ANTHONY TROLLOPE

Anthony Trollope (1815-1882)

Anthony Trollope nació el 24 de abril de 1815 en Londres, en el seno de una familia de clase media venida a menos. Su padre, Thomas Trollope, era un abogado que nunca logró éxito en su profesión, mientras que su madre, Frances Trollope, se convirtió en una escritora de renombre tras la publicación de Domestic Manners of the Americans (1832), un mordaz análisis de las costumbres estadounidenses.

Tras la muerte de su padre en 1835, la madre de Trollope mantuvo a la familia gracias a su carrera como escritora. Anthony, por su parte, consiguió un empleo en el General Post Office, el servicio postal británico, un trabajo que desempeñaría durante más de 30 años.

El trabajo en el servicio postal fue el salvavidas de Trollope, tanto a nivel financiero como personal. Durante años, recorrió el Reino Unido en sus labores administrativas y tuvo la oportunidad de conocer en profundidad la estructura de la sociedad inglesa, lo que le proporcionó material para sus novelas. Fue gracias a este empleo que ideó una de sus contribuciones más prácticas a la sociedad británica: la implementación del icónico pillar box, el buzón rojo de correo, que todavía se encuentra en las calles de Reino Unido.

Sin embargo, su verdadera vocación era la literatura. Trollope, un hombre metódico, estableció un riguroso régimen de escritura: se levantaba todos los días a las 5:30 de la mañana y escribía exactamente 250 palabras cada 15 minutos. Esta disciplina le permitió producir novelas extensas y detalladas con gran rapidez.

Su primera novela, The Macdermots of Ballycloran (1847), pasó desapercibida, al igual que sus siguientes obras. Fue The Warden (1855), la primera entrega de las Crónicas de Barsetshire, la que le otorgó reconocimiento literario.

Trollope murió en 1882 tras sufrir un derrame cerebral. En su lecho de muerte, todavía intentaba completar su última novela, The Landleaguers, ambientada en Irlanda. A pesar de su enfermedad, intentó mantener su rutina de escritura, pero falleció antes de terminarla.

Curiosidades de Anthony Trollope

En su autobiografía, Trollope reveló que escribía con disciplina militar, fijándose un número de palabras por sesión y cobrando por página. Este nivel de pragmatismo enfureció a la crítica victoriana, que lo acusó de ser un «mercenario de la literatura». La idea de que un novelista podía tratar la escritura como un trabajo sistemático (en lugar de esperar a la inspiración) fue vista como un sacrilegio.

La infancia de Trollope estuvo marcada por la humillación y la precariedad económica. Su padre, incapaz de sostener a la familia, acumuló deudas y llevó a la familia a Bélgica con la esperanza de encontrar mejores oportunidades. Sin embargo, la situación no mejoró y Anthony tuvo que volver solo a Inglaterra para completar su educación en Harrow y Winchester, donde sufrió constantes humillaciones debido a su pobreza y a su carácter introvertido.

Su reputación literaria cayó en desgracia tras su muerte, y solo en el siglo XX fue reivindicado como un maestro del realismo.

Trollope tenía una verdadera obsesión con la eficiencia. Su método de escritura era tan preciso que si terminaba una novela antes de que acabara su sesión de trabajo, comenzaba la siguiente inmediatamente. Usaba un reloj para asegurarse de escribir exactamente 250 palabras cada 15 minutos, sin desviarse ni un segundo.

Aunque Trollope y Charles Dickens se respetaban, sus estilos y visiones del mundo eran radicalmente diferentes. Mientras que Dickens usaba el sentimentalismo y la exageración caricaturesca, Trollope prefería un realismo mesurado y personajes con matices.

Sin embargo, Trollope envidiaba el carisma y la popularidad de Dickens, especialmente su capacidad para atraer a las masas. En una carta privada, se quejaba de que el público prefería las tramas melodramáticas de Dickens a sus análisis sutiles de la sociedad.

En 1868, Trollope intentó entrar en política y se presentó como candidato liberal en Beverley. Su campaña fue un desastre: se mostró torpe en los discursos, su honestidad resultó impopular y su falta de carisma político lo llevó a perder estrepitosamente. Tras esta humillación, decidió nunca volver a intentarlo.

La serie de Barsetshire, compuesta por seis novelas, es una de sus contribuciones más célebres a la literatura victoriana. Ambientadas en el ficticio condado de Barsetshire, estas novelas exploran con ironía y detalle la vida en la Inglaterra rural, centrándose en las luchas de poder dentro de la Iglesia anglicana y en la política local.

Las novelas más destacadas de esta serie son: The Warden (1855): Se centra en una controversia eclesiástica que refleja los debates sobre la corrupción en la Iglesia. Barchester Towers (1857): Una de sus novelas más populares, retrata la lucha de poder entre el obispo Proudie, su dominante esposa y el maquiavélico Archidiácono Grantly. Doctor Thorne (1858): Una historia de amor y orgullo de clase, que explora las restricciones sociales de la época. Framley Parsonage (1861): Una novela sobre la ambición y la política eclesiástica. The Small House at Allington (1864): Introduce uno de los personajes femeninos más memorables de Trollope, Lily Dale. The Last Chronicle of Barset (1867): Un final conmovedor para la serie, donde Trollope cierra las historias de los personajes clave.

El éxito de esta serie consolidó su reputación y lo llevó a escribir la Serie Palliser, centrada en la política británica, protagonizada por el frío pero honorable político Plantagenet Palliser y su ambiciosa esposa, Lady Glencora.

OBRAS

En Lady Anna, la joven Josephine Murray se casa por interés con el conde Lovel, tan rico como depravado, tan sólo para saber al cabo de unos meses que él ya estaba casado con otra mujer en Italia en el momento de contraer nupcias con ella, por lo que ella no es la condesa Lovel, sino su querida, y la hija que espera será ilegítima. Comienzan entonces unos años de luchas judiciales y escarnio público en los que la condesa repudiada y su hija, lady Anna, únicamente reciben la ayuda de un sastre y su hijo, de la misma profesión, y ambos de ideología radical. 

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

«Las torres de Barchester» pertenece a la serie de las seis novelas de Barset, que Trollope sitúa en el condado imaginario de Barsetshire. Ambientada en el mundo rural clerical de la Inglaterra victoriana de mediados del siglo XIX, que recibe frecuentes y amenazantes visitas del mundo exterior, encarnado en la gran metrópoli de Londres, esa mezcla de dos mundos más o menos opuestos y enfrentados da pie a un amplio abanico de personajes que interactúan entre sí dando lugar a una serie de conflictos en forma de relaciones amorosas, disputas políticas y sociales, problemas económicos y algunos dilemas morales, todo ello tamizado por el humor más o menos satírico con que el autor presenta las distintas situaciones.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

 El mundo en que vivimos está ambientada en el Londres de finales del siglo xix y es una obra maestra, reconocida por la crítica como la mejor novela de Trollope. Su origen se encuentra en que el autor, tras regresar a Inglaterra de las colonias en 1872, se quedó horrorizado por la inmoralidad y deshonestidad que encontró en su país. Indignado, se sentó a escribir El mundo en que vivimos, y nada escapó a la sátira de su pluma: ni los políticos, ni los banqueros, ni el mundillo literario, ni los apostadores, ni siquiera el sexo

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