CHRISTOPHER MARLOWE

Christopher Marlowe (1564-1593)

Parece que la vida de Christopher Marlowe es un misterior, y así se ha ido acrecentando con el paso de los siglos. Fue bautizado apenas dos meses antes que el bardo inglés, William Shakespeare, y parece que la fortuna salpicó más a uno que otro, concoordando el lector conmigo en que el pobre Marlowe abrió el camino al teatro isabelino del renacimiento para que autores como Shakespeare , Kyd, o Jonson tomasen su testigo y alcanzasen la gran fama que merecen. 

 

Marlowe nace en Canterbury en 1564, y es criado en el seno de una familia más o menos adinerada, consiguiendo rápidamente destacar en el arte de la Palabra, las letras y la poesía. El problema de Marlowe no es el academicismo, sino las relaciones sociales y personales, pues se ve siempre envuelto en diversas controversias que lo alejan de una vida veraz y hedonista, más en consonancia con el concupiscenio y la homosexualidad. 

 

Como curiosidad, Marlowe comparte habitación, en el Chorpust Christi de Cambridge con el laureado Thomas Kyd, escritor de la celebérrima Tragedia Española, quien luego denunciará a Marlowe por actitudes sospechosas. A Christopher lo tenían entre ceja y ceja los ingleses, pues recibió, de cada una de las personalidades de su círculo, una denuncia por comportamientos disolutos. Al final, nunca se supo si Marlowe murió debido a un accidente, o si fue una tapadera para huir de su destino y de un legado dependiente de aquellas acusaciones que sepultaban su carrera.

OBRAS

La muerte de Marlowe

Elucubrando en la incógnita, debemos contar ahora la historia de la vida y la muerte (no de Fausto sino) del propio Christopher Marlowe. Como hemos apuntado al comienzo, el poeta fue un autentico haragán y un maleducado. Creemos que blasfemaba por las cuatro esquinas y quizás hasta él mismo se convirtió en el propio diablo antes de morir en una estúpida reyerta. 

Según cuentan Julio César Santoyo y José Miguel Santamaría en su edición del Fausto de Cátedra Letras Universales, Marlowe se enzarzó, en Hog Lane, en una seria pelea con Bradley, hijo de un mesonero. Mientras intercambiaban golpes, apareció en escena el famoso poeta Thomas Watson, quien estaba también enemistado con el tal Bradley. La pelea avanzó hasta encontrar este último la muerte a manos de Thomas Watson, quien salió al poco a la calle, también acompañado de Marlowe, al que se relacionó con el crimen, sin pasar más de quince días en prisión. 

En 1593, Marlowe acudió al pueblo de Deptford, cerca de Londres, junto a la viuda Eleanor Bull y otros tres conocidos del poeta. Pasaron ocho horas en la habitación. Y aquí podemos entonar el clamor de Aaron Burr en Hamilton, pues: «we just assumed that it happend, cause no one were in the room that it happened». 

Surgió la pelea después de cenar, tras un día apacible en el que nada fuera de lo común había ocurrido. Seguimos parafraseando a los investigadores: al parecer, Marlowe estaba recostado en una cama mientras los otros tres estaban sentados en torno a una mesa cercana.

Frizer, uno de los involucrados, debió de vejar a Marlowe, por lo que este se levantó y le asestó dos golpes con la propia daga del primero arrebatada por el segundo con rapidez, que le provocaron severas heridas en la cabeza. Pero Frizer pareció hacerse con la daga, y esta terminó, tras el intercambio de golpes, en el ojo de Marlowe, introduciéndose hasta el cerebro, produciéndose una muerte instantánea. 

Christopher Marlowe (Cambridge, 1564) falleció a los veintinueve años dejando escritos siete dramas. Su vida fue turbulenta, y con las conjeturas sobre sus puntos oscuros se podrían llenar volúmenes. Fue acusado de blasfemo, ateo y homosexual. Tuvo un fin trágico. A partir del personaje histórico de Jorge Fausto se crearon diversas leyendas que pasaron a la imprenta en 1587. Inmediatamente traducidas al inglés, sirvieron de inspiración al joven Marlowe, con lo que empezó la serie literaria de lo que había de constituir uno de los mitos de nuestra era: el sueño renacentista del hombre universal.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

¿Marlowe era William Shakespeare?

No nos vamos a enrollar demasiado. Tan solo un apunte para que te hagas el interesante en una de esas reuniones que hacéis los sábados para jugar al Trivial, o para rascar unas décimas más en selectividad. Este tema es de sobra conocido por todos los eruditos y ya se han escrito ríos de tinta sobre él, pero vamos a resaltar la posibilidad de que Christopher Marlowe fuer ale Elvis de su época; es decir, que corría el rumor de que no estaba muerto ni de parranda, sino que se había convertido en el mismísimo William Shakespeare. 

El caso es que parece cuando menos curioso que apenas se tengan datos biográficos de Shakespeare hasta la muerte de Marlowe. No es que no existan, sino que la fama del bardo se empieza a adivinar a partir de la muerte de Marlowe y nunca antes. Seguro que Shakespeare ya existía y esto es una lucubración sin fundamento, pero qué bonito sería. Es como Krusty el Payaso cuando finge su propia muerte para no tener que pagar sus deudas… ¡Qué romántico¡

Bien es cierto que Marlowe, con veintinueve el día de su muerte, no tuvo la oportunidad de desarrollar su potencial, pero también llama la atención la facilidad de Shakespeare para copiar el contenido de este escritor, pues muchas de sus obras son muy similares. Vean esta comparativa de Santoyo y Santamaría: 

I...hold there is no sin but ignorance

I say there is no darkness but ignorance.

Holla, ye pampered jades of Asia, What, can ye draw but twenty miles a day...

And hollow pampered jades of Asia, which cannot go but thirty miles a day

Obras

Esto es Literatura Diderot