SIN BLANCA EN PARÍS Y LONDRES

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Sin blanca en París y Londres

Hoy nos adentramos en uno de los libros más desconocidos de George Orwell, que pasa desapercibido tras los titanes literarios 1984, o  Rebelión en la Granja, donde Orwell alcanza una madurez narrativa que circunnavega los límites de lo dionisiaco a través de sus distopías.

En concreto, nos referimos a Sin blanca en París y Londres, donde explora el errabundo camino de un Flâneur por obligación por las calles de ambas ciudades. Pero ¿de qué trata Sin blanca en París y Londres?

¿De qué trata Sin Blanca en París y Londres?

Un libro sencillo, que pertenece a la etapa más inmadura de Orwell y que se convierte en una de sus primeras obras. Sin la tenacidad de Que no muera la aspidistra  o Subir a respirar, donde ya se exploran esas fronteras orwellianas del mundo moderno, Sin blanca describe el peregrinaje del mismo Orwell por las sucias arterias de las capitales europeas.

La primera parte de la novela transcurre en París, donde Orwell aterriza a causa de la promesa de un trabajo como mesero. Termina en una cocina compartiendo el minúsculo subterráneo hostelero con otros despojos sin hogar vertiendo su sudor sobre los manjares que luego sirven a los acaudalados clientes, que desconocen lo que ocurre puertas adentro.

La relación con los personajes de la novela es quizás lo que más valor aporta a la trama. Una miríada de situaciones histriónicas, episodios que rozan lo dantesco y varias idas y venidas a los albergues de la ciudad nos dibujan un París anti-romantizado que contrasta con la idealizada visión que tenemos de la ciudad.

Estos alojamientos temporales simbolizan la transitoriedad del aparato humano y la precariedad de la vida de los indigentes, que buscan refugio en los burdeles y en los bares hasta que el sol ilumina las calles.

Sin blanca en París y Londres es el vívido relato del tiempo que Orwell pasó entre los más pobres de la sociedad, un recorrido por los bajos fondos. Fue la primera obra que publicó Orwell, escrita cuando era un escritor primerizo, y narra su primer contacto con la pobreza. Describe meticulosamente un mundo de miseria y penalidades, duerme en hostales infestados de insectos, en casas de acogida, trabaja como friegaplatos en un inmundo restaurante parisino, se alimenta de migajas y colillas de tabaco, vive con vagabundos, un soñador artista callejero y un ex militar ruso muerto de hambre…

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*

Londres sin blanca

“ Cuando se ha vivido el amor, el verdadero amor, ¿qué queda en el mundo que no parezca una simple sombra de alegría?”

De nuevo, al abrigo de nuevas oportunidades y de un futuro prometedor al cuidado de un niño con necesidades, viaja a Londres para encontrarse con una estampa muy similar a la que abandona en Francia. Orwell vuelve a los albergues y descubre la solidaridad entre los indigentes, su relación con la sociedad y el vínculo de obliteración al que subyuga esta a los vagabundos.

Ofrece en este momento la mayor reflexión, y el Orwell desencadenado aprovecha su poder de evocación para rescatar algunas de las críticas más sustanciales de la obra. Sin lugar a dudas, la obra alcanza su zénit narrativo al final de la misma, cuando el llamamiento a la empatía y a la cordura roza la perfección ensayística y ofrece al lector la posibilidad de agarrarse a la vergüenza de su comportamiento. La pobreza y la injusticia social son protagonistas de Sin blanca en Paris y Londres.

“No, no tiene por qué ser así. Si te lo propones, puedes vivir igual seas pobre o rico. Puedes seguir con tus libros y con tus ideas. No tienes más que decirte: “Aquí dentro soy libre —se tocó la frente con el dedo—, y todo irá bien”.

Se cuestionó mucho en su día la veracidad de los hechos en la obra narrados. Ni que decir tiene que Orwell vuelca sus experiencias en Sin blanca pero adorna con abigarrado lenguaje sus vivencias para ofrecer a la sociedad una visión demacrada y extrema de la cuestión que contempla en la novela. Antes que cronista, Orwell fue escritor.

En definitiva, una obra que pasa sin pena ni gloria por la trayectoria de Orwell; que se queda muy por detrás no solo de Rebelión o de 1984, sino de Que no muera la aspidistra y Subir a respirar, novelas que recomendamos por su valor literario y por las migajas filosóficas que vierte sobre el papel, así como por el trato que hace de la pobreza y la necesidad del dinero en nuestras vidas.

De forma más personal, Sin blanca en París y Londres entra a formar parte de los Fundamentales de Diderot, un conjunto de libros que, ordenados según una serie de criterios, muestran su relevancia histórica para la literatura universal.

Ítem Calificación
1. DESCRIPCIÓN6/10
2. MADUREZ NARRATIVA7/10
3. RIQUEZA LINGÜÍSTICA6/10
4. DESARROLLO DE PERSONAJES / PLANTEAMIENTO DE LAS TESIS Y/O PROTAGONISTAS5/10
5. HISTORIA / TRAMA / CONDUCCIÓN DEL ENSAYO5/10
6. DESENLACE / FINAL DEL ENSAYO4/10
7. DIÁLOGOS / RELACIÓN ENTRE PERSONAJES / CALADO DE LOS PERSONAJES8/10
8. PROFUNDIDAD Y SIMBOLOGÍA7/10
9. UNIVERSALIDAD / IMPACTO EN UNA SOCIEDAD6/10
10. RELEVANCIA HISTÓRICA EN SU CONTEXTO6/10
Total 60/100
Gordon Comstock es un poeta frustrado que quiere llevar sus ideales hasta las últimas consecuencias. Tras rechazar un lucrativo trabajo como publicista, acepta un humilde puesto en una librería de Londres que apenas le da para comer, pero que le permite salvar sus principios. Resuelto a no caer en la comodidad que simboliza la flor de la aspidistra, presente en todas las ventanas de los hogares de clase media británicos, Gordon pasa las noches temblando de frío en su habitación alquilada mientras intenta escribir, ensimismado en su sueño de noble pobreza.

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*