ADAM SMITH

Adam Smith (1723-1790)

Adam Smith nace el 5 de junio de 1723 en Kirkcaldy, Escocia. Es hijo de Adam Smith, funcionario de aduanas, y Margaret Douglas. Su padre fallece antes de su nacimiento, por lo que es criado por su madre, una mujer de fuerte carácter e inteligencia, quien fomenta en él un profundo amor por el estudio.

Desde pequeño, Smith muestra una inclinación por el pensamiento analítico y una memoria prodigiosa. Estudia en la escuela local de Kirkcaldy y, a los 14 años, ingresa en la Universidad de Glasgow, donde se sumerge en la filosofía moral bajo la tutela de Francis Hutcheson, quien influirá en su pensamiento sobre la ética y la economía. Más tarde, obtiene una beca para estudiar en el Balliol College de la Universidad de Oxford, aunque su estancia allí se ve ensombrecida por la rigidez académica y la censura intelectual, lo que lo lleva a desarrollar un pensamiento más crítico sobre las instituciones educativas de su tiempo.

En 1776, Adam Smith publica Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, obra que marca el inicio de la economía como disciplina independiente. En ella desarrolla conceptos fundamentales como la división del trabajo, la ventaja absoluta y el libre mercado, estableciendo la idea de que la búsqueda del interés propio, guiada por la «mano invisible», conduce al bienestar general.

Smith muere el 17 de julio de 1790 en Edimburgo. En sus últimos años, destruye muchos de sus manuscritos inéditos, dejando solo un puñado de textos adicionales. Su tumba en el cementerio de Canongate es hoy un lugar de peregrinación para economistas e historiadores.

Curiosidades de Adam Smith

A pesar de su enorme influencia en la economía, Adam Smith era un hombre reservado y modesto, evitando la vida pública siempre que podía. Su aspecto distraído y su costumbre de hablar consigo mismo en la calle lo convirtieron en una figura peculiar en Edimburgo.

Una anécdota curiosa es que, en cierta ocasión, mientras reflexionaba profundamente, entró sin darse cuenta en una curtiduría, sumergiéndose en un tanque de líquidos usados para el tratamiento del cuero. También se dice que, absorto en sus pensamientos, una vez recorrió varios kilómetros fuera de la ciudad sin darse cuenta de que no llevaba su abrigo.

Smith mantenía correspondencia con figuras como Benjamin Franklin y era admirado por intelectuales de toda Europa. Sin embargo, a diferencia de muchos de sus contemporáneos, evitaba la controversia política directa y nunca contrajo matrimonio.

Tras regresar a Escocia en 1746, Adam Smith comienza a dar conferencias en Edimburgo sobre retórica, jurisprudencia y economía, lo que lo convierte en una figura intelectual respetada. En 1751, es nombrado profesor de Lógica en la Universidad de Glasgow y, al año siguiente, asume la cátedra de Filosofía Moral, puesto en el que desarrolla muchas de las ideas que plasmará en su obra más influyente.

En 1759, publica La teoría de los sentimientos morales, donde examina la naturaleza de la moral humana y el concepto de la «simpatía» como base de la ética. En este libro introduce la noción del «espectador imparcial», una idea que posteriormente influirá en su pensamiento económico al analizar cómo los individuos toman decisiones dentro de la sociedad.

Entre 1763 y 1766, Smith viaja por Europa como tutor del joven duque de Buccleuch, lo que le permite conocer a los principales pensadores de la Ilustración, incluyendo a Voltaire, François Quesnay y Anne Robert Jacques Turgot en Francia. Este viaje refuerza su interés por la economía y lo impulsa a escribir su obra más célebre, la ya citada: La Riqueza de las NacionesEl libro es una respuesta a las restricciones mercantilistas y defiende el comercio libre como un motor de prosperidad. Smith argumenta que la intervención del Estado debe ser limitada, permitiendo que la competencia y el mercado regulen la economía. Su visión del capitalismo influirá profundamente en el desarrollo de las políticas económicas en los siglos posteriores.

Tras la publicación de su obra maestra, Smith es nombrado comisionado de aduanas en Edimburgo en 1778, cargo que desempeña hasta su muerte. A pesar de su defensa del libre mercado, se muestra pragmático y apoya ciertas regulaciones para evitar abusos y garantizar la estabilidad económica.

El impacto de La riqueza de las naciones trasciende su época. Sus ideas influyen en economistas como David Ricardo, John Stuart Mill y Karl Marx, y siguen siendo objeto de debate en la economía contemporánea. Su énfasis en la productividad y la especialización sigue siendo clave en el análisis económico moderno.

OBRAS

Considerado fundador de la ciencia económica por «La riqueza de las naciones», el escocés Adam Smith (1723-1790) no sólo puso con esta obra los cimientos de una ciencia, sino también de una doctrina: el liberalismo económico. La idea de que la riqueza proviene del trabajo (y no del oro ni de la plata), siendo susceptible de aumentar con una adecuada regulación del funcionamiento del mercado; 

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

En La riqueza de las naciones, para Smith la ciencia económica era mucho más que la teoría de precios, producción y distribución, moneda y banca, finanzas públicas, comercio internacional, y crecimiento económico, campos que hoy en día se consideran como especialidades en sí mismos. Todos estos temas se discuten en el libro, pero también incluye detalladas discusiones sobre temas tan diversos como historia eclesiástica, demografía, política educacional, ciencias militares, agricultura, y asuntos coloniales

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