MADAME DE LAFAYETTE

Madame de Lafayette (1634-1693)
Marie-Madeleine Pioche de La Vergne, conocida como Madame de Lafayette, nace el 18 de marzo de 1634 en París, Francia. Es hija de Marc Pioche de La Vergne, un oficial de la corte de Luis XIII, y Marie de Peña, una mujer con conexiones en los círculos literarios parisinos. Tras la muerte de su padre en 1649, su madre se casa con Renaud de Sévigné, pariente de la célebre epistolar Madame de Sévigné, con quien Marie-Madeleine forja una profunda amistad.
Su obra más famosa, «La princesa de Clèves» (1678), es considerada la primera novela psicológica de la literatura francesa. Ambientada en la corte de Enrique II, la novela explora los conflictos internos de la protagonista, atrapada entre el deber y la pasión. La profundidad de sus personajes y el análisis de las emociones humanas la convierten en un hito en la evolución de la narrativa moderna.
También destaca «Zaïde» (1670-1671), una novela de aventuras y amor situada en la España medieval, influida por la novela bizantina y las obras de Cervantes. En esta obra, se advierte su interés por los dilemas morales y los afectos en conflicto, rasgos que madurarán en «La princesa de Clèves».
Madame de Lafayette es conocida por su estilo sobrio, su realismo en la representación de los sentimientos y su rechazo de los excesos del barroco y la literatura preciosista. En un tiempo en el que la novela aún era vista como un género menor, ella eleva su estatus al dotarla de profundidad psicológica y un refinado análisis de la sociedad cortesana.
Madame de Lafayette muere el 25 de mayo de 1693 en París
Curiosidades de Madame de Lafayette
Madame de Lafayette demuestra una gran inclinación por la literatura y la erudición, lo que la lleva a convertirse en una de las escritoras más influyentes del siglo XVII. Recibe una esmerada educación en los conventos de las Ursulinas y de la Visitation, donde aprende latín, italiano y español, lo que le permite acceder a las grandes obras de la literatura clásica y renacentista.
Es durante estos años cuando entra en contacto con los salones literarios parisinos, donde frecuenta a intelectuales como Jean Chapelain y Gilles Ménage, quien se convierte en su mentor. Este último la introduce en el círculo de la préciosité, un movimiento literario que promovía la refinación del lenguaje y el análisis detallado de los sentimientos, características que influirán en su estilo narrativo.
En 1655, contrae matrimonio con François Motier, conde de Lafayette, con quien se traslada a la región de Auvernia. Sin embargo, su vida en la corte provincial no la aparta del mundo intelectual de París, al que regresa con frecuencia. A lo largo de su vida, Madame de Lafayette se dedica a la escritura y a la vida cortesana, tejiendo relaciones con algunas de las figuras más destacadas de su tiempo, como La Rochefoucauld, con quien mantiene una amistad profunda y decisiva en su desarrollo literario.
Además de su labor como novelista, Madame de Lafayette desempeña un papel clave en la vida intelectual de su época, manteniendo correspondencia con escritores como Boileau y Madame de Sévigné, y actuando como confidente de figuras políticas influyentes.
Madame de Lafayette mantiene una estrecha amistad con François de La Rochefoucauld, autor de las célebres «Máximas». Se dice que su relación trascendió lo meramente intelectual y que él influyó decisivamente en su visión pesimista de la naturaleza humana. La Rochefoucauld le habría inspirado la figura del duque de Nemours en La princesa de Clèves.
A pesar de su participación en la vida literaria, Lafayette nunca firmó sus obras, prefiriendo publicarlas de manera anónima o atribuírselas a otros. En su época, las mujeres escritoras eran mal vistas si trataban temas profundos, y ella optó por la discreción para preservar su reputación.
Otra curiosidad es su vínculo con Madame de Sévigné, con quien intercambió numerosas cartas. Sus epístolas revelan no solo su talento literario, sino también sus reflexiones sobre la corte, los sentimientos y la moral.
Aunque vivió en una época dominada por la literatura heroica y las novelas pastoriles, supo revolucionar el género con una exploración realista del alma humana. La princesa de Clèves sigue siendo hoy una de las obras más estudiadas de la literatura francesa, prueba de la modernidad de su pensamiento y su prosa.
OBRAS
Publicada en 1678, La princesa de Clèves tuvo un éxito inmediato y produjo una sonada controversia. Ambientada en los últimos tiempos del reinado de Enrique II de Francia, la novela, considerada la precursora de la narrativa psicológica, cuenta el secreto amor que la noble y galante Madame de Clèves, casada con un fiel y leal caballero, siente por el duque de Nemours, uno de los hombres más atractivos de la corte. Advertida por su madre de la fatalidad de esa pasión, Madame de Clèves oculta sus sentimientos a todo el mundo hasta que al final se confiesa ante su marido, un acto que desata trágicas consecuencias.
***Recuerda que esta página no hace apología de ninguna religión y que tan solo recomendamos libros por su contenido histórico y cultural.
La Literatura Comparada, que explora desde los géneros hasta los movimientos artísticos, pasando por los temas y las formas en sus variadas metamorfosis, tiene un único y gran anhelo: el de superar las fronteras nacionales para, como aspiraba Goethe, poder por fin soñar con una «literatura del mundo». Así, el comparatista, consciente de las tensiones entre lo local y lo universal, o, lo que es lo mismo, entre lo uno y lo diverso, descubre y confronta las creaciones producidas en los más dispares y dispersos lugares y momentos, para mejor apreciar sus valores y disfrutar de ellos. Y es que sólo si se conoce lo diverso puede hablarse de lo uno. Entre lo uno y lo diverso no es sólo el tratado más importante sobre Literatura Comparada que existe en el mundo de habla hispana, sino también la obra en la que Claudio Guillén ha volcado con mayor pasión su sabiduría de gran humanista.
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