CHARLES BUKOWSKI

Charles Bukowski (1920-1994)

Charles Bukowski nació el 16 de agosto de 1920 en Andernach, Alemania, y emigró con sus padres a Los Ángeles cuando apenas tenía tres años. Su padre, un militar estadounidense de carácter violento, lo marcó profundamente. La infancia de Bukowski fue dura, caracterizada por el maltrato, la pobreza y una angustiante sensación de alienación que impregnaría toda su obra. De adolescente sufrió un acné severo que desfiguró su rostro y alimentó su complejo de inferioridad, convirtiéndolo en un joven solitario que buscaba consuelo en el alcohol y en la lectura, especialmente de Dostoievski, Hemingway y John Fante.

A pesar de haber estudiado en Los Angeles City College, abandonó pronto la universidad y comenzó una vida errante: trabajó en decenas de empleos mal pagados —cartero, obrero, empleado de almacén— mientras bebía, escribía y sobrevivía en los márgenes de la sociedad. Durante dos décadas, su literatura se redujo a relatos sueltos y poemas publicados en revistas underground. Pero con el tiempo fue ganando un culto de lectores que conectaban con su estilo crudo, directo y sin adornos.

Su primera novela, Cartero (Post Office, 1971), lo catapultó a la fama tardía. Narrada desde la perspectiva de Henry Chinaski —su alter ego literario—, esa obra iniciaba un ciclo autobiográfico brutal, sincero y a menudo hilarante que recorrería toda su ficción: la lucha cotidiana, el sexo sin romanticismo, la borrachera como escudo, el tedio laboral, la derrota del hombre común.

Bukowski publicó más de 50 libros de poesía, cuentos y novelas. Su poesía, aunque a menudo despreciada por los círculos académicos, era ferozmente popular por su tono coloquial, su ritmo seco y su capacidad para encontrar belleza en la decadencia urbana. Para él, escribir era una forma de exorcismo, de dar voz a los marginados y a sí mismo sin filtros ni metáforas.

Murió el 9 de marzo de 1994, víctima de una leucemia. En su lápida se puede leer una frase que lo resume: “Don’t try” (“No lo intentes”), su máxima personal, su rechazo a toda afectación, esfuerzo forzado o impostura artística.

Curiosidades de Bukowski

Antes de dedicarse por completo a escribir, trabajó 12 años como empleado de correos en Los Ángeles. Aquel infierno burocrático le sirvió de materia prima para su primera novela, Cartero, que escribió en tres semanas tras dejar el empleo a los 49 años.

Su alter ego, Henry Chinaski, es una versión apenas disfrazada de él mismo. Chinaski aparece en muchas de sus novelas (Cartero, Factótum, Mujeres, Hollywood), retratando a un hombre cínico, alcohólico, lúcido y desesperado, en quien se confunden realidad y ficción. Para muchos lectores, Chinaski es Bukowski, aunque el escritor siempre dejó un margen de ambigüedad.

Fue descubierto por John Martin, fundador de Black Sparrow Press. Martin, editor independiente, le ofreció un sueldo mensual de 100 dólares para que dejara su trabajo y se dedicara exclusivamente a escribir. Gracias a este acuerdo, Bukowski pudo vivir de su literatura, lo que marcó el inicio de su etapa más productiva.

Su lema “Don’t try” no es nihilismo, sino una ética artística. Esa frase, que aparece en su tumba, no debe interpretarse como resignación. Para Bukowski, “no intentes” significaba no forzar el arte, no pretender ni simular. Escribía solo cuando algo verdadero lo impulsaba, y rechazaba la pose intelectual o el preciosismo.
En Mujeres, Bukowski retrata con crudeza sus aventuras amorosas, muchas de las cuales fueron reales. Aunque sus textos pueden parecer machistas, otros lo ven como un cronista brutal de la incomunicación entre los sexos, más vulnerable de lo que parece.
Aunque renegaba del reconocimiento y los medios, Bukowski disfrutó de su celebridad tardía. Aparecía en entrevistas televisivas, leía poesía ante cientos de personas (casi siempre ebrio) y aceptó que su figura se convirtiera en un icono cultural.
En 1987 escribió el guion de Barfly, protagonizada por Mickey Rourke y Faye Dunaway, que recrea su vida bohemia en los bares de Los Ángeles. Aunque renegó del resultado, la cinta ayudó a consolidar su leyenda.
Su proceso creativo era metódico: bebía vino tinto o cerveza mientras mecanografiaba poemas o relatos. Lo hacía en sesiones nocturnas, muchas veces escuchando música clásica —su otra gran pasión junto a las apuestas de caballos.
Bukowski no perteneció ni al academicismo ni a la generación beat, aunque a menudo se lo asocia con ellos. Fue una voz solitaria, más cercana al realismo sucio y al underground literario. Sus referentes eran más los existencialistas europeos y los poetas de la calle.
Desde su fallecimiento en 1994, su obra ha sido reeditada sin pausa y traducida a decenas de idiomas. Ha influido en músicos como Tom Waits, escritores como Irvine Welsh o Charles Simić, y sigue siendo un símbolo de la resistencia vital del perdedor romántico.

OBRAS

«Hay en mí algo descontrolado, pienso demasiado en el sexo. Cuando veo a una mujer la imagino siempre en la cama conmigo. Es una manera interesante de matar el tiempo en los aeropuertos.»

En Mujeres, una de las más aclamadas novelas de Bukowski, su alter ego Henry Chinaski, el «viejo indecente», un perdedor nato, se encuentra a los cincuenta años con una creciente reputación literaria, algún dinero en el banco y mujeres: montañas de mujeres. 

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*

Una novela autobiográfica, contundente como un preciso uppercut, que nos muestra una visión bien distinta del «Sueño Americano», una visión «desde abajo», desde los pisoteados y humillados: la infancia, adolescencia y juventud de Henry Chinaski, en Los Ángeles, durante los años de la Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Un padre brutal que cada día finge acudir puntualmente al trabajo para que sus vecinos no sospechen que está en paro; una madre apaleada por el padre, que sin embargo está siempre de su parte; un tío a quien busca la policía; un mundo de jefes, de superiores aterrorizados por otros superiores. 

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*

En esta novela autobiográfica de sus años de juventud, el autor nos describe la vida de su alter ego Henry Chinaski saltando de un empleo a otro, todos sórdidos, duros, sin sentido, emborrachándose a muerte, con la obsesión de follar, intentando materializar su vida de escritor y nos ofrece una visión brutalmente divertida y melancólicamente horrorizada de la ética del trabajo, de cómo doblega el «alma» de los hombres.

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*