BERNARD SHAW

George Bernard Shaw (1856-1950)

George Bernard Shaw nació el 26 de julio de 1856 en Dublín, Irlanda, en el seno de una familia protestante venida a menos. Su padre, George Carr Shaw, era un comerciante de granos alcohólico y fallido, mientras que su madre, Lucinda Elizabeth Gurly Shaw, era una cantante de talento aficionada a las teorías musicales de George Vandeleur Lee, con quien acabaría mudándose a Londres en 1876, llevándose a sus hijos. El joven Shaw se educó de forma irregular, primero en escuelas de bajo nivel, y luego como autodidacta voraz: leyó a Dickens, la Biblia, Shakespeare, los clásicos y los filósofos alemanes, convirtiéndose en uno de los pensadores más lúcidos y radicales de la Inglaterra de su tiempo.

Ya en Londres, vivió una juventud precaria, trabajando como crítico musical, literario y teatral. Durante esta etapa se afilió a la Sociedad Fabiana, una organización socialista reformista que defendía la transformación gradual de la sociedad por medios no violentos, en contraposición al marxismo revolucionario. Su obra futura estaría profundamente impregnada de este ideario: Shaw fue, ante todo, un dramaturgo militante que creía en el poder del arte para transformar conciencias.

Aunque comenzó como novelista (escribió cinco novelas que apenas tuvieron éxito), su verdadera fama llegó en el teatro. Sus primeras obras, como Candida (1894) y Hombre y superhombre (1903), reformularon la comedia como vehículo de crítica social y filosófica. En lugar del melodrama o el sentimentalismo, Shaw propuso un teatro de ideas, dialéctico y desafiante, que retrataba las contradicciones morales y económicas de la sociedad británica con agudeza e ironía. Fue también un polemista feroz, enemigo declarado del conformismo, el imperialismo, la guerra y la religión organizada.

Entre sus obras más emblemáticas se encuentran Major Barbara, Santa Juana y, especialmente, Pigmalión (1913), sátira social sobre la educación, el lenguaje y las clases sociales, que más tarde inspiraría el famoso musical My Fair Lady. Su estilo, caracterizado por los brillantes diálogos, el humor ácido y una profunda conciencia ética, convirtió sus obras en imprescindibles en la escena londinense de fines del siglo XIX y principios del XX.

En 1925 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, y lo aceptó con desdén, aunque rechazó el dinero. En 1938 ganó también un Óscar por la adaptación cinematográfica de Pigmalión, convirtiéndose en la única persona en la historia que ha ganado ambos premios.

Murió a los 94 años, el 2 de noviembre de 1950, en su casa de campo en Ayot St. Lawrence, Hertfordshire, tras caer de una escalera podando un árbol. Seguía escribiendo hasta el final. Fue enterrado sin pompa, según su deseo

Curiosidades de Bernard Shaw

Shaw fue vegetariano desde los 25 años y un defensor férreo del vegetarianismo por razones éticas, médicas y filosóficas. Escribió incluso tratados sobre el tema. También defendía el ejercicio al aire libre, el naturismo, y creía que la medicina oficial muchas veces era un obstáculo para la salud. Se enfrentó con vehemencia a los médicos, a quienes ridiculizó en obras como El dilema del doctor.
Aunque defendió la emancipación de la mujer, escribió personajes femeninos poderosos y criticó la institución del matrimonio, algunos de sus puntos de vista eran paternalistas o ambiguos. No obstante, mantuvo correspondencia con las feministas de su tiempo y admiró a figuras como Mary Wollstonecraft y las sufragistas inglesas.
Antimonárquico y crítico del culto a la personalidad, pidió ser incinerado sin ceremonia religiosa ni reconocimientos estatales. Cuando en vida se propuso erigirle una estatua, dijo: “No quiero ser de bronce mientras aún tengo calor de carne.”
Mientras muchos intelectuales apoyaban a sus gobiernos, Shaw escribió panfletos contra la guerra y criticó a Inglaterra por hipócrita e imperialista. Fue acusado de traidor, pero se mantuvo firme en su antibelicismo. Más tarde también criticó la Segunda Guerra Mundial, aunque con matices.
Como muchos intelectuales de izquierdas de su época, visitó la Unión Soviética y fue recibido por Stalin. Shaw vio en el comunismo soviético una alternativa al capitalismo salvaje, aunque minimizó —erróneamente— los horrores del régimen. También expresó simpatía por Mussolini en los años 20, aunque más como admiración por el liderazgo fuerte que por afinidad ideológica. Estas posturas han sido objeto de intensa polémica.
Aunque estuvo casado con Charlotte Payne-Townshend, Shaw mantuvo una correspondencia apasionada y ambigua con la actriz que interpretó muchos de sus papeles femeninos. Algunos de sus mejores personajes fueron escritos pensando en ella, y aunque nunca se confirmó un romance físico, la tensión erótica e intelectual entre ambos fue sostenida durante décadas.
Su uso del lenguaje, a medio camino entre lo coloquial y lo filosófico, se hizo tan característico que se acuñó el término shavian para definir su estilo. La palabra aún se usa para describir su peculiar visión del mundo, su humor sarcástico y su mezcla de idealismo y escepticismo.
Shaw consideraba que el inglés debía escribirse tal como se pronunciaba. Llegó a financiar un concurso para diseñar un nuevo alfabeto fonético (el «alfabeto shaviano»), y escribió textos demostrativos como la palabra inventada ghoti, que, según las reglas ortográficas del inglés, podría leerse como “fish”.
Amante de la naturaleza, diseñó su estudio —que aún puede visitarse— sobre una plataforma giratoria que le permitía cambiar la orientación según la hora del día. Así podía aprovechar al máximo la luz solar mientras escribía.

OBRAS

«Pigmalión» satiriza el sistema de clases inglés y la artificiosidad con el que este dividía a las personas, a la vez que celebra el individualismo que es capaz de romper con esas cadenas, personificado en Liza, la florista protagonista. Shaw critica la rigidez de un sistema en el que la brecha entre los pobres y la alta sociedad no solo se debe a una cuestión económica, sino también a diferencias estructurales imposibles, en un principio, de sortear. El protagonista, Henry Higgins, un afamado y peculiar fonetista, se embarca en una apuesta y acoge a Liza para, a través de clases de fonética, poder hacerla pasar por una duquesa en una fiesta.

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*