BEDA EL VENERABLE

Beda el Venerable (672-735)
San Beda el Venerable nace alrededor del año 672 d.C. en Jarrow, Northumbria, en una época en la que los monasterios eran los lugares más cercanos a tener una biblioteca. Desde joven, Beda muestra una insaciable curiosidad y un amor por el conocimiento que lo llevan a convertirse en uno de los eruditos más destacados de la Edad Media.
A lo largo de su vida, Beda se dedica a la escritura y la enseñanza, y es conocido por su obra magna, la «Historia Eclesiástica del Pueblo Inglés», una crónica que narra la conversión al cristianismo de las tribus anglosajonas. Este trabajo le valió el título de «Padre de la Historia Inglesa», aunque probablemente no fue su intención original convertirse en el papá de nada.
Beda es famoso por su frase: «El conocimiento es el camino hacia la verdad», lo que refleja su creencia en el poder del aprendizaje y la educación. A pesar de su vida monástica, Beda viajó a varias abadías y comunidades eclesiásticas en las islas británicas, compartiendo su vasto conocimiento y dejando una huella imborrable en la historia.
En el año 735 d.C., Beda fallece en Jarrow, dejando un legado de sabiduría y erudición que sigue siendo una fuente de inspiración para muchos. Su vida es un testimonio de la dedicación al conocimiento y la enseñanza, incluso cuando los tiempos eran tan oscuros como una noche sin luna.
San Beda el venerable (672-735), monje, fue el más ilustre escritor que produjo el monacato benedictino anglosajón de su tiempo. El Papa León XIII lo declaró Doctor de la Iglesia.
Escribió tratados de gramática, ortografía y métrica, destinados a la enseñanza de sus alumnos, indispensables para el estudio de la Sagrada Escritura; además de obras de matemáticas y ciencias naturales. En sus libros de cronología hace un resumen de la historia universal, especialmente de la historia de la Iglesia a partir del nacimiento de Cristo. La teología litúrgica la expresa en sus homilías de los Evangelios dominicales y festivos, desarrollando una verdadera mistagogia y enseñando a los fieles a celebrar gozosamente los misterios de la fe, para reproducirlos luego coherentemente en su vida.
Las Sagradas Escrituras son la fuente constante de su reflexión teológica. A partir de un estudio crítico del texto. Beda comenta la Biblia leyéndola en clave cristológica.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
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