CHARLES DICKENS

Charles Dickens (1812-1870)
Charles Dickens nace el 7 de febrero de 1812 en Portsmouth, Inglaterra, en el seno de una familia de clase media venida a menos. Su padre, John Dickens, era un funcionario de la Armada británica con grandes sueños pero poca prudencia financiera, lo que llevó a la familia a la ruina económica. Cuando Charles tenía solo 12 años, su padre fue encarcelado en la prisión de deudores de Marshalsea, y el joven Dickens tuvo que abandonar la escuela para trabajar en una fábrica de betún para calzado, donde experimentó de primera mano las penurias de la infancia trabajadora en la Inglaterra industrial.
A partir de ese momento, Dickens se convirtió en el novelista más popular de su tiempo. Su producción literaria fue prolífica y abordó con maestría la realidad de la Inglaterra victoriana. Obras como Oliver Twist (1837-1839), David Copperfield (1849-1850), Tiempos difíciles (1854) y Grandes esperanzas (1860-1861) capturaron las contradicciones de una sociedad en la que el progreso económico coexistía con una profunda desigualdad.
Dickens también desempeñó un papel crucial en la revitalización de la literatura navideña con Canción de Navidad (1843), cuyo mensaje de redención y generosidad sigue siendo influyente hasta la actualidad.
Su estilo se caracterizó por el uso de personajes memorables, una sátira mordaz y un gran sentido del humor, pero también por un realismo que lo convirtió en el cronista de su época. Dickens no solo entretenía, sino que denunciaba las condiciones inhumanas en las prisiones, los orfanatos y las fábricas.
El 9 de junio de 1870, Charles Dickens murió de un derrame cerebral en su casa de Gad’s Hill Place. Aunque deseaba un entierro sencillo, la nación le rindió homenaje con un funeral en la Abadía de Westminster, donde descansa en el Rincón de los Poetas.
Curiosidades de Charles Dickens
A pesar de su falta de educación formal, Dickens logró emplearse como reportero en periódicos londinenses. Su aguda capacidad de observación y su estilo narrativo vibrante lo llevaron a publicar en 1836 su primera obra de éxito, Los papeles póstumos del Club Pickwick, que le dio fama inmediata.
Esta etapa de su vida lo marcaría profundamente y sería la base de muchas de sus obras, en las que exploró la injusticia social, la explotación infantil y la lucha por la dignidad en una sociedad despiadada.
A pesar de su éxito, Dickens tuvo una vida personal turbulenta. Su matrimonio con Catherine Hogarth terminó en separación tras dos décadas y diez hijos en común, en parte debido a su relación con la joven actriz Ellen Ternan. Su agotador ritmo de trabajo y sus numerosas giras de lecturas públicas terminaron por afectar su salud.
La infancia de Dickens dejó una huella indeleble en su obra. Nunca pudo olvidar su experiencia en la fábrica de betún, y su resentimiento hacia su madre por haber querido que siguiera trabajando allí se reflejó en muchos de sus relatos.
Dickens intentó ocultar su relación con Ellen Ternan, 27 años menor que él, a toda costa. Se rumorea que tuvieron un hijo fuera del matrimonio, pero no hay pruebas concluyentes.
Dickens tenía hábitos peculiares: siempre dormía con la cabeza orientada al norte, creía en el poder curativo de la electricidad y recorría kilómetros cada noche para combatir el insomnio.
Dickens falleció sin terminar El misterio de Edwin Drood, su última novela. Esto ha llevado a generaciones de lectores y escritores a especular sobre cómo habría concluido la historia.
Las adaptaciones de sus novelas son innumerables, desde el teatro y la radio hasta el cine y la televisión. Su impacto en la cultura popular es innegable, y personajes como Scrooge, Oliver Twist y David Copperfield siguen siendo iconos literarios.
OBRAS
El Londres pacífico pero grotesco del rey Jorge III y el París clamoroso y ensangrentado de la Revolución Francesa son las dos ciudades sobre cuyo fondo se escribe esta inolvidable historia de intriga apasionante. Violentas escenas de masas, estallidos de hambre y venganza, espías y conspiradores, héroes fracasados y héroes a su pesar se mezclan en una trama artística y perfecta, llena de sorpresas y magistralmente elaborada por un Dickens en uno de sus mejores momentos creativos.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
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La historia del pequeño Oliver, criado en un hospicio, empleado en una funeraria y reclutado por una banda de ladrones que él no reconoce como tales, no solo es un soberbio escaparate de celebérrimas creaciones dickensianas, sino que además resulta un magnífico y apasionante relato sobre la inocencia acosada. Los distintos personajes que el héroe va encontrando en su camino nos descubren al Dickens idílico y sentimental, en una de las muestras más perdurables de su genio.
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Las penurias y adversidades que azotan a la pequeña huérfana Nell Trent y a su bondadoso pero débil abuelo en su vagabundeo por Inglaterra bajo la persecución del usurero Daniel Quilp, uno de los villanos más acabados y odiosos de toda la obra del autor, son el hilo conductor de «La tienda de antigüedades».
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Grandes esperanzas (1860-61), penúltima novela de Dickens y sin duda una de sus obras maestras, no es sólo una historia de grandes sueños y dramáticas contrariedades, sino esencialmente, como dijo Chesterton, de grandes vacilaciones, las del joven héroe «entre la vida humilde, a la que debe todo, y la vida lujosa, de la que espera algo». La vergüenza y la culpa, el amor y la vanidad, el crimen y la cárcel son los leit-motivs de la crónica de una identidad que se pierde y que se gana a través de una sorprendente peripecia que es como una anécdota del destino, irónica y grave a la vez.
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Se ha dicho que Charles Dickens inventó la celebración de la Navidad tal y como la conocemos, y tal vez ningún otro escritor ha evocado con tanta maestría el espíritu a la vez jubiloso y elegíaco de esa fecha. Inspirado en la edición inglesa de 1852, el presente volumen reúne el célebre «Canción de Navidad» y otros cuatro relatos de ambientación navideña: «Las campanas», «El Grillo del Hogar», «La batalla de la vida» y «El hechizado».
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David Copperfield fue siempre la novela preferida de Dickens, quizá porque en ella proyectó gran parte de su propia vida. Desde su publicación por entregas entre 1849 y 1850, no ha dejado más que una estela de admiración, alegría y gratitud. Henry James recordaba que de niño se escondía debajo de una mesa para oír a su madre leer las entregas en voz alta. Dostoievski la leyó en su prisión en Siberia.
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Documentos póstumos del Club Pickwick fue la primera novela publicada por Dickens y está considerada como una de las obras maestras de la literatura inglesa. La narración se centra en el relato de las tragicómicas aventuras del señor Samuel Pickwick, un anciano caballero filántropo y fundador del Club Pickwick, junto a otros extravagantes personajes, durante un divertido viaje de investigación antropológica en la Inglaterra del siglo XIX…
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