TENNESSEE WILLIAMS

Tennessee Williams (1911-1983)
Tennessee Williams, seudónimo de Thomas Lanier Williams III, nació en 1911 en una familia del sur estadounidense marcada por la figura autoritaria del padre y la fragilidad mental de la madre. Su hermana mayor, Rose, fue diagnosticada con esquizofrenia y lobotomizada, hecho que marcó para siempre al escritor. Enfermo de difteria en la infancia, Williams se volcó desde muy temprano en la literatura como refugio. Estudió en varias universidades, entre ellas la de Iowa, donde se graduó en 1938.
Su primera obra importante, El zoo de cristal (1944), le proporcionó un reconocimiento instantáneo. La consagración definitiva llegó con Un tranvía llamado Deseo (1947), pieza maestra que catapultó también la carrera de Marlon Brando. Otras obras destacadas son La gata sobre el tejado de zinc (1955), De repente, el último verano (1958) y Dulce pájaro de juventud (1959). Williams introdujo una voz poética, cruda y emocional en el teatro estadounidense, tratando temas como la homosexualidad, la represión, la locura o la decadencia moral del Sur.
A lo largo de su vida sufrió depresiones, adicciones y una creciente incomprensión crítica en sus últimos años. Falleció en 1983, en una habitación del Hotel Elysée de Nueva York, oficialmente por asfixia accidental al atragantarse con el tapón de un frasco de medicamentos, aunque su muerte sigue siendo objeto de debate. Tenía 71 años.
Curiosidades de Williams
Su hermana, Rose Williams, fue internada y lobotomizada en los años 40 tras episodios de desequilibrio mental. Tennessee la visitaba con frecuencia y sufría profundamente por su estado. Muchas de sus heroínas —Laura en El zoo de cristal, Blanche en Un tranvía llamado Deseo, Catherine en De repente, el último verano— son proyecciones de su hermana: frágiles, sensibles, en constante tensión con un mundo brutal. Tennessee pagó los cuidados de Rose toda su vida, hasta su propia muerte.
Williams fue abiertamente homosexual en una época en la que esto era un riesgo real. Su obra está profundamente atravesada por la represión sexual, la ambigüedad del deseo y la figura del joven deseado y vulnerable. Su relación más duradera fue con Frank Merlo, un actor italoamericano, cuya muerte por cáncer en 1963 sumió a Williams en una espiral de alcohol y barbitúricos. Nunca se recuperó del todo.
La atmósfera opresiva del Sur de Estados Unidos, con sus casas coloniales, su moral hipócrita, su racismo estructural y su erotismo latente, aparece como escenario recurrente. En él colocaba a personajes rotos por dentro, a menudo envueltos en relaciones incestuosas, homosexuales o neuróticas. El Sur, para Williams, era una metáfora de lo humano: bello, cruel, decadente.
Desde la muerte de Merlo, vivió perseguido por la idea de ser olvidado. Escribía compulsivamente, pero sus obras no tenían ya el mismo éxito. Empezó a abusar de los somníferos y tranquilizantes, y vivía convencido de que lo querían internar o asesinar. Algunas entrevistas de la época lo muestran incoherente y paranoico, aunque seguía escribiendo cada día.
Fue el primer dramaturgo estadounidense en alcanzar fama mundial. Hollywood adaptó muchas de sus obras con gran éxito, aunque a menudo edulcorando o censurando los aspectos más oscuros. Brando, Elizabeth Taylor, Paul Newman, Katharine Hepburn… todos los grandes del cine recitaron su prosa intensa y lírica. Incluso Andy Warhol le propuso participar en Chelsea Girls, oferta que declinó.
Aunque oficialmente se dijo que murió asfixiado con un tapón de pastillas, algunos biógrafos sugieren que pudo haber sido un suicidio, o incluso que fue asesinado por miembros de su entorno. Lo cierto es que vivía rodeado de jóvenes interesados, y en un ambiente de decadencia física y psíquica. Su muerte en una habitación de hotel, solo y con barbitúricos, recuerda trágicamente a algunos de sus propios personajes.
Tennessee no fue solo un dramaturgo: escribió relatos, poemas, guiones y novelas. Su estilo mezcla el lirismo poético con una intensidad dramática que ha influido en autores como Edward Albee o Tony Kushner. Hoy es considerado el gran renovador del teatro estadounidense del siglo XX, junto a Eugene O’Neill y Arthur Miller.
La obra que lo lanzó a la fama no era más que una autobiografía disfrazada. Amanda, la madre dominante, es retrato fiel de su madre; Tom, el narrador, es él mismo, atrapado entre el deber familiar y su deseo de libertad; Laura, su hermana lisiada y sensible, es Rose. En sus palabras: “todo en esa obra es cierto, salvo que exageré la poesía”.
OBRAS
«Un tranvía llamado Deseo» es un clásico de la dramaturgia occidental. Como todo clásico, nunca ha tenido más vigencia que en estos momentos. Cuando Blanche le pide a su hermana Stella que no se quede atrás con las bestias y afirma que Stanley no puede ser la «solución», habla en nombre de una humanidad asediada por la brutalidad, la intolerancia, los atavismos y la mediocridad más ramplona; es decir, habla en nombre de todos nosotros.
*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*