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Las tempestálidas
Al abrigo de una nueva literatura, nace este futuro clásico literario. No solo lo aseguramos nosotros, sino que ya es voxpopuli. Gueorgui Gospodinov hace alarde de su madurez en una obra completa que sobrepasa las cuatrocientas páginas para enseñarnos una parte de su alma que, ya es bien sabido, quedó postrada junto a su padre y a su pérdida en la enfermedad que lo hizo olvidado el mundo que había vivido.
“¿No es extraño, me dijo una vez Gaustin, que siempre se mueran los otros, nunca nosotros?” p.42.
Concebida como Time Shelter en inglés, la editorial Fulgencio Pimentel propone un título más atrevido y personal: las tempestálidas, en guerra constante con el tiempo. El libro concita al lector a inspeccionar su alma, a horadar en su subconsciente y a reflexionar sobre todo el continente que no habitamos como contenido de una misma sociedad. Se trata de un canto contra el delirio, pero al mismo tiempo una loa en su favor, devolviendo al lector de mediana edad a su época predilecta.
Concebida como Time Shelter en inglés, la editorial Fulgencio Pimentel propone un título más atrevido y personal: las tempestálidas, en guerra constante con el tiempo.
El libro concita al lector a inspeccionar su alma, a horadar en su subconsciente y a reflexionar sobre todo el continente que no habitamos como contenido de una misma sociedad. Se trata de un canto contra el delirio, pero al mismo tiempo una loa en su favor, devolviendo al lector de mediana edad a su época predilecta.
“la vida real del mundo y del hombre puede describirse a través de unas cuantas tardes, a través de la luz de unas cuantas tardes, que son las tardes del mundo”.
Las tempestálidas P. 68. X (Twitter)
¿Qué son las tempestálidas?
Quizás las tempestalidas funcionan como un ariete contra el subconsciente, como el acicate definitivo entre la nostalgia y la melancolía, habitando entre las costuras del tiempo perdido. Dejémonos de demagogia y centrémonos en la novela. La obra arranca con un escritor, que bien puede ser el mismo Gospodínov ya que observamos en muchos de los episodios, una raigambre familiar y nacionalista que nos invita a pensar en una novela semi-autobiográfica.
Este escritor encuentra en un principio a un Flâneur del tiempo, un tal Gaustin, que gusta de beber de novelas y de mitos famosos para impulsar su conocimiento. En concreto, no es de extrañar que una de las novelas a las que se hace más alusión sea La montaña mágica de Thomas Mann, aunque Borges y su Funes el memorioso no se quedan atrás. Hay un par de referencias incluidas magistralmente en el texto de ambos libros. Este Gaustin, al principio un personaje principal, original y real, crea una clínica para viajar a través del tiempo a la época en la que uno albergó más dicha y regocijo.
Desde ese momento y sin ambages, el escritor y Gaustin se alían para poder fundar una de esas clínicas en cada uno de los países de Europa. Como tal, el paciente no viaja mágicamente a su época favorita, sino que es ayudado por los tramoyistas, escenarios, y elementos de atrezo que Gaustin configura en una de sus habitaciones.
A un abuelo a quien traían a menudo le gustaba esconderse detrás de las cortinas. Se quedaba allí como un niño senil jugando al escondite. Pero el juego se había prologado demasiado, los otros niños habían dejado de jugar, se habían ido a sus casas, habían envejecido. Y nadie venía ya a buscarlo. Y él seguía detrás de la cortina, asomándose tímidamente para ver por qué tardaban tanto. Lo terrible del juego era darse cuenta de que nadie te estaba buscando ya. Por suerte creo que no llegaba a darse cuenta. Sucede en realidad que el cuerpo es piadoso por naturaleza: al final, un poco de amnesia en vez de anestesia. Al abandonarnos, la memoria nos deja jugar un poco, por última vez, en los eternos campos de la infancia. Unos cuantos minutos más, te lo suplico, solo cinco, por favor, como en los viejos tiempos, jugando fuera en la calle, antes de que nos llamen a casa para siempre…”.
Las tempestálidas P. 93. Tweet
La demencia, y la nostalgia participan del experimento que, en ocasiones obtiene grande resultados. En otras la historia es tan suculenta que el propio escritor de nutre de ella para elaborar un dossier narrando aquellas más estrambóticas.
“Lotte, le pregunté a bocajarro, ¿qué década elegiría: los sesenta, los setenta o los ochenta? Me gustaría tener doce años en cada una de ellas”.
Las tempestálidas P. 118 Tweet
Una de ellas, como no podría ser de otra manera, es la historia del padre del propio Gospodínov, sometido a un estricto tratamiento debido a su enfermedad, que derivó en una demencia severa y un desgaste que terminó con la muerte del mismo. Su sensibilidad a la hora de narrar este episodio es mayestática.
“Se fue la última persona que me recordaba como un niño, pensé. Y solo entonces estallé en sollozos, igual que un niño”.
Las tempestálidas P. 147 Tweet
El enigmático flâneur conocido como Gaustín inaugura en Zúrich una clínica para enfermos de alzhéimer. Sus instalaciones reproducen las distintas décadas del siglo XX al detalle, lo que permite a los pacientes regresar al escenario de sus años de plenitud. Pronto, un número creciente de ciudadanos perfectamente sanos solicita ingresar en la clínica con la esperanza de huir del callejón sin salida en que se han convertido sus vidas. Pero este «cronorrefugio» no puede contener por sí solo un sueño tan seductor y la idea se propaga por toda la Unión Europea. Es entonces cuando el pasado invade el presente como una ola devastadora. Ensueño distópico y sembrado de premoniciones, el ganador del Premio Strega es un viaje de ida y vuelta al continente del ayer y un examen severo de nuestra relación íntima y política con la nostalgia.
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*
Llegado el momento, la figura de Gaustin y las clínicas crece tanto que se propone un referendum popular europeo para dividir a los países por su década favorita. Durante este período, el más denso de la novela para aquellos que no hemos conocido los años ochenta, Gospodínov construye una atmósfera narrativa inigualable en la que rescata a modo de crónica y casi emulando a Zweig con sus momentos estelares de la humanidad, los episodios en los que los países involucrados han disfrutado de un solaz descanso o una época de ilustre notoriedad.
Un consejo
“Un consejo de mi parte, nunca, jamás, tras un alarga ausencia, visites el lugar que dejaste de niño. Ha sido reemplazado, vaciado del tiempo, abandonado, convertido en fantasmagoría. Un hombre se propone embalsamarse a sí mismo volviendo a los lugares donde fue niño y donde creció. Primero encuentra la direcciones de todas las niñas y las mujeres de las que fue enamorándose desde el jardín de infancia. No les pedirá nada, solo verlas, con intención de decirles que lo han acompañado toda su vida en la cabeza”.
Las tempestálidas P. 200 Tweet
Comienza entonces un sinfín de acercamientos al pasado del protagonista, que sigue tras la pista de Gaustin, desaparecido en medio de la vorágine notoria en la que ahora naufragan las clínicas. En este interludio, aparte de conocer cómo se vuelca cada país con el referéndum, disponemos de una ventana hacia el interior de Gospodínov, que nos sugiere cerrarla para que no se escape el pasado que allí atesora:
“Si las personas con las que has compartido un pasado se van, entonces se llevan consigo la mitad del pasado. En realidad, se lo llevan todo, porque no existe algo llamado “medio pasado”. Es como si hubieras rasgado un folio por la mitad en sentido vertical y leyeras cada línea solo hasta la mitad; la otra mitad es para el otro, para el ausente”.
Las tempestálidas P. 285 Tweet
El nihilismo, Turguénev y Gospodínov
Este libro está cargado de nihilismo y de preguntas trascendentales que no tienen respuesta o, al menos, esperamos que no la tengan. El nihilismo tiene su origen en pensamientos pirrónicos y en la filosofía budista, pero se popularizó en nuestro vocabulario tras la incursión de Turguenev e el panorama literario con Padres e hijos en el que explora la vacuidad de un momento, comparado con la existencia de otros muchos, la relevancia de un espacio, comparado con todos aquellos espacios en los que nunca habitará, y el sentido de su presencia en el mundo, cargado de ausencias del mismo. Gospodínov resucita a Turguenev para reflexionar sobre ello:
“ Tantos lugares en los que no estoy. No estoy ausente, es que estoy dolorosamente ausente. No estoy en la tarde lluviosa de Londres, no estoy en el bullicio de Madrid por la noche, no estoy en Brooklyn en otoño, no estoy en las desérticas calles de Sofía o Turón los domingos, en el silencio de una ciudad búlgara en 1978… Que ausente estoy. El mundo está saturado de mi ausencia. La vida está allá donde yo no estoy”.
Las tempestálidas P.327 Tweet
Conclusiones
Al final, aunque todos los países han elegido una década diferente, el experimento colapsa, y comienza una reflexión interior sobre el vehículo astral en el que viaja la nostalgia, allí donde habita y quién lo conduce. El individuo, el protagonista, se revela ahora que siempre fue Gaustin, o al menos así lo inventó, y a ojos de este lector, la obra no es más que una metáfora sobre esas cuestiones melancólicas que nos hacen viajar, por el simple hecho de cerrar los ojos, hacia los lugares en los que fuimos felices.
“Debo tener tres años. Soy tan alto como las rosas del jardín, allí, de pie, descalzo sobre la tierra templada, de la mano de mi madre y mirando durante largo rato un rosal de frente. Es lo único que recuerdo. Lo primero y lo último. El final de una novela es como el final del mundo, conviene retrasarlo…”.
Las tempestálidas P. 400-401 Tweet
Los fundamentales de Diderot
Ítem | Calificación |
---|---|
1. DESCRIPCIÓN | 8/10 |
2. MADUREZ NARRATIVA | 9/10 |
3. RIQUEZA LINGÜÍSTICA | 8/10 |
4. DESARROLLO DE PERSONAJES / PLANTEAMIENTO DE LAS TESIS Y/O PROTAGONISTAS | 7/10 |
5. HISTORIA / TRAMA / CONDUCCIÓN DEL ENSAYO | 7/10 |
6. DESENLACE / FINAL DEL ENSAYO | 8/10 |
7. DIÁLOGOS / RELACIÓN ENTRE PERSONAJES / CALADO DE LOS PERSONAJES | 9/10 |
8. PROFUNDIDAD Y SIMBOLOGÍA | 8/10 |
9. UNIVERSALIDAD / IMPACTO EN UNA SOCIEDAD | 7/10 |
10. RELEVANCIA HISTÓRICA EN SU CONTEXTO | 8/10 |
Total | 78/100 |