GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS

Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811)

Gaspar Melchor de Jovellanos nace el 5 de enero de 1744 en Gijón, en el seno de una familia hidalga asturiana. Sus padres, Francisco Gregorio de Jovellanos y Ximénez y Francisca Jovellanos y Jove Ramírez, pertenecen a la pequeña nobleza local, lo que le permite recibir una educación privilegiada. Desde joven, muestra una gran inteligencia y una vocación temprana por las letras y el pensamiento político.

Estudia en el colegio de los jesuitas de Oviedo y, posteriormente, en la Universidad de Ávila, donde cursa Derecho Canónico. Completa su formación en la Universidad de Alcalá, especializándose en leyes, lo que le abrirá las puertas a una exitosa carrera como jurista y reformista ilustrado.

En 1767, Jovellanos es nombrado alcalde del crimen en la Audiencia de Sevilla, un cargo judicial que le permite conocer de primera mano los problemas sociales y económicos del país. Durante su estancia en la ciudad, establece contacto con otros intelectuales ilustrados y comienza a desarrollar sus ideas sobre la necesidad de reformas en la educación, la economía y la administración pública.

En 1778, es trasladado a Madrid como miembro del Consejo de Órdenes Militares, lo que le brinda acceso a los círculos políticos más influyentes de la corte de Carlos III. Allí entra en contacto con figuras clave de la Ilustración española, como Campomanes y Floridablanca. Sin embargo, su carácter independiente y su defensa de reformas profundas le granjean enemigos en la corte.

Su pensamiento ilustrado se centra en la modernización del país a través de la educación, la agricultura y la industria. En 1787, escribe su obra más influyente, el Informe sobre la Ley Agraria, donde expone la necesidad de eliminar los privilegios señoriales, fomentar la propiedad privada y mejorar las condiciones del campesinado para impulsar el desarrollo económico de España.

En 1811, tras la disolución de la Junta Central, se retira a Gijón, donde muere el 27 de noviembre de ese mismo año.

Curiosidades de Jovellanos

En 1797, durante el reinado de Carlos IV, Jovellanos es nombrado ministro de Gracia y Justicia en el gobierno de Manuel Godoy. Desde su cargo, impulsa reformas en la educación, promoviendo la creación del Instituto Asturiano y defendiendo la enseñanza científica y técnica como base del progreso. Sin embargo, sus propuestas chocan con los intereses de la aristocracia y la Iglesia, lo que provoca su rápida caída.

En 1798, es destituido y desterrado a Asturias, donde se dedica a sus estudios históricos y literarios. En 1801, Godoy ordena su arresto y lo encarcela en el castillo de Bellver, en Mallorca, donde permanece siete años. Durante su reclusión, escribe algunas de sus obras más importantes, como sus Memorias histórico-artísticas sobre arquitectura y estudios sobre las instituciones medievales españolas.

En 1808, con la invasión napoleónica, Jovellanos es liberado y se une a la resistencia contra los franceses. Participa activamente en la Junta Central Suprema, que organiza la lucha contra Napoleón y sienta las bases de una futura Constitución. Sin embargo, sus ideas chocan con las de otros líderes políticos, y sus intentos de equilibrar la modernización con el respeto a la tradición le dejan aislado.

Su Informe sobre la Ley Agraria sigue siendo un texto de referencia en la historia del pensamiento económico español.  Se le considera uno de los grandes exponentes del pensamiento ilustrado español, junto con Feijoo y Cadalso.

OBRAS

El amplio abanico de intereses, la actitud sostenidamente crítica y al tiempo conciliadora, la constante búsqueda de soluciones a los problemas de su país convierten la obra de Gaspar Melchor de Jovellanos en un tesoro que abarca las mayores preocupaciones de los reformistas españoles. Tanto su inquietud intelectual como su voluntad transformadora se traducen en un esfuerzo de estilo, erudición, serenidad y elegancia en la escritura que explican por qué a Jovellanos se le considera el mejor prosista de su época.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

El delincuente honrado es una comedia sentimental de Gaspar Melchor de Jovellanos alusiva a la reforma del código penal. Es un drama burgués, de los pocos que tuvieron éxito en España, sobre la injusticia de las leyes que condenaban por igual al retador y al retado en los duelos de honor. El delincuente honrado (1773), fue un símbolo de identidad entre las clases sociales que deseaban una renovación burguesa de las leyes y las costumbres. Considerada, incluso, «literatura comprometida». 

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Jovellanos, ministro de Carlos IV, perteneció a la mayoría de las Reales Academias y a la Sociedad Matritense de Amigos del País. En 1808 se unió a la resistencia contra la invasión francesa, formó parte de la Junta Suprema Central y participó en la preparación de las Cortes de Cádiz. Autor de una amplia obra literaria, la parte más extensa de su obra la constituyen numerosos escritos y ensayos en prosa, de los que esta edición ofrece una muestra.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural. 

A solicitud de la Real Academia de la Historia, Gaspar Melchor de Jovellanos realizó un informe sobre los juegos, espectáculos y diversiones públicas frecuentes en las provincias españolas, que sería hecho público en verano de 1796. Ahora, doscientos años después de la muerte de su autor, el texto continúa sorprendiendo por su vigencia en asuntos como la necesidad de utilizar el teatro —léase ahora la televisión— como herramienta educativa, lo que obligaría a quitar todas las obras en cartel.

***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.