EURÍPIDES

Eurípides (480 a.C. - 406 a.C)
Eurípides nace alrededor del año 480 a.C. en Salamina, una isla cercana a Atenas, en una época de grandes conflictos y cambios culturales. Desde joven, muestra un gran interés por la poesía y el teatro, lo que lo lleva a convertirse en uno de los tres grandes trágicos de la Antigua Grecia, junto a Esquilo y Sófocles.
A lo largo de su vida, Eurípides escribe cerca de 90 obras, de las cuales solo 18 han sobrevivido en su totalidad. Es conocido por su enfoque innovador en la tragedia, donde introduce personajes más realistas y complejos, y aborda temas controvertidos y emocionales. Entre sus obras más destacadas se encuentran «Medea», «Las Bacantes», «Electra» y «Hipólito».
Eurípides participa en numerosos concursos dramáticos de Atenas, obteniendo el primer premio en varias ocasiones. Sus obras exploran la psicología humana y las tensiones entre la moralidad y la pasión, ofreciendo una visión crítica y a menudo pesimista de la naturaleza humana.
Aunque sus contemporáneos a veces critican su estilo y sus temáticas, la influencia de Eurípides en la tragedia griega y en la literatura posterior es inmensa. Su legado perdura a través de los siglos y continúa inspirando a dramaturgos y escritores de todo el mundo.
Eurípides muere alrededor del año 406 a.C. en Macedonia, donde pasa sus últimos años. Su obra sigue siendo estudiada y admirada por generaciones de lectores y amantes del teatro.
OBRAS
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
Jasón no solo regresó de la Cólquide con el vellocino de oro, sino que también sedujo a la hija del rey Eetes, Medea. A su vuelta a Yolco, hallan un escenario de traición familiar del que huyen dejando un rastro carmesí. Cuando recalen en Corinto, Medea desplegará una pavorosa venganza contra Jasón al descubrir que pretende a la hija del rey Creonte. Este imperecedero personaje femenino recoge las leyendas que veían a la hechicera como una mujer exótica y salvaje que, por amor, despierta el lado atroz de lo humano. Sus coetáneos decían que Eurípides prefería representar «las cosas como son y no como debieran», y ello quizá sea lo que nos sigue atrayendo de esta princesa extranjera: su cruda realidad, su repulsión natural hacia el perjurio, su asimilación negada, su temible ira, su compromiso con la sangre.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.