IMMANUEL KANT
Immanuel Kant (1724-1804)
Immanuel Kant nace el 22 de abril de 1724 en Königsberg, Prusia (actual Kaliningrado, Rusia). Es el cuarto de nueve hijos de Johann Georg Kant, un modesto artesano, y Anna Regina Reuter, una mujer de profunda religiosidad pietista, cuya influencia marcará la disciplina y el rigor moral del filósofo. Su infancia transcurre en un entorno austero, donde recibe una educación estricta en el Collegium Fridericianum, escuela luterana donde desarrolla un temprano interés por la ciencia y la filosofía.
En 1781, tras más de una década de reflexión, Kant publica Crítica de la razón pura, una de las obras filosóficas más influyentes de la historia. En ella propone su «revolución copernicana»: en lugar de suponer que el conocimiento se ajusta a los objetos, sostiene que los objetos del conocimiento deben ajustarse a nuestras estructuras mentales a priori. Con este giro, Kant establece los límites de la razón y responde tanto al racionalismo dogmático como al empirismo escéptico.
La obra introduce conceptos clave como las categorías del entendimiento, la distinción entre fenómeno y noúmeno y el idealismo trascendental. Sin embargo, su complejidad hace que pase desapercibida en un primer momento, por lo que Kant publica en 1783 Prolegómenos a toda metafísica futura, una versión más accesible de su pensamiento.
Kant no se detiene en la epistemología. En 1785, publica Fundamentación de la metafísica de las costumbres, donde introduce su famoso imperativo categórico: «Obra solo según aquella máxima por la cual puedas querer que se convierta, al mismo tiempo, en ley universal». Su ética, basada en la autonomía de la razón, tendrá un impacto duradero en la filosofía moral.
En 1788, en Crítica de la razón práctica, Kant desarrolla su idea de la libertad y el deber moral. Y en 1790, con Crítica del juicio, establece un puente entre la razón y la sensibilidad, explorando la estética y la teleología.
Fallece el 12 de febrero de 1804 en Königsberg, dejando un legado filosófico que transformará el pensamiento occidental. Su tumba, en la catedral de la ciudad, lleva inscrita una frase de la Crítica de la razón práctica:
«Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto siempre nuevos y crecientes: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí».
Curiosidades de Immanuel Kant
Kant es conocido por su rutina meticulosa: se despertaba a las 5 de la mañana, daba clases y escribía hasta el mediodía, paseaba a la misma hora todos los días (tanto que sus vecinos ajustaban sus relojes según su paseo) y cenaba con amigos antes de acostarse a las 10 de la noche.
Desde joven, Kant muestra una inteligencia excepcional y una inclinación por el pensamiento sistemático. En 1740, ingresa en la Universidad de Königsberg, donde estudia matemáticas, física y filosofía bajo la influencia de Martin Knutzen, quien lo introduce en la obra de Isaac Newton y la racionalidad ilustrada.
Tras completar sus estudios, Kant trabaja como tutor privado durante casi una década, periodo en el que desarrolla sus primeras ideas filosóficas. En 1755, obtiene el grado de magister y comienza a impartir clases en la universidad, especializándose en metafísica y lógica. Durante estos años, su pensamiento está influido por la filosofía racionalista de Leibniz y Wolff, aunque también por el empirismo de Hume y la física newtoniana.
En 1764, Kant publica Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime, donde muestra su interés por la estética y la moral. Sin embargo, su gran transformación filosófica llega tras leer a David Hume, cuya crítica al principio de causalidad lo despierta, según sus propias palabras, del «sueño dogmático». A partir de entonces, su proyecto intelectual se enfocará en desarrollar un sistema filosófico que combine la certeza de la ciencia con los fundamentos de la metafísica.
Kant no se detiene en la epistemología. En 1785, publica Fundamentación de la metafísica de las costumbres, donde introduce su famoso imperativo categórico: «Obra solo según aquella máxima por la cual puedas querer que se convierta, al mismo tiempo, en ley universal». Su ética, basada en la autonomía de la razón, tendrá un impacto duradero en la filosofía moral.
A nivel político, Kant defiende el republicanismo y la paz perpetua entre las naciones, sentando las bases del liberalismo moderno y de instituciones como la ONU. En Hacia la paz perpetua (1795), propone un modelo de cooperación internacional basado en la razón y el derecho.
A pesar de su gran influencia, nunca salió de Königsberg y vivió una vida modesta. Mantuvo correspondencia con pensadores como Moses Mendelssohn y Johann Georg Hamann, pero evitó los grandes círculos filosóficos.
Su obra influyó en figuras tan diversas como Hegel, Marx, Nietzsche y los pensadores del existencialismo y la fenomenología. Su concepción de la razón y la autonomía sigue siendo un pilar fundamental del pensamiento contemporáneo.
En sus últimos años, Kant continúa escribiendo, aunque su salud comienza a deteriorarse. Su última obra importante, La metafísica de las costumbres (1797), refuerza sus ideas sobre la moral y el derecho. Sin embargo, en sus últimos años sufre una progresiva pérdida de memoria y facultades cognitivas.
OBRAS
«Fundamentación para una metafísica de las costumbres» (1785) constituye un texto primordial dentro del pensamiento ético. Ninguna otra obra de Immanuel Kant (1724-1804) muestra tanto vigor y grandeza morales, unidos a un fino sentido del detalle psicológico, ni logra definir sus conceptos con un lenguaje tan popular, salpicado de felices imágenes y ejemplos. Aquí se adelantan, de un modo mucho más accesible, las premisas éticas que en 1788 se verían inmortalizadas por la Crítica de la razón práctica.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
Publicado en 1784, «¿Qué es la Ilustración?» es uno de los textos fundamentales para comprender el llamado «Siglo de las Luces», así como la corriente intelectual que habría de convertirse en uno de los pilares del mundo moderno. En él Immanuel Kant (1724-1804) hizo frente al fanatismo y la superstición, realizando la propuesta de que cada cual ha de acostumbrarse a pensar por sí mismo, según su propia razón, sin aferrarse puerilmente a la cómoda tutela de los prejuicios y dogmas del momento.
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Crítica de la razón pura se presenta como preparación de un riguroso sistema filosófico que Kant no llegó a elaborar. Pero el ejercicio crítico contenido en este libro es una cumbre del esfuerzo intelectual por el rigor, un ejercicio en el que son tan impresionantes los derribos que lleva a cabo como los caminos que abre a la reflexión filosófica. De ahí que siga siendo una permanente e indispensable fuente de ideas que explorar y debatir.
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En este sentido, cabe calificar la «Crítica de la razón práctica» (1788) -uno de los textos kantianos capitales- como una verdadera «biblia» por lo que atañe al pensamiento moral de la modernidad. La presente edición, a cargo de Roberto R. Aramayo, une al depurado rigor de la traducción y las notas unos útiles índices que contribuyen al manejo y estudio de la obra, así como una cronología que la sitúa en su adecuado contexto.
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Si hay un filósofo que representa lo que ha sido la Ilustración, éste es sin duda Kant y, concretamente, su obra más universal, la Critica de la razón pura. Con este libro emprende una crítica tan sistemática como demoledora a la metafísica o, para mayor exactitud, a los argumentos con que se sostiene la metafísica tradicional.
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