JOSEPH CONRAD

Joseph Conrad (1857-1924)

Joseph Conrad, seudónimo literario de Józef Teodor Konrad Korzeniowski, nació el 3 de diciembre de 1857 en Berdyczów, una ciudad entonces bajo dominio del Imperio ruso (actual Ucrania), en el seno de una familia polaca noble, patriótica y profundamente comprometida con el ideal de la independencia nacional. Su padre, Apollo Korzeniowski, era poeta, traductor de Shakespeare y revolucionario político, condenado al exilio por su actividad conspirativa contra los zares. Esta herencia de lucha y pérdida marcaría toda la vida de su hijo. Joseph quedó huérfano de madre a los 7 años y de padre a los 11. Fue criado por un tío materno y educado en la lengua y cultura polacas, pero desde muy joven desarrolló una obsesión por el mar y por Inglaterra, pese a no saber una palabra de inglés hasta los 21 años. En 1874 abandonó Polonia para embarcarse en Marsella, iniciando una carrera naval de dos décadas. Sirvió en barcos franceses y británicos, vivió aventuras que incluyeron contrabando de armas, un intento de suicidio a los 20 años, tempestades, insurrecciones, accidentes y enfermedades tropicales, y finalmente obtuvo la nacionalidad británica en 1886. Fue capitán y segundo oficial en varias travesías por África, Asia y América del Sur. Estas experiencias inspirarían el paisaje humano y existencial de sus novelas. A partir de 1890 comenzó a redactar sus relatos en inglés, una lengua que dominó con una precisión y riqueza poco comunes, hasta el punto de que es considerado uno de los mayores estilistas del idioma, a pesar de que nunca perdió su acento extranjero. Su debut literario fue con La locura de Almayer (1895), ambientada en Borneo. Pero el reconocimiento llegó con novelas como Lord Jim (1900), El corazón de las tinieblas (1902), Nostromo (1904), El agente secreto (1907) y Bajo la mirada de Occidente (1911), en las que retrató con mirada lúcida e inquietante los efectos del colonialismo, la ambigüedad moral y la fragilidad del alma humana. Conrad es considerado un precursor del modernismo literario: sus narraciones entrelazan diversas voces, perspectivas ambiguas y estructuras complejas. Sus temas —la soledad, el deber, el vacío del poder, la barbarie que subyace bajo la civilización— influyeron poderosamente en autores como T. S. Eliot, William Faulkner, Albert Camus y especialmente en los novelistas de la conciencia moral del siglo XX. Murió el 3 de agosto de 1924 en Canterbury, Inglaterra, a los 66 años.

Curiosidades de Conrad

Conrad hablaba polaco y francés antes de aprender inglés. Su inglés literario, refinado y barroco, lo forjó a base de esfuerzo, a veces utilizando incluso diccionarios bilingües durante la redacción de sus novelas. Pese a ello, es considerado uno de los grandes estilistas de la literatura inglesa.
En 1890 aceptó un puesto como capitán de un vapor fluvial en el Congo Belga, lo que lo llevó a adentrarse en el corazón de África. Lo que encontró fue una explotación brutal, enfermedades, muerte y corrupción. Esta experiencia, que le dejó secuelas físicas y psíquicas, inspiró El corazón de las tinieblas, que se convertiría en una de las denuncias más impactantes del colonialismo.
Ya desde joven, Conrad intentó suicidarse en Marsella, y a lo largo de su vida sufrió crisis nerviosas, ansiedad y episodios depresivos profundos, especialmente cuando tenía dificultades financieras. Su obra está impregnada de esa lucha interna entre el deber y el naufragio interior.
Aunque defendía ciertos valores europeos como la lealtad, la disciplina y la cultura, fue también uno de los primeros escritores que desnudó la hipocresía del imperialismo. En sus novelas el colonialismo aparece como un teatro sangriento en el que los ideales europeos se disuelven ante la barbarie y la codicia.
La novela, que narra el viaje de un marinero llamado Marlow en busca del misterioso Kurtz, fue la base argumental de la película Apocalypse Now (1979) de Francis Ford Coppola, ambientada en la guerra de Vietnam. La figura de Kurtz, el hombre que ha traspasado los límites de la moral en la selva, se ha convertido en un arquetipo literario.
Conrad mantuvo una relación literaria y epistolar intensa con Henry James, quien admiraba su prosa, y colaboró con Ford en obras como La naturaleza de un crimen. A través de estas amistades se integró en los círculos modernistas británicos, aunque siempre conservó una cierta distancia irónica.
Pese a que toda su obra está impregnada del sentido del exilio, de la pérdida y de la nostalgia por la patria, Conrad jamás volvió a su tierra natal. En sus cartas, sin embargo, se refería siempre a sí mismo como polaco y conservó su catolicismo.
En 1924, poco antes de morir, se le ofreció el título de “Sir”, que rechazó alegando que no le parecía adecuado, dado que había servido como oficial de marina, pero no había luchado por la corona. Esta decisión reforzó su imagen de autor crítico con el poder y la vanidad institucional.
Su tumba en Canterbury reza: “Sleep after toil, port after stormy seas, ease after war, death after life does greatly please” (verso de Spenser), pero también incluye la inscripción: “Hijo de la noble nación polaca”, una frase que resume su desgarro identitario.

OBRAS

Las crónicas que conforman este libro repasan las vivencias marítimas de Conrad, primero como marinero en Francia y más adelante en la marina mercante británica. Estos textos componen un vivísimo retrato de la relación entre el hombre y el mar en una época en que la llegada del vapor supuso el fin de la hegemonía de los barcos de vela.

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*

El corazón de las tinieblas es una novela inspirada en los seis meses que Joseph Conrad pasó en el Congo colonizado y devastado por el rey Leopoldo II de Bélgica. A través de la voz del viejo marinero Marlow, el relato narra la larga travesía de Marlow en pos del enigmático Kurtz, jefe de una explotación de marfil río arriba. A medida que su embarcación se introduce en el corazón de la selva, Marlow descubre los horrores que, en nombre de la civilización, han ido perpetuando los colonizadores belgas.

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*

Escrita en 1900, Lord Jim es la gran novela que aborda el tenue filo que separa las dos caras de una misma moneda: la cobardía y el valor. Marcado por un trágico incidente en el que se ve envuelto en una de sus travesías como piloto, Jim arrastra como una losa, mas con la dignidad de que sólo son capaces los personajes trazados por Joseph Conrad (1857-1924), el juicio que tanto la sociedad como él mismo formulan sobre su comportamiento en aquella ocasión.

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*

Considerada por algunos críticos la gran novela inglesa del siglo XIX, «Nostromo» (1904) es un apasionante relato en el que la peripecia política se entrevera con la pintura de emociones y caracteres humanos, de la que Joseph Conrad (1857-1924) fue gran maestro, y con el fascinante ingrediente de la aventura. Situada la novela en la imaginaria Costaguana, en ella su protagonista es nuevamente un personaje heroico y antiheroico a la vez -como Lord Jim, como el Heyst de «Victoria»-, que, enfrentado a una experiencia que le obliga a cuestionarse el molde en el que se ha fundido, se ve condenado por la decepción y por su dañado orgullo a un sutil tormento que acaba envenenando su existencia.

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*