BEOWULF

Quizás nuestra generación se ha visto vinculada a Beowulf gracias a la adaptación cinematográfica de 2007, donde una jovencísima Angelina Jolie interpretaba a la madre del monstruo, Grendel. Al fin y al cabo, este tipo de manifestaciones culturales se trasmiten gracias a la revisión y re-escritura de los clásicos, que llegaron a nosotros hace cientos (casi miles en este caso) de años, y que de otra forma nos serían extrañas y muy lejanas manifestaciones.

En concreto, el poema de Beowulf data de entre los siglos VIII y X aunque muchos de los estudiosos prefieren la primera fecha, y su contexto es su mayor virtud, pues gracias a la eterna diatriba que se ha creado alrededor de su datación, la controversia lo ha traído a nuestros días.

La leyenda de Beowulf es el poema medieval inglés más extenso que conocemos y su historia data del siglo VI en las regiones escandinavas en que transcurre la acción. Está escrito en inglés y hay un claro choque de culturas religiosas pues, en origen, el poema fue planteado por paganos y traducido por cristianos, lo que aporta un valor histórico fecundo para los exégetas.

El monarca gauta

No obtendría gloria.     Le falló la espada,

No debió pasarle.        No era cosa grata

Para este adalid,          el hijo de Ecgtheow

Tener que dejar           la vida terrena.

Debía partir              hacia otra morada,

Como cada cual         debe abandonar

Los días prestados. (186)

«Beowulf» es el más antiguo de los poemas épicos de cierta extensión que nos ha legado la literatura germánica, equiparable por su belleza y relevancia al «Poema de Mio Cid» o a la «Canción de Roldán». El poema narra las peripecias del héroe Beowulf en dos periodos de su vida: en su juventud, cuando acude en ayuda de los daneses para enfrentarse con dos monstruos, y más tarde cuando, ya rey de los gautas, sostiene un combate con un dragón que lo llevará a la muerte. Completan el volumen una selección de poemas representativos de la literatura anglosajona de los siglos VII al X (fragmentos de «La batalla de Finnsburh y del Wálder», el «Lamento de Déor», «Wídsid», «La batalla de Brunaburh», «La batalla de Maldon», «El poema de las Runas», ejemplos de poesía elegíaca), así como conjuros y adivinanzas.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

En concreto, el poema relata historias de guerreros, clanes, venganzas de sangre, funerales con barcos, y creencias sobre el destino inevitable (el famoso Wyrd). Mientras que los monjes ingleses que lo tradujeron en el siglo VIII y adelante aportan una voz narrativa y comentarios que reinterpretan esos mitos paganos a través de una lente prominentemente cristiana. En el poema final, por ejemplo, Grendel, monstruo deforme, es el descendiente vivo de Caín.

El poema está dividido en tres grandes partes. La primera, donde se contextualiza la acción, se presentan a los personajes y Beowulf mata lucha contra Grendel. Veamos esto con más detenimiento.

Beowulf vive en lo que hoy sería el sur de Suecia. El padre de este es Ecgtheow (no me hagan volver a escribirlo). Mantiene una cordial relación con Hrothgar, rey de una parte de Dinamarca. Tras ascender al trono, este último manda construir un gran palacio y la música y la alegría despiertan la envidia y la cólera de un monstruo, Grendel. Durante doce años, el ser ataca el palacio de Hrothgar.

Beowulf se compromete a acudir junto con catorce caballeros a proteger los intereses del rey, por la antigua amistad que lo une a su padre. Lucha sin armas con el monstruo y el guerrero le arranca una garra. Huye despavorido y muere condenado en su propia ciénaga.

Al cabo de la primera parte, el rey honra la victoria de Beowulf con la historia de Sigemund, un heroico caballero que mata a un dragón que custodia un tesoro. ¿Nos sorprende? No nos sorprende. Bien. Este caballero, como ya sabemos, es el arquetipo norreno del héroe Sigurd, Sigfrido o Siegfried que ya hemos conocido en la Edda Mayor, Edda Menor, en la Saga de los Volsungos y el El cantar de los nibelungos.

Conservado en un único manuscrito anglosajón conocido como «Cotton Vitellius A.XV», de la Biblioteca Británica, el poema «Beowulf» es una de las más tempranas obras en lengua inglesa y también una de sus más elevadas cumbres literarias. «Beowulf» es un poema de compleja elaboración en sus aspectos narrativos, con un magistral uso de la métrica y una intrincada combinación de diversas historias de diferente género, todo ello en un contexto cristiano, pero con evidentes ecos de un pasado pagano. «Beowulf» es esencialmente un poema épico que narra la heroica lucha de su protagonista homónimo, un príncipe escandinavo que representa los valores del guerrero germánico, contra varios seres monstruosos; no obstante, en el elaborado proceso narrativo también se insertan elementos propios de las elegías, las sagas y las leyendas. 

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Durante la noche, la madre de Grendel da comienzo a la segunda parte con un sorprendente ataque que coge desprevenidos a los guerreros. Mata a varios vasallos del rey y se lleva la garra de su hijo a su ciénaga. Beowulf se compromete de nuevo a asesinar a la madre del monstruo.

Entra en la ciénaga junto a su espada pero el cuerpo de la madre es impenetrable. Descubre una antigua espada en la gruta y con ella decapita a la mujer. La espada se funde a casusa de la sangre ácida que brota de la madre y de Grendel al que también decapita.

Se lleva a cabo una gran celebración al comprobar los soldados y el rey que Beowulf ha cumplido su palabra. Colmado con tesoros y promesas, el héroe regresa a su tierra.

En la tercera parte, Beowulf pasa a ocupar el trono de su padre, ante la muerte de este y su primogénito. Reina en paz durante cincuenta años. Un dragón, no obstante, despierta y ataca a los gautas. Beowulf se enfrenta solo al dragón, aunque es herido de muerte, la ayuda de Wiglaf sirve para dar también muerte al dragón. Los otros once soldados que acompañaban a Beowulf son castigados por huir durante el combate.

La traducción de Beowulf de J.R.R. Tolkien, acabada en 1926, fue un trabajo temprano de carácter muy peculiar. Sin embargo, contiene elementos que después Tolkien usaría en sus obras de la Tierra Media, como el dragón, que presagia al Smaug de El Hobbit.

A partir de la atención que Tolkien presta al detalle se hace patente el sentido de la inmediatez y claridad de su visión. Es como si entrara en el pasado imaginado, y se irguiera junto a Beowulf y sus hombres cuando sacuden sus cotas de malla al asegurar su nave en la playa de la costa de Dinamarca, escuchara la creciente cólera de Beowulf por las provocaciones de Unferth, o mirara con asombro la terrible mano de Grendel colgada del techo de Heorot.

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Beowulf habla de la lealtad, el vínculo sagrado entre el guerrero, y su señor. La fama y la gloria son temas fundamentales, donde el héroe es el adalid de este vehículo que le conduce al Wyrd. De otra manera, también se habla de la generosidad del rey, dado de anillos, de tesoros y cimentando la comunidad y la lealtad.

Uno de los puntos clave de la obra es la creación del héroe como figura trascendente. El sacrificio que ejecuta Beowulf al final de la obra se ha equiparado, según algunos críticos, a la alegoría cristiana de la figura de Cristo, aunque ya saben ustedes que este ejemplo está ya muy utilizado.

Lean Beowulf, porque a través de él conocemos el pensar de un pueblo, sus tradiciones, sus celebraciones y sus miedos. Además, nos rodeamos de sus estrategias poéticas y sus ardides literarios. Llegamos a los kennings, o metáforas compuestas que reemplazan al sustantivo, y los litotes, una forma irónica que a menudo niega lo opuesto para afirmar algo. Beowulf es el héroe definitivo. Uno que sin duda daría mucha guerra a Sigfrido en uno de esos combates actuales del Mortal Kombat.

Que el humo subiera rápido al cielo indicaba que el guerrero entraba directamente en el Valhalla. De acuerdo con el relato de Snorri Sturluson, en la Ynglingasaga (cap. 8), Odín ordenó que los muertos debían ser incinerados junto con sus posesiones. El difunto, de este modo, llegaría al Valhalla con la riqueza que hubiese ardido con él en la pira funeraria y también se beneficiaría de lo que él mismo hubiera depositado bajo tierra mientras vivía. Se creía que cuanto más se elevase el humo de la hoguera en el cielo más impor-tante sería el lugar que ocuparía el difunto en el Valhalla y, según las riquezas que se incinerasen con él, su posición allí sería más prestigiosa. Las cenizas debían llevarse al mar o depositarse en una sepultura en tierra bajo túmulos construidos como monumentos conmemorativos para quienes hubieran llevado a cabo acciones heroicas; asimismo, se esculpirían lápidas para rememorar a quienes hubiesen destacado. Esta costumbre, dice Snorri, sobrevivió durante mucho tiempo. (p. 207)

Ítem Calificación
1. DESCRIPCIÓN7/10
2. MADUREZ NARRATIVA7/10
3. RIQUEZA LINGÜÍSTICA7/10
4. DESARROLLO DE PERSONAJES / PLANTEAMIENTO DE LAS TESIS Y/O PROTAGONISTAS8/10
5. HISTORIA / TRAMA / CONDUCCIÓN DEL ENSAYO9/10
6. DESENLACE / FINAL DEL ENSAYO9/10
7. DIÁLOGOS / RELACIÓN ENTRE PERSONAJES / CALADO DE LOS PERSONAJES6/10
8. PROFUNDIDAD Y SIMBOLOGÍA7/10
9. UNIVERSALIDAD / IMPACTO EN UNA SOCIEDAD6/10
10. RELEVANCIA HISTÓRICA EN SU CONTEXTO7/10
Total 73/100