FRIEDRICH SCHILLER

Friedrich Schiller (1759-1805)

Johann Christoph Friedrich von Schiller nace el 10 de noviembre de 1759 en Marbach am Neckar, en el ducado de Wurtemberg, Alemania. Es hijo de Johann Kaspar Schiller, un cirujano militar y administrador del duque, y de Elisabeth Dorothea Kodweiß. Su infancia transcurre en un entorno disciplinado y marcado por la severidad de su educación, que más tarde repudiará en su obra.

Mientras estudia medicina, Schiller comienza a escribir su primera obra, la tragedia Los bandidos (Die Räuber, 1781), que denuncia el absolutismo y exalta la libertad individual. La obra se estrena en 1782 en Mannheim con gran éxito, pero su contenido subversivo provoca la ira del duque Carlos Eugenio, quien prohíbe a Schiller publicar o viajar sin su permiso. Desafiando la orden, Schiller huye de Wurtemberg y pasa varios años en la pobreza, refugiándose en casa de amigos y mecenas.

En esta época, escribe obras como Fiesco (1783) y Intriga y amor (Kabale und Liebe, 1784), que consolidan su fama como dramaturgo y como una de las voces más comprometidas con la lucha contra la injusticia. En 1787 se traslada a Weimar, donde entabla amistad con Johann Wolfgang von Goethe. Juntos, impulsarán el movimiento clásico de Weimar, una etapa en la que Schiller moderará su inicial ímpetu revolucionario para abrazar una visión más equilibrada del arte y la moral.

A partir de 1799, estrecha su colaboración con Goethe, con quien trabaja en la revista Las Horas (Die Horen) y en la antología Las Xeniens (1796), en la que satirizan la cultura de su tiempo. Su amistad con Goethe se convierte en una de las más influyentes en la literatura alemana, y ambos desarrollan una visión del arte como expresión de la armonía y la belleza.

En sus últimos años, Schiller escribe sus obras más célebres: María Estuardo (1800), La doncella de Orleans (1801), Los Piccolomini (1803) y Guillermo Tell (1804), en las que exalta la lucha por la libertad y la grandeza del espíritu humano.

Schiller siempre ha sufrido problemas de salud, probablemente debido a la tuberculosis. Su estado empeora en sus últimos años, y muere el 9 de mayo de 1805 en Weimar, a los 45 años. Goethe, profundamente afectado, escribe sobre su muerte: «He perdido a un amigo y con él la mitad de mi existencia».

Curiosidades de Friedrich Schiller

El padre de Schiller, siguiendo los deseos del duque Carlos Eugenio de Wurtemberg, lo obliga a ingresar en la Academia Militar de Stuttgart, donde estudia Derecho y Medicina. La rígida disciplina de la academia lo asfixia, pero también alimenta su ansia de libertad y su oposición a la tiranía. Durante su estancia allí, lee a Shakespeare, Rousseau y Goethe, autores que marcarán su pensamiento.

Su obra influyó en el Romanticismo, el Idealismo alemán y en numerosos movimientos políticos que vieron en su exaltación de la libertad un modelo de resistencia contra la opresión. Su poema Oda a la alegría (1785), musicalizado por Beethoven en su Novena Sinfonía, se ha convertido en un himno universal de fraternidad.

En Weimar, Schiller desarrolla su faceta filosófica, influenciado por Kant, y escribe ensayos como Cartas sobre la educación estética del hombre (1795), en los que argumenta que el arte es el camino hacia la libertad moral y la armonía social. Su teatro evoluciona hacia una mayor profundidad psicológica y simbolismo, con obras como Don Carlos (1787), que explora el conflicto entre idealismo y razón de Estado, y su trilogía sobre Wallenstein (1799), donde combina el drama histórico con una reflexión sobre el destino y el poder.

Durante sus años de penuria económica, Schiller sufría insomnio y escribía de noche. Se dice que guardaba manzanas podridas en su escritorio porque su olor le ayudaba a concentrarse. Fue admirado por grandes figuras como Nietzsche, que lo consideraba un modelo de arte heroico, y por los románticos alemanes, que vieron en él un precursor de su estética. Su tumba en Weimar fue objeto de controversia, ya que en el siglo XIX se perdió el rastro de sus restos y se colocaron en el Panteón de los Príncipes sin certeza absoluta de su identidad.

OBRAS

Para el poeta y dramaturgo alemán, tan necesario como aprender a pensar es cultivar la sensibilidad y desarrollar la capacidad para apreciar la belleza, una facultad tan universal como la razón. Y es que, más que la capacidad de razonar y la afinidad intelectual, lo que nos hermana es la facultad de sentir y poner en común los gustos: las «afinidades electivas». A lo largo de los dos siglos transcurridos desde que fueron escritas, estas páginas profundamente renovadoras se han convertido en una contribución indiscutible al pensamiento universal.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

Los incidentes que se produjeron durante el estreno de la obra y la insostenible situación que le creo al autor llevaron a Schiller a dar el amargo paso del autoexilio y abocaron, sin embargo, a «Los bandidos» a una carrera teatral imparable. «Los bandidos» se inscribe en las tendencias dramatúrgicas de la Ilustración y del «Sturm und Drang», con un lenguaje provocativo y en ocasiones soez. 

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

Don Carlos es una tragedia amorosa en la que se suceden las intrigas con la sublevación de los Países Bajos como telón de fondo. Esta obra, fruto de uno de los mayores talentos del teatro alemán y universal, sirvió de inspiración para la famosa ópera de Verdi de mismo nombre, y constituye un fascinante canto a la amistad, el amor y la libertad humana.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.