WILLIAM DEAN HOWELLS

William Dean Howells (1837-1920)

William Dean Howells nació el 1 de marzo de 1837 en Martins Ferry, Ohio, en una familia de clase media. Su padre, un editor, fue una figura clave en su educación temprana. Desde joven, Howells se mostró interesado en la literatura y la política. En su juventud, se trasladó a Boston, donde comenzó a trabajar como periodista y editor. Su carrera en el mundo de las letras comenzó con su trabajo como editor en el Atlantic Monthly, una de las revistas literarias más importantes de su época, lo que le permitió establecerse como una figura central en el panorama literario estadounidense.

A lo largo de su vida, Howells trabajó en una gran variedad de géneros: novelas, ensayos, críticas literarias y teatro, pero su trabajo más destacado fue en el campo de la novela realista. «The Rise of Silas Lapham» (1885) y «A Hazard of New Fortunes» (1890) son consideradas sus obras más importantes, que exploran temas como la moralidad, la ética de la clase media y los cambios sociales de su tiempo. Howells es conocido por haber promovido el realismo literario, un enfoque que rechazaba la exageración emocional y la idealización de la vida, enfocándose en representar la vida tal y como era, especialmente la vida cotidiana de las clases medias urbanas.

Además de sus contribuciones literarias, Howells fue un defensor de la democracia y los derechos civiles. Su obra refleja su interés por los problemas sociales y políticos, así como por la justicia social. En su vida personal, Howells sufrió varias tragedias, entre ellas la muerte de su esposa y dos de sus hijos, eventos que lo marcaron profundamente.

Howells murió el 11 de mayo de 1920 en Cambridge, Massachusetts, dejando un legado literario que perduró mucho más allá de su tiempo. A pesar de no ser tan conocido hoy en día como algunos de sus contemporáneos, su influencia en la literatura estadounidense es innegable, siendo uno de los primeros defensores de la literatura como un medio para tratar problemas sociales reales.

Curiosidades de William Dean Howells

William Dean Howells es, sin lugar a dudas, uno de los principales defensores del realismo literario en los Estados Unidos. Si bien su contemporáneo Henry James también se asoció con este movimiento, Howells fue más explícito en su enfoque hacia la representación exacta de la vida cotidiana. Para él, la literatura debía reflejar la realidad social de manera que el lector pudiera identificar fácilmente con los personajes y las situaciones que se describían. En este sentido, Howells fue pionero al desafiar las convenciones románticas y melodramáticas de la época, buscando más bien una narrativa veraz, que no adornara los aspectos más sombríos de la vida. Su influencia fue crucial en la transición hacia la literatura moderna estadounidense, y muchos de los escritores de la generación siguiente, como Theodore Dreiser y Frank Norris, tomaron como modelo su enfoque realista.

A lo largo de su vida, Howells mantuvo una relación cercana con algunos de los escritores más influyentes de su tiempo. Entre sus amigos se encontraban Henry James, Mark Twain y James Russell Lowell. De hecho, Howells jugó un papel clave en la carrera de Mark Twain, al ser uno de los primeros en reconocer el talento del autor de Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn. Howells se convirtió en su defensor y editor, y ayudó a que los libros de Twain tuvieran un impacto más amplio.

Además de su relación con Twain, Howells tuvo un gran respeto por la literatura inglesa y estuvo profundamente influenciado por escritores británicos como Charles Dickens. De hecho, Howells era un ferviente defensor de la literatura inglesa, y sus críticas y ensayos literarios sobre autores británicos como George Eliot y Charles Kingsley tuvieron una gran repercusión.

Howells no fue solo un escritor, sino también un crítico literario y un abogado de la moralidad en la literatura. Fue muy vocal acerca de lo que consideraba las responsabilidades éticas de los escritores al presentar temas como la sexualidad, el matrimonio y la familia. Uno de los aspectos más polémicos de su carrera fue su relación con la obra de James y su postura hacia las exploraciones de la psicología humana. Howells defendió la idea de que la literatura debía ser moraleja en cierto modo, sin dejar de ser un reflejo de la vida real, algo que se tradujo en sus escritos tanto como en sus críticas. Este enfoque, aunque ampliamente aceptado en su época, lo colocó en desacuerdo con algunos de sus contemporáneos más liberales, quienes deseaban que la literatura se distanciara más de las normas sociales y se adentrara en territorios más atrevidos.

Al igual que muchos escritores de su época, la vida personal de Howells estuvo marcada por tragedias familiares, que influyeron profundamente en su obra. La muerte de su esposa, Elinor Mead, en 1902, dejó una huella emocional profunda en Howells, quien se retiró en gran medida de la vida pública tras su fallecimiento. Dos de sus hijos también murieron jóvenes, lo que aumentó su sentido de soledad y melancolía. A raíz de estas pérdidas, Howells comenzó a explorar en sus escritos la idea de la fragilidad humana y la inevitabilidad de la muerte. A través de su narrativa, muchos de sus personajes experimentan una lucha interna con el sufrimiento y el dolor, temas que se vieron reflejados en su vida y en su visión de la literatura.

Aunque Howells fue un defensor del realismo, sus opiniones sobre el naturalismo, un subgénero literario que se centraba en la determinación biológica y social de los individuos, fueron ambivalentes. Mientras que algunos escritores como Émile Zola promovían un enfoque pesimista y determinista de la naturaleza humana, Howells rechazó por completo esta visión, argumentando que el humanismo debía prevalecer en la literatura. Creía que el escritor debía ofrecer una representación auténtica, pero sin dejar de lado la dignidad humana. Este debate sobre el naturalismo frente al realismo fue uno de los puntos más polémicos de su carrera.

Aunque Howells no es comúnmente considerado un feminista en el sentido contemporáneo, su obra reflejaba un gran respeto por las mujeres y sus problemas sociales. En varias de sus novelas, los personajes femeninos son complejos y actúan como vehículos de crítica social. The Rise of Silas Lapham presenta un personaje femenino que es consciente de las restricciones sociales a las que se ve sometida, lo que puede interpretarse como una crítica a la opresión femenina de la época. Howells también defendió la educación femenina y el derecho de las mujeres a participar plenamente en la vida pública y profesional.

OBRAS

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