ARTHUR RIMBAUD

Arthur Rimbaud (1854-1891)

Arthur Rimbaud nació el 20 de octubre de 1854 en Charleville, una ciudad de la región de las Ardenas, al noreste de Francia. Hijo de un capitán del ejército, Frédéric Rimbaud, y de Vitalie Cuif, una mujer severa y devotamente católica, Arthur creció en un ambiente familiar marcado por la ausencia del padre, quien abandonó a la familia en 1860. La educación del joven recayó exclusivamente en su madre, figura dominante y represiva que ejerció un control férreo sobre sus hijos, especialmente sobre Arthur.

Desde muy joven, Rimbaud mostró un talento extraordinario para las lenguas y la literatura. Fue un alumno sobresaliente en el Collège de Charleville, donde se destacó por su dominio del latín, su precoz habilidad para la poesía y su fascinación por los clásicos. A los quince años ya escribía versos notables y cultivaba una visión de la poesía como medio de conocimiento místico y revelación. En 1870, en plena guerra franco-prusiana, huye por primera vez de casa hacia París, pero es arrestado por no tener billete y termina en prisión. A partir de ese momento se inicia una vida errática y nómada que lo convertiría en figura maldita del simbolismo.

En 1871 envía sus poemas a Paul Verlaine, ya entonces figura del parnaso francés, quien queda impresionado por su genio y lo invita a París. Comienza entonces una tormentosa y destructiva relación entre ambos, marcada por la pasión, el alcohol y la violencia. Durante ese periodo, Rimbaud escribe sus obras más importantes: “Una temporada en el infierno” (Une saison en enfer, 1873) y el enigmático conjunto “Iluminaciones” (Illuminations, publicado póstumamente en 1886). En 1873, tras una pelea violenta, Verlaine hiere a Rimbaud con un disparo y es encarcelado.

Después de esta ruptura, Rimbaud abandona abruptamente la poesía. A los 20 años deja de escribir por completo y se lanza a una vida de aventuras, cruzando Europa, trabajando como mercenario, traficante de armas y comerciante en África. Muere de cáncer óseo el 10 de noviembre de 1891, a los 37 años, en Marsella. Su breve y fulgurante paso por la literatura lo convertiría, sin embargo, en uno de los grandes mitos del siglo XIX.

Curiosidades de Rimbaud

Rimbaud fue un fugitivo perpetuo. Su vida está jalonada por múltiples huidas: del colegio, de su madre, de la provincia, de la poesía e incluso de sí mismo. Entre los 15 y los 20 años escapó de casa en al menos cinco ocasiones, a pie o en tren, sin dinero, dependiendo de la caridad o robando comida. Uno de sus primeros intentos lo llevó hasta París en plena Comuna, donde fue testigo del caos revolucionario. Estas fugas, más que simples actos de rebeldía, encarnaban su ansia de transformación radical y una voluntad casi mesiánica de romper con las ataduras de la vida burguesa.
En sus célebres cartas del «vidente» (1871), Rimbaud definió la poesía como una empresa visionaria, en la que el poeta debía “hacerse vidente mediante un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos”. Esta frase resume su búsqueda de lo absoluto a través de la disolución del yo. En sus obras, especialmente en Iluminaciones, experimentó con nuevas formas sintácticas, imágenes sin lógica aparente y combinaciones inusuales de palabras, prefigurando la poesía moderna e influyendo profundamente en el simbolismo, el surrealismo y las vanguardias del siglo XX.
La relación con Paul Verlaine fue tan intensa como destructiva. Vivieron juntos en Londres y Bruselas entre 1872 y 1873, en un entorno bohemio, marginal y violento. Verlaine, casado y con un hijo, abandonó a su familia por Rimbaud. La tensión entre ambos culminó en Bruselas, cuando, en estado de ebriedad, Verlaine disparó a Rimbaud en la muñeca. El juicio y encarcelamiento de Verlaine se convirtieron en un escándalo en el París literario. Aunque Rimbaud no quiso presentar cargos, el episodio selló el final de su relación y del propio interés de Rimbaud por el mundo literario.
Después de renunciar a la poesía, Rimbaud desaparece del radar europeo y se transforma en una figura casi legendaria. Se sabe que trabajó como mercenario en Chipre, como capataz en obras del canal de Suez, y finalmente como comerciante en Harar, actual Etiopía, una de las regiones más inaccesibles del África del Este. Allí se ganó la confianza de los jefes locales y traficó con armas, marfil, pieles y café. Algunos testimonios de la época lo describen como un hombre callado, de mirada dura, dedicado por completo al negocio y sin interés alguno por la literatura.
En 1891, con solo 37 años, fue diagnosticado de cáncer óseo tras fuertes dolores en la pierna derecha. Fue repatriado a Francia donde se le amputó la pierna en Marsella. La operación no lo salvó. Pasó sus últimos días postrado, consumido por el dolor, pero dictando cartas con meticulosa lucidez para que no se perdieran detalles de sus negocios en África. Su correspondencia final muestra a un hombre aún obsesionado por la contabilidad y el comercio, no por la poesía. Murió el 10 de noviembre de 1891, pidiendo que lo llevaran de nuevo a África. Nunca mencionó su obra literaria.
Rimbaud publicó en vida muy poco: Une saison en enfer en edición de autor (de la que él mismo distribuyó algunos ejemplares), y nunca llegó a ver publicada Illuminations. Fue Verlaine quien, tras su muerte, difundió y defendió su obra, estableciendo el mito del “niño divino de la poesía” que escribe lo esencial antes de los 20 años. El aura de Rimbaud creció en el siglo XX: fue canonizado por los surrealistas, reivindicado por los beatniks, y convertido en emblema de la rebeldía adolescente. Patti Smith, Bob Dylan y Jim Morrison lo consideraron una figura tutelar. Rimbaud, por su parte, nunca volvió a escribir un solo verso después de los 20 años. Como él mismo había anunciado: “Je est un autre” (“Yo es otro”).

OBRAS

A los dieciséis años, Arthur Rimbaud (1854-1891) llega a París en 1871 y se presenta en los ambientes parnasianos con un poema en el bolsillo: «El barco ebrio». Adolescente terrible, llegó para destrozarlo todo en apenas cinco años. Con un puñado de poemas y un solo libro publicado en vida, Una Temporada en el Infierno, destruyó las bases de la poesía heredera de Baudelaire, sembró el desorden y la subversión más profunda en la lírica europea y se alzó en modelo del poeta vidente que busca más allá del sentido inmediato de las palabras

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*

Existe ya una edición de la «Prosa completa» de Rimbaud en Letras Universales. Con esta edición de su «Poesía completa» quedaría cubierta la edición de la obra de uno de los poetas más precoces, geniales y transgresores de la literatura europea de finales del siglo pasado. Un autor cuya contradicción entre vida y obra ha dado lugar al llamado «mito de Rimbaud».

*Literatura Diderot recomienda libros por su valor cultural y divulgativo, sin alinearse con ideologías o religiones. Cada recomendación se basa en obras relevantes para el autor analizado.*