AYN RAND
Ayn Rand (1905-1982)
Ayn Rand, nacida como Alisa Zinóvievna Rosenbaum el 2 de febrero de 1905 en San Petersburgo, Rusia, fue una filósofa, novelista y guionista que dejó una profunda huella en la cultura política y literaria del siglo XX. Su pensamiento, radicalmente individualista, encontró forma plena en el sistema filosófico que ella misma denominó objetivismo, una doctrina que exaltaba la razón, el egoísmo racional y el capitalismo de libre mercado como máximas expresiones del potencial humano.
Rand emigró a Estados Unidos en 1926, huyendo del régimen soviético que había expropiado la farmacia de su padre tras la Revolución de Octubre. Su experiencia personal frente al colectivismo marcó para siempre su visión del mundo, y fue esta hostilidad hacia cualquier forma de estatismo la que alimentó sus novelas más influyentes: The Fountainhead (1943) y Atlas Shrugged (1957). Estas obras no solo son manifiestos ideológicos, sino también novelas filosóficas monumentales donde los protagonistas, guiados por la razón y el individualismo, desafían un mundo que pretende someter la voluntad creadora al mandato colectivo.
En The Fountainhead, Rand presentó a Howard Roark, un arquitecto que encarna el ideal del creador independiente. Pero fue Atlas Shrugged donde su pensamiento alcanzó una síntesis más acabada: una distopía filosófica donde los empresarios e innovadores desaparecen misteriosamente, dejando al mundo a merced de la mediocridad estatista. La pregunta «¿Quién es John Galt?» se convirtió en una consigna emblemática de sus seguidores.
Pese a su éxito editorial, Rand fue siempre una figura polarizante. Fue reverenciada por muchos en el ámbito empresarial y político liberal, pero también duramente criticada por su visión implacable del altruismo como una forma de esclavitud moral. Durante las décadas de 1960 y 70, fundó el círculo conocido como «El Colectivo», desde donde divulgaba sus ideas a través de conferencias, ensayos y publicaciones. Tras su muerte en 1982, sus ideas han seguido influyendo en sectores del pensamiento libertario y conservador de Estados Unidos.
Curiosidades de Ayn Rand
Aunque Ayn Rand desarrolló un sistema filosófico propio, siempre reconoció a Aristóteles como su “único verdadero maestro”. Ella lo llamaba “el mayor filósofo de la historia” por haber colocado la razón en el centro del conocimiento humano. En contraste, su odio intelectual por Immanuel Kant fue tan extremo que llegó a acusarlo de ser “el mayor villano de la historia de la filosofía”. En sus ensayos, Rand afirmaba que Kant había promovido una visión irracional del conocimiento humano, erosionando el poder de la razón y abriendo las puertas al misticismo y al colectivismo. Esta dualidad no solo revelaba sus influencias, sino también el carácter dogmático de su pensamiento: para ella, las ideas no eran neutras, eran armas morales en una batalla por la supervivencia de la libertad y la dignidad individual.
Uno de los episodios más controversiales de la vida de Rand fue su relación con Nathaniel Branden, un joven discípulo 25 años menor que ella, que se convirtió en su amante, protegido y principal divulgador del objetivismo en los años 50 y 60. La peculiaridad no solo estaba en la diferencia de edad, sino en la forma en que Rand organizó la relación: con el consentimiento formal —pero doloroso— de sus respectivos cónyuges, quienes firmaron un acuerdo para aceptar la aventura como una extensión racional de sus valores. Este triángulo, deliberadamente intelectualizado, terminó mal. Branden rompió el vínculo amoroso sin confesar inicialmente que había comenzado una nueva relación, lo que desencadenó en Rand una ira monumental. Lo expulsó del movimiento objetivista, destruyó su reputación en círculos filosóficos, y eliminó cualquier referencia a él en futuras reediciones de sus textos. Para muchos, este episodio reveló una tensión en su vida entre la racionalidad proclamada y los impulsos emocionales más humanos.
Aunque despreciada en los círculos académicos tradicionales, Ayn Rand fue sorprendentemente influyente en ambientes empresariales, tecnológicos y políticos. Figuras como Alan Greenspan (quien fue miembro de su círculo íntimo) o el inversor Peter Thiel reconocieron su impacto en sus visiones del mundo. En Silicon Valley, Rand fue durante décadas una autora de culto. Se dice que en los años 80 y 90, Atlas Shrugged era lectura obligada en empresas como Intel o Hewlett-Packard, y que Mark Cuban y Elon Musk han citado su obra como formativa. El mantra de la eficiencia, la creación individual, el rechazo al colectivismo y la exaltación del genio emprendedor cuadraban perfectamente con el ethos de los emprendedores tecnológicos. Incluso algunos políticos, como Paul Ryan o Ronald Reagan, hicieron guiños públicos a sus ideas. Sin embargo, Rand despreciaba profundamente la religión, lo que hizo que su filosofía no calzara del todo con el conservadurismo cristiano estadounidense.
Durante la Guerra Fría, en el contexto de la paranoia anticomunista, el FBI elaboró un expediente sobre Ayn Rand que hoy puede consultarse parcialmente desclasificado. Aunque ella era ferozmente anticomunista y había escapado del régimen soviético, el hecho de que fuera una inmigrante rusa, con opiniones políticas extremas y seguidores entusiastas, atrajo la atención de las autoridades. En particular, el FBI mostró interés en la visión que Rand proyectaba de Estados Unidos en sus novelas. Uno de los puntos más llamativos del archivo es la evaluación crítica que el FBI hizo de la película The Fountainhead (1949), basada en su novela, por considerar que presentaba una visión “inquietante” del individualismo. Aunque nunca fue interrogada directamente, el solo hecho de que un símbolo del anticomunismo como ella fuese vigilada demuestra cuán difícil era para los aparatos estatales clasificar su figura.
Ayn Rand falleció de un cáncer de pulmón en 1982, enfermedad que muchos vincularon a su hábito de fumar dos paquetes de cigarrillos al día, algo que consideraba una señal de “voluntad racional”. En su funeral, organizado por sus seguidores, se colocó junto a su féretro una enorme corona de flores en forma de un dólar ($), el símbolo que para ella representaba el ideal del intercambio voluntario y el triunfo del individuo en el mercado libre. Esta imagen fue recibida con estupor por algunos y con veneración por otros. Sus seguidores más devotos vieron en ello un acto final de coherencia ideológica: hasta su muerte estuvo marcada por el culto a la razón, al individuo y al capitalismo sin complejos. El símbolo del dólar como emblema de valores espirituales era algo que Rand defendía explícitamente. No es extraño, entonces, que su tumba siga siendo un punto de peregrinaje para los objetivistas de todo el mundo.
OBRAS
La rebelión de Atlas es una novela de misterio, pero, como dijo Ayn Rand, «no sobre el asesinato del cuerpo de un hombre, sino sobre el asesinato ―y el renacimiento― del espíritu humano». Es la historia de un hombre que dice que parará el motor del mundo, y lo hace. ¿Es ese hombre un des-tructor malévolo o el mayor de los libertadores? ¿Por qué tiene que luchar, no contra sus enemigos, sino contra aquellos que más le necesitan, incluso contra la heroína a quien ama?
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*
No le resultará fácil. Sólo su granítica entereza le permitirá salir adelante y encarar los deseos de los demás personajes que pueblan una trama tan original narrativamente como profunda filosóficamente: un arquitecto sin vocación que quiere ascender socialmente complaciendo y sometiéndose a otros; una hermosa amante que no cree en el triunfo de la rebeldía; un poderoso editor de periódicos que sabe que su éxito depende del favor del público; y un socialista que dice encarnar los deseos del pueblo y pretende dominar el mundo e imponerle una ética bondadosa.
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*
Su protagonista, Kira, alter ego de la autora, estudia ingeniería y sueña con construir puentes, pero es expulsada de la universidad por sus ideas. El hombre del que está enamorada, Leo, hijo de un héroe zarista, no encuentra trabajo debido a su pasado familiar. Desesperados por subsistir, piden ayuda a Andrei, un joven comunista que ama a Kira y está convencido de la bondad del comunismo y la revolución.
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*
