CECILIA BÖHL DE FABER

Cecilia Böhl de Faber (1796-1877)

Cecilia Böhl de Faber y Larrea nace el 24 de diciembre de 1796 en Morges, Suiza, en el seno de una familia ilustrada de origen español y alemán. Su padre, Juan Nicolás Böhl de Faber, era un hispanista y bibliófilo apasionado por el Siglo de Oro español, mientras que su madre, Francesca Larrea, era una escritora aficionada. Desde su infancia, Cecilia vive rodeada de libros y de un ambiente intelectual que marcará su vocación literaria.

En 1813, su familia se traslada a Cádiz, donde su padre ocupa un cargo oficial. Allí, Cecilia entra en contacto con la literatura española y, a pesar de la influencia neoclásica paterna, desarrolla un interés por las tradiciones populares y el costumbrismo, elementos que definirán su obra futura.

En 1837, se casa con Antonio de Ayala, un político y escritor, pero la relación es turbulenta y acaba en desgracia cuando su esposo es asesinado en 1859. A pesar de estos infortunios, es durante estos años cuando Cecilia empieza a escribir con más frecuencia, adoptando el seudónimo «Fernán Caballero», con el que pasará a la posteridad.

La carrera literaria de Cecilia despega con la publicación en 1849 de «La Gaviota», inicialmente en alemán y luego en español. La novela, considerada la primera del costumbrismo español, describe la vida en Andalucía con gran precisión y un realismo que anticipa las tendencias literarias del siglo XIX. A través de un lenguaje lleno de refranes y expresiones populares, Böhl de Faber logra capturar la esencia de la sociedad rural de su tiempo.

Cecilia Böhl de Faber fallece el 7 de abril de 1877 en Sevilla.

Curiosidades de Fernán Caballero

Demuestra  un carácter independiente y un fuerte temperamento, pero las convenciones sociales de la época la llevan a contraer matrimonio en tres ocasiones. Su primer esposo, un militar llamado Antonio Planells, fallece poco después de la boda. Su segundo matrimonio con Francisco Ruiz del Arco, marqués de Arco-Hermoso, le proporciona estabilidad económica, pero al quedar viuda en 1835, enfrenta dificultades financieras.

Otras obras destacadas incluyen: «Clemencia» (1852), una novela sentimental con un fuerte componente moralista. «Lágrimas» (1853), donde se reflejan sus preocupaciones religiosas y sociales. «La familia de Alvareda» (1856), que sigue la tradición de la novela histórica con un enfoque costumbrista.

Aunque su obra es muy apreciada por su detallada observación de las costumbres y la lengua del pueblo, su fuerte moralismo y defensa del conservadurismo político le valieron críticas en los círculos más liberales. Aunque hija de un ilustrado, Cecilia abogó por la conservación de las costumbres y la religiosidad tradicional española, oponiéndose a las tendencias modernizadoras. Sus descripciones costumbristas y su uso del folclore influyeron en escritores posteriores como Gustavo Adolfo Bécquer, quien también se inspiró en la cultura popular andaluza.  A pesar de su éxito literario, pasó sus últimos años en una precaria situación económica y recibió apoyo de la reina Isabel II.

OBRAS

Con «La gaviota» se abre en España el camino hacia la novela realista del siglo XIX. Es al mismo tiempo una novela de costumbres, una novela regional y, en cierto sentido, de tesis. A la manera de Balzac, por quien la autora siente gran admiración, trata de presentar de forma realista conductas humanas enmarcadas en un determinado contexto histórico y social. Su apoyo a determinadas opciones religiosas (catolicismo tradicional), morales (condena del amor-pasión y del adulterio), políticas 

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