LOS AÑOS DE APRENDIZAJE DE WILHELM MEISTER
LOS AÑOS DE APRENDIZAJE DE WILHELM MEISTER
El texto, denso pero sutil y hermético pero universal, de Goethe, nos enseña la importancia de vivir y la sagacidad de una serie de personajes que enseñan al protagonista el valor de cada momento. Con las anotaciones de Salmerón, el camino es más veraz, y una eterna novela de casi ochocientas páginas se convierte en un agradable paseo por la literatura alemana.
Por ello, si este erudito doctor algún día llega a leer mi interpretación de la obra, le pido disculpas de antemano por arruinar su preciado trabajo y convertir a Goethe en uno más de mis autores predilectos, acompañando a otros muchos que ya conocen ustedes, mis lectores.
Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister es una obra maestra de la literatura, quizás, y siempre desde la perspectiva de este narrador que soy yo, no en su formato más argumental sino en las premisas que presentaba al mundo en el siglo XVIII, cuando apenas despuntaban en este terreno otras novelas de aprendizaje y es Goethe el que inaugura este nuevo sistema de novelas de crecimiento. A esta nueva vertiente de la literatura, más enfocada en el desarrollo personal del individuo y en la consecución de una serie de objetivos mientras la interacción con los personajes del mundo es necesaria y presencial, se le denominó Bildugsroman, o Novela de formación.
De esta expresión, se desprende aquella a la que más aprecio tengo, por ser una concreción menos generalista y por centrarse más en la figura del artista: el Künstleroman. O Novela del Artista, o el camino del artista.
Sin que sirva de imposición, como máxima representación del Künstleroman, que hasta el día de hoy ha llegado a mis manos, puedo citar la magnífica y bestial obra de Jack London, Martin Eden, que pasa desapercibida entre los críticos y que es olvidada y relegada al ostracismo debido al despunte de otras obras del autor, como Colmillo Blando o La llamada de lo salvaje, cuando Martin Eden o incluso El Vagabundo de las Estrellas, son infinitamente mejores. Pero este no es el objeto de la crítica, pues inclino mis pasos hacia otros derroteros que me echan del camino pautado.
Para comprender la novela, quizás sea necesaria una introducción de la vida de Goethe, y no es justo que yo, prácticamente ignorante de la suya, e incluso de la mía, vaya a realizar dicha apreciación. Pero para saber qué habitaba en la mente de Goethe, simplemente comentaremos su facilidad para las artes y su monstruosa curiosidad. Se creía que era superdotado, pues cultivaba muchas de las ramas de las artes y de ellas se valía para realizar los escritos correspondientes que hoy han llegado a nosotros. Estudió abogacía y estuvo muy influenciado por el teatro, sobre todo de Shakespeare, tal y como observaremos en el análisis de la obra. Los Años de Aprendizaje de Wilhelm Meister data de 1821, del siglo XIX.
¡Acuérdate de que tienes que vivir!
Goethe
¿De qué trata el Lehrjahre?
El libro comienza con la presentación de varios personajes, como lo son en este caso Mariana, la vieja y Wilhelm, que jugarán un papel fundamental en el resto de la obra. Y cabe destacar que, después de leer el libro al completo y hacernos llegar todas las peripecias que Wilhelm ha pasado, el remanente de la historia no son más que aquellas tres personas, influidas por infinidad de ellas a lo largo del tiempo, cuya historia desemboca en el círculo perfecto que nos ofrece Goethe.
La mujer será de vital importancia , Mariana aparecerá de forma salpicada pero siempre significará el recuerdo de lo vivido en Wilhelm, por lo que los lectores ya conocen y, por lógica, Wilhelm será el vasto bloque de mármol sobre el que el escultor trabajará.
El comienzo de la novela, y cómo Wilhelm narra su propio pasado, son necesarios para hacernos una idea de lo que necesitaba como niño y en lo que llegó a convertirse. Hallando en estas premisas el camino del artista, nos damos cuenta de que Wilhelm, con apenas diez años, ya sabía que su destino estaría vinculado al drama.
De una forma casi proustiana, o mejor dicho, Proust utilizando una técnica “Goetheniana”, atesora una serie de recuerdos que marcan los inicios de su andadura teatral, describiendo con pasión cómo llegó a amar el teatro de marionetas y todo aquello que significó para él la relación con sus padres y la prohibición que surgió del juego y que luego se vio emancipada del permiso paterno.
“Mi espíritu se encaminó al teatro y no encontré mayor alegría nunca que leyendo escribiendo y representando obras de teatro”
Goethe
«Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister» constituye, por antonomasia, la «novela de formación» o «bildungsroman». En esta obra, compendio de todas las tendencias narrativas del siglo XVIII, el autor ofrece un diagnóstico de su época al intentar responder a una pregunta: ¿cómo se puede llegar a ser feliz?
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
Con estas afirmaciones, Wilhelm, y por lógica, Goethe, nos dan a entender la implicación del personaje y su pasión por el mismo, pero no es hasta capítulos después cuando Wilhelm, enredado en unos papeles y arriesgando todo su ser para conseguir despuntar en aquello que más ama, nos refiere la siguiente frase:
“Sin embargo es posible hacerse la siguiente pregunta: ¿puede esperarse algo bueno de un joven que cuando rápidamente advierte lo indebido de un camino interrumpe el trabajo y no quiere gastar su esfuerzo ni su tiempo en algo que nunca tendrá valor?
Goethe
¡Qué implicación! ¡Qué rabia desata Goethe con estas palabras! Ahí está; el sentido mismo del artista, el sacrificio del mismo y la voluntad de dejarlo todo atrás para alzarse con la eternidad de la obra de arte perfecta.
Llegados a este punto, y con mucho que ver con el tema en cuestión, es necesario que interrumpa mi interpretación para hacerles llegar una recomendación. Para Goethe, la diferencia entre estos dos personajes; el involucrado en sacar adelante su propio sueño, su función en la vida, su verdadero propósito y aquel que tan solo sigue el camino pautado y la vereda fácil de la vida es su camino predilecto; es sustancial y necesaria.
Aquí nos dice que las diferencias entre estos dos tipos de personas son hasta visibles en su sincretismo interno. Y esto me ha recordado a una película que recientemente ha llamado mi atención, llamada “EL MENÚ”, protagonizada por Ralph Fiennes. Su trama, por supuesto, es diametralmente opuesta a la de Los años de aprendizaje, pero su ADN, su función primordial y su marca, son básicamente similares: persigue tu sueño, destroza todo aquello que conoces y que te ha sido atribuido para conseguir, de una manera eterna y magistral, el recuerdo máximo de una leyenda.
Por supuesto, hazlo antes de darte cuenta de que tienes que vivir, tal y como le ocurrió a Wilhelm más adelante en la historia
¿Cómo poder dar fuerza a mi argumento? ¿Cómo podría este narrador ver reforzada su idea de la mediocridad de las vidas vacías y la excepcionalidad de las portentosas y arriesgadas vidas de los artistas verdaderos? Sin duda, con las palabras de Goethe:
“No sientes la plenitud coherente que solo puede ser sentida concebida y realizada por el espíritu no presientes que en el alma del hombre hay una chispa qué si no recibe alimento ni es avivada queda cubierta por las cenizas de las ocupaciones cotidianas y la indiferencia (…)”.
Goethe
En «Los años itinerantes» hay un rechazo de las revoluciones y un alegato contra los abusos del despotismo. La paz ha de ser no solo preservada mediante el orden, sino lograda mediante la justicia. En la saga de Wilhelm Meister los miembros de la Sociedad de la Torre se someten libremente a una ordenación de la vida, crean una comunidad y construyen una organización que transmitirán a las generaciones venideras, con la intención de sentar las bases de una colectividad que sirva de un modo eficaz para evitar lo trágico.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
Se realiza aquí un salto importante en el discurso de Goethe. Comienza la causalidad, el determinismo y la azarosa y arbitraria aparición del destino. Esta parte es fundamental y es muy lúcida, pues con los locuaces argumentos de los personajes, nos damos cuenta del pensamiento del autor y de las preguntas que, ya en su adultez más desarrollada, nos presenta a los lectores para que investiguemos sobre ellas. ¿Existe el destino? ¿Es una suerte de caminos aleatorios? ¿Está todo pactado ya o somos dueños de nuestra propia vida? Aquí Goethe consigue hacernos llegar, de la nada, una reflexión filosófica que debería estar enmarcada, si es que el código de la página me lo permitiese:
¿Entonces, no crees en el destino? ¿no crees en un poder superior que nos lleva hacia lo mejor? (RESPUESTA:) Aquí lo importante no es lo que yo crea. Además este tampoco es el lugar de explicar cómo interpreto las cosas que a todos nos parecen incomprensibles para poder pensarlas de alguna manera. Aquí la cuestión es solo la siguiente: cuál es la manera más ventajosa de representase todo eso. La trama de este mundo se compone de azar y necesidad; la razón de los hombres se sitúa entre ambas y sabe dominarlas. Toma lo necesario por su fundamento y sabe rectificar, dirigir y utilizar lo azaroso. Solo en la medida en que el hombre sepa mantenerse imperturbable, merece ser llamado Dios en la Tierra. Ay de aquel que desde su juventud se acostumbra a ver cierta arbitrariedad en lo necesario. Ay de aquel que ve en lo causal la huella de la razón y eleva el seguimiento de lo azaroso a una suerte de religión. ¿No supone esto otra cosa que renunciar al propio entendimiento y concederles a las propias inclinaciones un espacio ilimitado?
Goethe
ENCICLOPEDIA DIDEROT
Busca tu autor favorito o el movimiento literario que más te atraiga. Investiga la Historia de la Literatura a través de los artículos en la Enciclopedia de Literatura Diderot
¡Maravilloso! Ya no su opinión, pues a cada cual el determinismo y la causalidad pueden parecerles lógicos o todo lo contrario, pero su concepción de estos términos y estar presumiblemente ante uno de los discursos más lúcidos de la novela nos hacen comprender su gran entendimiento del lenguaje.
Su idea, es la mezcla, como veremos más adelante, entre el destino y el azar. El destino es el camino pautado y el azar, todo aquello que sale a su paso y, como Goethe, el destino de Wilhelm era ser actor y estar relacionado con el gremio, pero el azar, en forma de preciosa niña llamada Mignon, aparece para recordarle que el ser humano no está sujeto a ninguna especie de regla determinada.
Mignon es la luz que acompaña desde entonces a Wilhielm, guiándole por el camino de la verdad y siendo un remanente de vida que siempre le obligará a recordarle este hecho descrito anteriormente. Un baile tradicional y unas miradas de complicidad le harán enamorarse de esta preciosa niña de una forma platónica sin nunca llegar a consumar acto alguno.
Esta niña, un pequeño grupo de personas, y los azarosos episodios que le suceden a nuestro héroe, no son más que las sendas que un hombre debe recorrer a lo largo de una vida y las barandillas en las que debe apoyarse a lo largo de la aventura. Así lo describe Goethe:
“Cuando un hombre llega a un desarrollo determinado de sus fuerzas, aptitudes y conceptos, suele sumirse en una perplejidad de la que puede sacarle un buen amigo. En esos casos se parece a un viajero, que , estando cerca de su albergue, cae al agua. Si en ese momento llega alguien y lo ayuda a salir, todo queda en un remojón. En caso contrario, es probable que él mismo sepa salir, pero lo haría en la orilla contraria y eso lo obligaría a dar un inmenso rodeo para alcanzar su destino.”
Goethe
MOVIMIENTOS LITERARIOS
Descubre todos los movimientos literarios y los periodos de la Historia de la Literatura así como los autores que componen el Canon Occidental y el Canon Oriental
“Wilhelm había salido del aposento y estaba de nuevo en su cuarto antes de saber muy bien donde se encontraba. ¡Desdichados! ¿Qué aviso del AZAR o del DESTINO los había separado?
Goethe
La segunda mitad del libro refleja las cartas que entre Wilhelm y un antiguo compañero se intercambian, hallando en ella los atisbos de ese pensamiento que luego cambiará a lo largo de la obra.
La diferenciación entre la burguesía el pueblo. La nobleza, cuyo camino está pavimentado, no debe, o quizás no sabe abandonarlo. Mientras que el artista enamorado de su talento, debe recorrer peligrosas sendas para alcanzar ese objetivo.En estas cartas, que Wilhelm desprecia por su connotación denigrante, se refleja este sentimiento del autor y la personalidad de los protagonistas.
Wilhelm, después de pensar en el devenir de los acontecimientos y en todo lo que a su paso ha salido, dejado atrás a los personajes principales, como son el niño Félix, el matrimonio Melina, Filina, Laertes, o Mignon, decide vagar por el mundo preparado para conocer los entresijos de la máquina que lo impulsa.
Y decidido, se despide de la compañía. Esta despedida se ve reconfortada con las palabras de la señora de Melina que, después de una larga trayectoria, agradece a Wilhelm su esfuerzo con una impresión que me rompió.
Si los demás no reconocen lo que usted ha hecho por nosotros, basto yo para valorarlo. Pasa con nuestros proyectos y con nuestros deseos: cuando los vemos realizados, cuando los vemos satisfechos, no se parecen ya a lo que fueron, y creemos que nada hemos hecho y que nada hemos obtenido”.
Goethe
Otras obras de GOETHE
«Clavijo» es la primera obra que Goethe firmó con su nombre. Goethe escoge para esta pieza el género de la tragedia burguesa, en la cual se tratan los temas propios de esta clase, como el honor familiar, la virtud femenina y los vicios, y se realiza una crítica de la alta sociedad. Goethe nos presenta a un personaje en conflicto, que se debate entre la vida burguesa y privada en compañía de su prometida y la vida pública y aristocrática que, por nacimiento, le está vetada, pero a la que quizá pueda acercarse mediante su trabajo.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
Publicada en 1809, Las afinidades electivas fue gestada por J. W. Goethe (1749-1832) a lo largo de los dos años anteriores, en un periodo especialmente crítico tanto de su vida como de la historia de una Europa que, convulsionada por Napoleón, aventaba definitivamente las últimas cenizas del Siglo de las Luces y conocía los primeros descubrimientos científicos. No es de extrañar, pues, que esta novela ideada entre dos luces sea considerada una de las más sutiles y ricas en matices de las escritas por el autor de Fausto y de las Penas del joven Werther -ambas publicadas en esta colección-.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
Este ebook presenta «Fausto (texto completo, con índice activo)» con un sumario dinámico y detallado. Fausto, de Johann Wolfgang von Goethe es una obra trágica, dividida en dos partes, la primera publicada en 1808 y la segunda, de manera póstuma, en 1833. Enfrascado en un intenso monólogo, el personaje principal, el sabio doctor Fausto, cuestiona la vida y el valor de las cosas mundanas y los sentimientos, mientras invoca a un ser maligno para recuperar, a la vieja tradición de rito maléfico, la juventud perdida y el tiempo para el amor.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
¡Qué duras palabras! Wilhelm, que literalmente había salvado a la compañía de teatro de la quiebra y de su desaparición, no el reconocimiento público ni el suyo propio, pues no es capaz de ver, en una situación como aquella, que sin su presencia, ninguno de ellos estaría ya allí, o ni siquiera vivo. Una portentosa reflexión que destroza los corazones de los lectores.
Wilhelm abandona por lo tanto el teatro, no sin antes pensar en lo ocurrido y comenzar la transición entre los años de aprendizaje, casi llegados a su fin, y los años de itinerancia :
“No sabía que todos los hombres entregados a la formación de su espíritu olvidan las circunstancias exteriores”.
El pensamiento ya ha cambiado. El aprendizaje llega a su fin y todo lo aprendido y circundado ha servido para algo. Para el desenlace final de la obra. Wilhelm se encuentra con otra serie de personajes que le hacen comprender la importancia de esas personas pasadas y de la formación que un día recibió del mundo.
Por último, llega a la sala del Pasado, a la que podría también denominar sala del presente y del futuro, por su idílico significado, y se encuentra con la estatua de un hombre y una inscripción en los papeles que sostiene.
¡Prepárense para recibir un severo golpe de la existencia! Prepárense para leer la frase, que ya ha sido referida en esta reseña, y que dará un punto y final a Wilhelm y a su formación, alterando todo cuanto conoció para alejarse del Bilgungs, del aprendizaje y de todo aquello que una vez amó, ciñéndose al pragmatismo del que antes renegaba y haciéndose cargo de unas responsabilidades que una vez encontró odiosas:
«¡Acuérdate de que TIENES QUE VIVIR!»
Goethe