientos vanguardistas de la época. Su obra se caracteriza por un afán de ruptura con la tradición, buscando una poesía que reflejara las tensiones y contradicciones del mundo moderno. Su acercamiento al surrealismo y al ultraísmo fue esencial para su evolución poética.
Como crítico literario, Dámaso Alonso también dejó una huella importante. Su capacidad para analizar la poesía, especialmente la de los siglos XIX y XX, le permitió ofrecer una visión profunda y moderna de la tradición literaria española. Su crítica se caracterizó por un enfoque analítico y, al mismo tiempo, por su aprecio por la belleza y la riqueza del lenguaje.
Dámaso Alonso siempre defendió que la poesía no debía ser un mero ejercicio formal, sino una forma de conocimiento profundo y trascendental. Para él, el poema debía ser un acto de revelación, un intento de comprender y explicar lo inexplicable, un medio para alcanzar una verdad más allá de la realidad cotidiana. Esta visión filosófica de la poesía lo llevó a investigar en profundidad los aspectos más complejos de la existencia humana.
A lo largo de su vida, Dámaso Alonso mantuvo una estrecha relación con la poesía inglesa, especialmente con los poetas románticos y modernistas. Su conocimiento profundo de autores como John Milton y William Blake fue determinante en su desarrollo como traductor y como poeta. De hecho, la influencia de Milton y su obra Paraíso perdido se puede rastrear en varios de sus poemas, que exploran la lucha entre el bien y el mal, y el sufrimiento humano.
Dámaso Alonso no solo fue un poeta, sino también un crítico literario influyente. Su trabajo en la Real Academia Española y su dedicación al estudio del lenguaje y la poesía lo convierten en una figura clave en la historia literaria de España. Su enfoque riguroso y su visión innovadora siguen siendo de referencia para muchos estudiosos de la literatura española
OBRAS
Dámaso Alonso (1898-1990) ha definido Hijos de la ira (1944) como «un libro de protesta escrito cuando en España nadie protestaba. Es un libro de protesta y de indagación. Protesta ¿contra qué? Contra todo… Habíamos pasado por dos hechos de colectiva vesania, que habían quemado muchos años de nuestra vida, uno español y otro universal, y por las consecuencias de ambos. Yo escribí Hijos de la ira lleno de asco ante la estéril injusticia del mundo y la total desilusión de ser hombre.
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*