JUAN DE MENA

Juan de Mena
Juan de Mena nace en 1411 en Córdoba, España, en una familia noble que, según rumores, podría tener raíces judéoconversas. Desde joven, muestra una inclinación por las letras y el latín, lo que lo lleva a estudiar en la Universidad de Salamanca y a viajar por Italia, donde descubre a los autores del primer Renacimiento. Su vida es una mezcla de estudios, viajes y cargos oficiales, ya que se convierte en cronista y secretario de cartas latinas al servicio del rey Juan II de Castilla.
Juan de Mena es conocido por su obra maestra, Laberinto de Fortuna, también conocida como Las trescientas, una colección de versos alegóricos que reflejan su conocimiento del arte mayor y su habilidad para el ritmo sonoro. Su poesía es tan elaborada y elocuente que algunos la consideran una obra de arte en sí misma. Además de su poesía, también escribe en prosa, adaptando la Ilíada en su obra Homero romanceado y prologando el Libro de las claras y virtuosas mujeres de Álvaro de Luna.
A lo largo de su vida, Juan de Mena mantiene una gran amistad con el marqués de Santillana, con quien comparte gustos literarios y a quien dedica su obra Coronación. Sin embargo, su vida no está exenta de desafíos. En 1456, fallece en Torrelaguna,
Ese «Laberinto de Fortuna» constituye una pieza mayor en el canon de la literatura española, que se mueve entre las últimas inercias medievales y un primer Renacimiento propiamente hispánico. Mena lo concibió con una conciencia humanística y una decisiva dimensión experimental. En su afán por imitar la epopeya clásica, diseñó una lengua poética que se alejaba del uso común para dotar al castellano de una dignidad pareja a la del latín.
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