ABATE PRÉVOST

Abate Prévost (1697-1763)

Antoine François Prévost d’Exiles, conocido como el Abate Prévost, nace el 1 de abril de 1697 en Hesdin, Francia. Es hijo de un distinguido magistrado, François Prévost, y crece en un ambiente culto, donde recibe una educación esmerada. 

A lo largo de su vida, Prévost se dedica a la narrativa, la traducción y la crítica literaria. Su obra más famosa, Historia del caballero Des Grieux y de Manon Lescaut (1731), cuenta la trágica historia de amor entre un joven aristócrata y la bella y voluble Manon, quien lo arrastra a una espiral de pasión, ruina y exilio. La novela, prohibida en su época por su audaz representación del deseo y la moral ambigua de sus personajes, se convierte con el tiempo en una de las grandes historias de amor de la literatura universal e inspira numerosas adaptaciones teatrales, operísticas y cinematográficas.

También destaca su trabajo como traductor de novelas inglesas, contribuyendo a la difusión de la literatura británica en Francia. Su estilo narrativo, influenciado por Defoe y Richardson, introduce una sensibilidad moderna en la novela francesa del siglo XVIII.

A pesar de sus esfuerzos por estabilizar su vida, Prévost sigue marcado por problemas financieros y escándalos. Finalmente, logra reconciliarse con la Iglesia y regresa a Francia, donde pasa sus últimos años escribiendo y desempeñando funciones eclesiásticas.

El Abate Prévost muere el 25 de noviembre de 1763 en Chantilly, en circunstancias misteriosas. Según algunas versiones, su muerte ocurrió tras un ataque al corazón durante una caminata, pero otras fuentes sugieren que su cadáver fue encontrado en condiciones sospechosas y que incluso fue sometido a una autopsia sin estar realmente muerto.

Curiosidades del Abate Prévost

Desde joven, muestra una inclinación por la literatura y la teología, pero su carácter inquieto lo lleva a una vida llena de altibajos.

Tras la muerte de su madre en 1706, Prévost es enviado a estudiar con los jesuitas, pero su naturaleza apasionada y rebelde lo impulsa a abandonar sus estudios y alistarse en el ejército en 1713, durante la Guerra de Sucesión Española. Sin embargo, la disciplina militar no logra contener su espíritu inquieto, y pronto regresa a la vida académica, ingresando en la orden benedictina de Saint-Maur en 1721. Allí toma los hábitos y se ordena sacerdote en 1726, aunque su vocación religiosa se ve constantemente perturbada por su amor por la literatura y sus impulsos mundanos.

En 1728, escapa de su monasterio, perseguido por deudas y escándalos amorosos, y huye a Inglaterra y Holanda, donde entra en contacto con las nuevas corrientes literarias. Durante su exilio, comienza a escribir su vasta Mémoires et aventures d’un homme de qualité (1728-1731), una novela en varias partes que refleja sus propias experiencias errantes y en la que introduce por primera vez a su personaje más célebre: Manon Lescaut.

Prévost mantuvo relaciones ambivalentes con los círculos literarios de su tiempo. Admiraba a autores como Voltaire y Montesquieu, pero su estilo narrativo, más emocional y menos racionalista, lo distanció de la Ilustración más filosófica.

Una anécdota poco conocida es que, durante su estancia en Inglaterra, trabajó como preceptor en casas aristocráticas, lo que le permitió conocer de primera mano la alta sociedad londinense y plasmar en sus novelas un realismo inusual sobre las diferencias de clase y la lucha entre el amor y la conveniencia social.

Su influencia en la literatura posterior es notable: autores como Balzac y Flaubert admiraron su capacidad para retratar la psicología de sus personajes, mientras que su protagonista Manon Lescaut se convirtió en un arquetipo de la femme fatale, inspirando a escritores como Proust y músicos como Massenet y Puccini.

Con su talento para combinar pasión y fatalidad, el Abate Prévost dejó un legado que sigue fascinando a los lectores, demostrando que el amor y el destino pueden ser las fuerzas más poderosas de la narrativa.

OBRAS

Es difícil el acercamiento actual a la «Historia del Caballero Des Grieux y de Manon Lescaut». La dimensión mítica, arquetípica, de su personaje femenino ha alienado la «obra literaria», como ocurrió con Don Juan o Don Quijote. Y sin embargo el esfuerzo por desvelar las dimensiones propias de esta novela (labor en que se empeña la presente edición) es fructífero, pues supone el rescate de esta joya narrativa del siglo XVIII.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.